Supernova: "El pop fue como un acto de rebeldía"

Lunes, 27 de Enero de 2020

El 2019 finalizó con un hito dentro de la música chilena, la banda Supernova cumplió 20 años desde su primer disco homónimo. Este proyecto musical, ideado por las mentes de Koko Stambuk y Cristián Heyne -la dupla Packman-, iniciaron su breve pero exitoso camino discográfico el 18 de diciembre del 1999, dando paso a un verdadero culto con los años venideros, ayudando incluso al comienzo de una nueva era para los músicos del país.

En una época en la cual el escenario de la música chilena estaba inmerso en un contexto más rockero y urbano, con bandas como Chancho en piedra, Lucybell, Makiza y Tiro de Gracia dominando las listas populares de fines del siglo XX. Con este panorama nació de manera rupturista Supernova, el exponente nacional de pop juvenil y comercial, al más fiel estilo de las Spice Girls.

La girlband nació como una irreverencia más que algo comercial, dentro de un contexto en que la palabra pop provocaba urticaria en Chile. "Era un poco un acto de rebeldía más que un proyecto musical", declaró Koko Stambuck, en entrevista para Rockaxis. En un principio el trío no tuvo una buena recepción y fue duramente criticado por la sociedad chilena, siendo atacadas por ser exponentes de un género rechazado por los medios. Las chicas fueron carne de cañón en esos años, pero lograron abrir las puertas a una industria que en aquel momento no era valorada.

Con respecto a la crítica, Coni Lewin, parte de la primera generación, comentó: “Lo enfrentamos como pudimos no más, yo no sé si lo enfrentamos bien o mal, solo lo hicimos. E igual causa su cuota de estrés, de pena y de rabia, de no entender el por qué de la mala onda. De partida teníamos que cantarle a todos los periodistas para que vieran que cantábamos de verdad”. Tampoco hay que dejar de lado el machismo que existía en el colectivo social de aquel entonces. Por ejemplo, mientras se desarrollaba la contraparte masculina, Stereo 3, ellos no fueron tan vapuleados en comparación, siendo que vendían el mismo producto musical.

"Siempre fuimos reemplazables"

Gran parte del éxito de supernova se debe a que fueron las primeras en incursionar en un género que para algunos es considerado plástico, la libertad de hacer algo que es sincero sin tener que quedar bien con la prensa. Supernova son las canciones, más que cualquier integrante que haya pasado por este proyecto, ahí radica la fuerza y longevidad de su popularidad, lo que les ha dado un estatus de culto. "La música en sí es atemporal pero hay canciones que son menos identificables que otras, cuando una es identificable es porque es una buena canción. Las buenas canciones son para siempre", comenta Koko Stambuk sobre Supernova.

Al año de comenzar este proyecto, Coni Lewin fue la primera en abandonar supernova. “En el fondo sentía que estaba rompiendo una relación tóxica, o sea esto me estaba haciendo mal y me voy a ir”, confesó. Justo en ese momento, Elisa Montes y Consuelo Edwards, decidieron de igual forma dejar la banda mostrando su apoyo a la tajante decisión de Lewin.

Luego de una última entrevista a “Miss 17”, inmediatamente después, en la misma edición de la revista, estaban haciendo el llamado para hacer un casting, con el motivo de encontrar a las nuevas supernova. “Yo no lo podía creer [...] contra todo lo que la prensa nos decía, que éramos un grupo de laboratorio y que en el fondo si nos reemplazan le íbamos a dar la razón a toda esa gente [...] siempre fuimos reemplazables”, explica Lewin.

En un principio las chicas tardaron en conocerse. Por alguna razón personas de la producción no querían que hubiera contacto entre ambas generaciones de supernova. Según comentaba Coni Lewin, siempre hubo una buena relación con Koko Stambuk a quien llegó a considerar como un amigo, pese a que imposibilitaba la relación entre los dos tríos. “Yo tenía un montón de experiencia que le podía entregar a estas cabras, cosas que yo viví y procesé, que podría ayudarles un poco, como a sobrellevar esta cuestión”, aclara.

Supernova:

Deja que el mundo de vueltas

La segunda generación de Supernova integrada por Constanza Lüer, Claudia González y Sabina Odone, tuvo un éxito a nivel internacional, siendo incluso nominada a los Grammy Latinos en la categoría Mejor Álbum Dúo o Grupo. Luego de todos los logros que obtuvieron como banda, este proyecto concluyó. "Una de las chicas tuvo muchos atados, creo que con los papás y ya era terrible". La banda terminó siendo congelada, sin retorno hasta la unión informal de las integrantes de ambas generaciones.

En el año 2013 la banda volvió a reunirse con su formación inicial. Anteriormente intentaron hacer un material audiovisual, además de reencuentros para shows específicos. Al siguiente año Elisa Montes abandona nuevamente el trío para enfocarse en Slowkiss, desligarse por completo de la sombra Supernova y del sonido pop que tanto la caracterizaba.

“Supernova es esto ahora”

En el contexto de la música chilena actual, Supernova se planta en un escenario con un público de una mentalidad más abierta y con menos prejuicios a la hora de escuchar el producto nacional, en comparación a cuando ellas iniciaron su carrera. “Es mucho más divertido. Las bandas de ahora se quejan pero es mucho más fácil que antes. O tienes la suerte que tuvimos nosotras que fuimos de una selecta minoría o te dabas a conocer por el boca a boca”, dice Lewin. Fue difícil reconoce, pero el cariño del público ha ido creciendo al pasar los años, convirtiéndose en sinónimo de melancolía para los fans quienes recuerdan con cariño la época en la que Supernova sonaba más frecuentemente en la radio. El tiempo le ha dado otro sabor a las canciones, con un dejado un legado muy valioso para la música nacional.

"Supernova es esto ahora", comenta Lewin, refiriéndose a la dupla que integra la banda en la actualidad. Por el momento tienen una carrera activa limitándose a hacer conciertos y shows, a lo largo de todo el país. Ahora se están preparando para su gira de verano, con motivo de conmemorar los 20 años de Supernova, combinando ambas voces líderes de cada generación, que aún continúan dándole vida a este proyecto.

Tomás Araya
Javiera Mardones