Corderolobo

Árbol

Martes, 13 de Noviembre de 2018

2018. Cápsula Discos

La frase con la que el Carlos Vargas comienza 'Al final', tema que da inicio paradojalmente a "Árbol", tercer trabajo firmado bajo la rúbrica de Corderolobo, marca una suerte de pauta que marca a este registro: "Dicen que el destino se enreda mil veces para llegar/Dicen que se sienta calmado a esperarte justo al final".

Y es que la honestidad brutal que se plantea en "Árbol" tiene mucho que ver con la experiencia personal de Vargas, relatada en una entrevista a nuestro sitio. Se trata, entonces, de un disco que se nutre de esta condición pero que no la retrata. "No es un disco sobre una enfermedad, pero tiene que ver con el color del período que viví", nos contó. Por lo mismo, la musicalidad que se halla en esta colección de canciones es delicada, descansando más en los matices y posibilidades de las percusiones y la producción que en el rasgeo furioso de guitarras y efectos varios.

De hecho, la reducción de las percusiones y guitarras a su mínima expresión en 'Cuando la muerte va a la fiesta', en pos a los arreglos de cuerdas, pads y xilófonos que van adquiriendo protagonismo, de alguna forma ejemplifican lo que Corderolobo siempre presenta en su discografía: el quiebre con las formas, más allá de las circunstancias personales. Así, en 'Dioses de otros animales', nuevamente los pads y percusiones electrónicas dominan la escena, compartiendo su protagonismo con arreglos de bronces, dando cabida a uno de los grandes momentos de "Árbol".

Otro de los puntos altos es, sin dudas, 'Por ti, por mí, por todos los demás', composición en la que, pese a cierto caos, todos los instrumentos: guitarras acústicas, percusiones acústicas y electrónicas, teclados y demás, se conjugan de tal forma para crear una de las grandes canciones de este disco. Mérito de eso, además de Corderolobo, es de Felipe Cadenasso y Antonio Del Favero (Matorral), quienes oficiaron de productores de "Árbol" y lograron capturar la esencia de las nueve canciones que aquí se presentan, logrando arroparlas de forma adecuada para que no perdiesen su esencia.

El quiebre de los formatos es algo que Corderolobo lleva inscrito en su ADN. Desde que este proyecto tomó forma, Vargas y compañía siempre han buscado romper con los cánones del formato de presentación de la música y si antes fue a través de libros, en esta oportunidad "Árbol" se presenta como un disco audiovisual en el que cada una de las nueve composiciones que se presentan está representada por videoclips realizados en colaboración con el diseñador Ricardo Villavicencio. Estos clips, independientes entre sí, también pueden verse como un todo a través de YouTube, formando un cortometraje de gran factura.

La idea del árbol, un organismo inanimado que está vivo y que observa lo que sucede en su entorno, es una metáfora más que acertada para el nuevo trabajo de Corderolobo. Su tercer disco, "Árbol", permanece quieto mientras las situaciones, sean reales o ficticias, van aconteciendo a su alrededor, permitiendo así que las canciones obtengan relatos claros, nítidos, de los textos subyacentes que estos acontecimientos contienen. Se trata de un trabajo que se va revelando tanto en sus líricas como en los notables detalles sonoros, elevando esta obra a una de grandes proporciones.

Felipe Kraljevich M.