Sexorcism

2018. AFM Records

Casi en silencio y sin ninguna parafernalia mediática, ni tampoco con una gran maquinaria publicitaria detrás, el quinteto finlandés Lordi nos deja caer su noveno disco de estudio, lascivamente titulado “Sexorcism” (demostrando en el juego de palabras su siempre punzante y retorcido humor negro); pero no estamos sólo ante otro álbum más, sino todo lo contrario, pues si este no es el mejor y más completo e inspirado disco de los fineses, pega en el palo, además de pasadita, se matricula para estar dentro de los grandes lanzamientos del año en cuanto a Heavy Metal.

Lordi representa una escuela que viene de los setentas, cuando grupos como Alice Cooper y Kiss (ambos de gran herencia para la banda), fueron sindicados como “Shock Rock” por su imagen provocativa fuera de los cánones aceptados y por su maquillaje estilo Kabuki, amén de sus literalmente explosivas y a veces grotescas performances sobre el escenario, combinando el estilo de las películas gore y slash del cine clase B. Todo eso Mr. Lordi (Tomi Petteri Putaansuu), líder y vocalista de la banda, lo ha sabido recoger con inusitada maestría, liderando su combo de “Monster Metal” con vistosos y grotescos disfraces, un arte de tapa altamente sexualizado y provocador, con unas líricas explícitas llenas de sexo, sangre y un humor bizarro y de mal gusto, tal como se necesita hoy en día para despercudir a una escena rockera que parece haber caído en lo siempre políticamente correcto, aunque actos como Ghost, Rob Zombie, Marilyn Manson y Rammstein afortunadamente, están muy lejos de esa órbita.

Secundado por una banda muy prolija, eficaz y de un alto nivel musical como lo son Mr. Amen en guitarras, Mr. Ox en bajo, Mr. Mana en batería y la sexy Ms. Hella en teclados, además de una producción de lujo, con una tremenda calidad de sonido en manos del maestro finlandés de las perillas Mikko Karmila (Amorphis, Nightwish, Stratovarius), “Sexorcism” es un pletórico disco de Heavy Metal clásico, totalmente enraizado en el sonido de los ochentas, de hecho discos enormes como el “Raise Your Fist And Yell” de Alice Cooper y el “Visual Lies” de Lizzy Borden, ambos editados en 1987, son un espejo tremendo para la calidad de este trabajo. La apertura con el tema título, con unos teclados de iglesia al comienzo, desata una tormenta de riffs llenos de gancho y coros pegajosos, sin perder un ápice de potencia en la base rítmica. Y si un tema como la siguiente ‘Your Tongue’s Got The Cat’ hubiera sido lanzada como single en 1987, habría sido un éxito tanto en la radio como en MTV y Lordi tendría a su haber discos de platino en Estados Unidos. Inmensa canción con una labor espectacular de los teclados de Ms. Hella, que proporciona un arrope y un colchón de sonido fantástico y seductor para las contagiosas armonías vocales y los melódicos solos. Como contraparte, ‘Romeo Ate Juliet’ va con un durísimo doble bombo liderando el tema, haciendo que el disco suene variado, dinámico y con potencia, pero nunca sin perder el gancho melódico ni esa sonoridad tan ochentera que hará que quienes añoren ese fantástico período dorado del metal, encuentren aquí un verdadero festín auditivo.

‘Naked In My Cellar’ que tiene un video bastante explícito, continua exhibiendo los grandes momentos musicales del álbum, un disco de un parejo y altísimo nivel, sin relleno innecesario y con canciones que nunca dejan de sorprender y atrapar por sus adictivas melodías. ‘The Beast It Yet To Cum’ sigue destilando potencia, esta vez con unas voces agudas de Mr. Lordi en plan King Diamond, incluyendo pequeños fragmentos terroríficos como en el inicio de ‘Polterchrist’ y logrando un efectivo y muy real relato de exorcismo con múltiples efectos de radioteatro (nuevamente se nota aquí la influencia del Rey Diamante), en ‘SCG9: The Documented Phenomenom’ que sirve como puente hacia la gigantesca ‘Slashion Model Girls’ que cuenta con un coro y estribillo apabullante y donde los teclados, como en todo el disco, tienen un protagonismo supremo llenando de detalles fantásticos la base en que se desenvuelven los contundentes riffs de Mr. Amen. ‘Rimskin Assassin’ y ‘Hell Has Room’ no bajan el nivel de la placa, con unos aguerridos dobles bombos, donde Mr. Lordi a pesar de su voz áspera, demuestra que tiene muchos matices y un registro variado que logra sacar todo el jugo que tienen las canciones. ‘Hot & Satanned’ suena como un metalizado tema de cabaret para en ‘Sodomesticated Animal’ enrostrar un latigazo de puro metal acelerado antes de bajar la cortina final, con otro himno enorme como los que abundan en el disco, titulado ‘Haunting Season’, nuevamente con un teclado estelar.

“Sexorcism” es simplemente una delicia de disco, con un sonido totalmente ochentero, del cual el mismo Alice Cooper se sentiría orgulloso y que además funcionaría perfecto como banda sonora para una película de la saga Martes 13 con el sanguinario Jason Voorhees y su brutal sable. Lo que no se espera más pronto llega dice el refrán y este nuevo disco de Lordi llegó para volarle la cabeza a todo aquel que tenga su corazón puesto en ese período glorioso y dorado del Metal “Made in USA” de hace 3 décadas atrás.

Cristián Pavez

Tags

#