Parálisis del Sueño: Música maestra Martes, 17 de Marzo de 2020 Debutaron como cuarteto en año 2015 en el frágil circuito que sobrevivía para el rock emergente santiaguino en el sector centro-poniente de la capital. Un primer EP con cuatro canciones fue el nacimiento de la banda integrada por Kotalo Gallardo (guitarra, teclado y voz), Pablo Orellana (bajo), Diego Soto (guitarra) y Javier Mancilla (batería), que hoy, luego de cinco años, tres EPs y algunos singles y videos rotando en internet, suman a Fabián Paz (teclado) para presentar "Brígido", su primer álbum. - "Brígido" es su álbum debut, sin embargo, en sus cinco años de carrera ya tenían singles y EP rodando con cierta presencia en algunos medios ¿Tuvo alguna particularidad grabar un larga duración en este momento de su carrera? - K: Fue un proceso intenso. Como fue financiado con un Fondo de la música había que cumplir con ciertos plazos. Nosotros terminamos de grabar el 18 de octubre y quedó la cagá ese día. Entonces todos los planes que teníamos para la semana siguiente ya no valían nada. El disco lo grabamos en Santuario Sónico en Ñuñoa y fue todo un hueveo porque nosotros somos del sector poniente, entonces cuando salimos del estudio y empezamos a bajar vimos que estaba la cagá. - Imagino que ese día no tuvieron ideas de las noticias que ocurrían en la ciudad mientras estaban terminando de grabar. - F: Nada, de hecho, estábamos en el estudio y cachamos que en el metro habían atados, pero igual como en una burbuja. - K: Teníamos que ir ese día porque era la mezcla final y estábamos super contentos, hasta que salimos y nos topamos con el medio taco. Me demoré tres o cuatro horas en llegar a mi casa. La verdad es que el disco fue intenso siempre, los cuatro o cinco meses que estuvimos trabajando en él, porque compusimos hasta el último momento. Hay una canción que se llama ‘Gran desvío’ que nunca la habíamos tocado en vivo. El batero llegó a aprenderse la hueá y quedó super fresca. No sufrió el agotamiento de las más viejas. Armamos una maqueta y la grabamos. - Igual, a pesar de lo intenso y los compromisos con los Fondos de la música, ustedes antes habían grabado en sesiones de solo un día e incluso un EP en vivo ¿Esa experiencia les sirvió para asumir este disco de manera más madura? - K: Nos sentimos diferentes y más maduros que en las grabaciones anteriores. De hecho, salvo el último single acústico (‘Vamos a encontrarnos’), con Fabián no habíamos grabado nunca y él imprimió mucho de su trabajo y sus gustos en las canciones nuevas, como en ‘Sincerarnos’ que está muy presente en la producción y la estética del tema. - F: Igual la producción fue super compartida. Hay canciones que produje casi en su totalidad, otras las produjo el Kotalo. Algunas cambiaron el sentido estético en el estudio, otras se mantuvieron muy parecidas a la maqueta. - Parece que todo eso incidió en el resultado de un disco con un sentido estético muy ecléctico, entre el pop de melodía pegadiza y las guitarras más estridentes y rockeras, texturas acústicas y psicodélicas de por medio ¿Cómo llegaron a ese resultado de pop más exploratorio? - K: Nosotros queríamos hacer un disco muy variado, que no sea rockero o acústico todo el rato y que recoja todo lo que ha hecho la Parálisis, pero tampoco mirando mucho pa’ atrás. Lo acústico nos llegó tan fuerte que incluimos un bolero (‘Tanto duele’) y ahora estamos tocando otro que es como una carta de agradecimiento a un estudiante. Hay harta variedad y eso nos gusta. Fue bien voluntario. - F: La verdad es que no quisimos tener nunca un concepto claro del disco y comenzamos a trabajarlo canción a canción. Si era buena, quedaba. Cuando el Kotalo nos mandó ‘Tanto duele’ al grupo de Whatspp nos gustó al tiro y quedó. No nos sentamos a planificar el resultado del disco. El único concepto que seguimos fue “hueón, hagamos la hueá que queramos”. - K: Una vez conversando con Don Roro nos dijo “no se pongan ninguna traba, ustedes déjense llevar no más, no importa si están cachando que la canción está quedando muy reggetonera o rockera, déjenla”, algo super sabio dentro de toda la experiencia que él tiene. Yo cacho que no viene solamente de esa conversación, porque es algo que todos ya más o menos pensábamos, así que lo aplicamos. - ¿La composición, también fue así de libre y compartida? - K: Las letras son mías, pero hay canciones como ‘Japonesa’ que el Fabián con el Pablo trabajaron harto en su estética. Yo me preocupé de la guitarra y la letra, pero ellos la llevaron a otro lado, armaron sobre la maqueta y le dieron todo un sonido nuevo. - En comparación con las letras de los primeros