Dark Matter

Miércoles, 08 de Febrero de 2017

2016. Touch

Álbum que se instituye como antagonista físico de las seis partes en que se divide el destacado y subterráneo Heresy (1990), disco que se originaba en grabaciones realizadas en cuevas, volcanes, criptas, y en un variado espectro de sonidos emanados desde las profundidades de la tierra. Sin embargo, en este Dark Matter, el calvo hombre del hexágono dirige su mirada hacia el oscuro universo: las tres extensas pistas que lo integran se originan en audios de actividad astronómica recogida por diversas instituciones encargadas de desarrollar la compleja tarea de resolver, comprender y explicar el misterio infinito, aquello sin inicio, sin tiempo ni muerte.

Subspace comienza como un despegue, como el brote de un viaje por regiones tonales constantes que parecieran estáticas en su siniestra textura. Un lento avance que se desenvuelve entre pesadas frecuencias amenazadas por ecos tormentosos provenientes de lugares inobservados del ingrávido universo. Una perspectiva que plasma un tenebrismo espacial que persiste en Astronomicon , pieza que cita al poema cósmico más antiguo que se conoce, y cuya terrorífica sonoridad pareciera cinematográfica, como si relatara terribles enfrentamientos solares o espesas explosiones siderales que interrumpen los minimalistas mantos sonoros que se extienden por amplios minutos.

El debut de Lustmord en el encumbrado sello Touch, propiedad de Jon Wozencroft (creador de la abstracta carátula de éste y muchos otros discos editados por la plataforma), continúa con Black Static , pieza de una condensada energía que se va liberando entre profundas exhalaciones electrónicas. Un drone etéreo pero, a su vez, orgánico, como de animal vivo y de oscuridad latente que se exalta a través de extendidas radiaciones de timbre microscópico y eléctrico. Un oscilante bucle astral con el que Lustmord habla por un cosmos que pareciera mudo e inasible, acentuando que aun cuando todo lo que es, deje de serlo, igualmente subsistirá el enérgico concierto del universo, el ruido secreto de lo infinito.

Carlos Navarro A.