Durango

2024. Cau-Cau Records

Durango, la banda chilena de punk rock formada en 1999, regresa con nueva fuerza con el álbum "Mall Chino", una producción que no solo mantiene su esencia ramonera, sino que también explora nuevas direcciones sonoras y líricas. Gestado en plena pandemia, el título del disco es un juego de palabras que refleja el ambiente y las circunstancias de su creación.

Compuesto por nueve canciones, "Mall Chino" fue grabado en el estudio Toc Música bajo la supervisión del ingeniero Jorge Esteban, conocido por su trabajo con bandas de la talla de The Ramones, Swans, Congreso y Los Tres. La banda optó por grabar en vivo las bases rítmicas, buscando un sonido más crudo y directo, evitando así la sobreproducción que a veces puede diluir la energía natural y fluida de un álbum punk. Desde el primer corte, 'Mall Chino (Otro Día Para Morir)', Durango manifiesta que, aunque sigue la raigambre punk "ramonero", han añadido una dosis de velocidad y agresividad que se siente sobre todo en la batería y las guitarras, logrando, en algunos cortes, un sonido más cercano al hardcore. Canciones como ‘Bestias’, con su ritmo vertiginoso, refuerzan esta evolución hacia una sonoridad más intensa.

Sin embargo, no todo en "Mall Chino" es velocidad y furia. ‘Carrusel’ y ‘Ganador’, por ejemplo, muestran a una banda que también sabe explorar su lado más rockero, añadiendo capas de profundidad a su característico estilo punk. Líricamente, el álbum refleja una madurez evidente, abordando temáticas de introspección, crítica social y existencialismo, elementos que dan a Durango una nueva dimensión artística. El arte del disco, a cargo de Paul Felmer (Medu1a), y las fotografías de Ignacio Orrego (Fotorock), complementan perfectamente el tono y la estética de "Mall Chino", ofreciendo una experiencia completa tanto en lo visual como en lo sonoro.

A pesar de los riesgos que implica experimentar con nuevas sonoridades y temáticas, Durango consigue mantener una coherencia a lo largo de "Mall Chino". Este álbum no solo representa la evolución de una banda con más de dos décadas de trayectoria, sino que también es una prueba de que las bandas punk pueden reinventarse sin perder su esencia. Con una mezcla de rabia, reflexión y energía, en menos de 25 minutos, el álbum condensa un viaje sonoro que marca el inicio de una nueva etapa para la banda, también con una nueva alineación que contempla a Sebastán Etcheverry (voz y guitarra); Cristian Cifuentes (bajo y coros) e Italo Valentino (batería y coros). A lo largo de sus pistas, Durango demuestra que es posible innovar sin traicionar las raíces que los han definido durante años.

Cristian Jara