singles de la Parálisis, donde creabas muchos mundos, con harta escritura automática y hasta surrealista, creo que para este disco escribiste de una manera un poco más sencilla y donde el hablante es más claro, sentado en ti, con una narrativa imaginativa, pero más situada en el aquí y ahora ¿Fue fortuito o también fue una decisión? - K: Fue un ejercicio personal. Venía de tener canciones más abstractas e incluso algunas con mundos que existen en un puro tema, como ‘Los niños’ o ‘Narval’ del primer EP (2015), que son super cinematográficas y se pueden hasta imaginar. En las de ahora sigue habiendo lugar para la imaginación, pero entrego más pistas, por eso son menos abstractas. El otro día un amigo me comentó que todas las canciones son de una persona hablando a algo o alguien que le importa mucho. Yo no me había dado cuenta de eso, pero en ‘Vamos a encontrarnos’ hay mucho de eso, de alguien que le habla a un loco o una loca, o ‘Música maestra’ de un loco que le habla a su amor a la música. - De hecho, mirando los títulos solo ‘Antes disfrutaba el silencio’ y ‘Tanto duele’ se pueden leer como personal, pero el resto son nombres de canciones muy plurales, donde hay un otro, como ‘Sincerarnos’, ‘Vamos a encontrarnos’, ‘Rézale a todos los santos’. - K: Si, el yo con el otro. En ‘Música maestra’ la música también está afuera. - ¿Les han dicho que cuando los escuchan y les cuesta encontrar una banda a la que se parezcan? - F: Lo han dicho hartas veces. Hay gente que canciones específicas les recuerda a algunas bandas, pero después escuchan otra y ahí ya se empiezan a perder. Eso porque cada canción tiene vida propia. Nos han dicho que el disco es como un “grande éxitos” con canciones de diferentes épocas (risas). - K: A mí me cuesta encontrar un partner, hueón. Como otra banda con la que compartir, hacer escena y estar en la misma onda, no sé, como Tronic y Gufi que uno cacha que son lo mismo. A nosotros nos cuesta caleta. - F: De hecho, tendemos a hermanarnos con bandas que son amigas, donde la amistad nos une, no el estilo. - Aun así, dentro de la variedad de texturas sonoras e influencias que a veces son muy rockeras y otras más reposadas, se percibe un hilo conductor muy melódico, parado en la vereda del pop. - K: Una vez, como hace cuatro años entrevisté a la Mon Laferte cuando todavía no explotaba mundialmente y ella me decía que no sabe a quién le había escuchado, pero que era importante que los músicos siempre se defendieran desde el pop, porque desde ahí podís mezclarlo todo y hacer lo que querai. Pero si decís que erís rockero y te ponís a hacer una hueá más popera, al tiro a alguien le va a molestar la hueá. Y tiene razón po’, ella puede hacer la hueá que quiera y nadie le va a decir “oye, eso es muy poco pop”. Justo de eso se trata el pop. - ¿Cómo han percibido las críticas del público, los colegas y los medios? - F: Desde los primeros días fue la raja. Recibimos muchos comentarios positivos incluso de gente que ni cachábamos que les gustaba la banda. Hay gente que ya tiene sus favoritas. Hubo harto cariño, varios nos decían “puta cabros, por fin”, como si lo hubiesen estado esperando. - K: Hay harto músico que antes no nos pescaba mucho y ahora nos han mandado mensajes buena onda, con harta aceptación. Igual es bacán eso, porque por mucho que a uno le guste el disco, siempre tiene dudas. Hay gente que yo pensé que iba a encontrar charcha la hueá (risas), pero todo lo contrario. Este disco ha sido el mejor recibido y ha sido exponencial porque en la medida que hemos ido sacando música, más gente nos tira buena onda. - Hay una pega muy constante de ustedes en los últimos años, que les ha dado visibilidad, pero también hay una escena en general que al parecer se ha puesto más colaborativa ¿Cómo han vivido ese tránsito con sus colegas, desde un medio más hostil a uno más cooperativo? - K: Puede ser que antes estábamos más metidos en lo personal, sin necesariamente ser hostiles. Pero ahora es verdad que hay más apañe entre colegas, aunque se ha ido dando lento. Quizás todos hemos aprendido de a poco a hacerlo, porque lo vemos en el tiempo. Es cierto que ahora es más común escuchar un trabajo de un colega y si te llega decirle “hueón, sigue haciendo está hueá, está pulenta”. - F: Puede ser que haya cambiado para bien el ambiente. Ojalá se mantenga así. - Llegó el lanzamiento de "Brígido" en Matucana 100 y la sensación desde afuera es que fue un show redondito. Los asistentes todavía cuelgan en las redes sociales imágenes del concierto y para ustedes significó su show más grande en solitario ¿Qué sentimientos tienen a una semana del lanzamiento? - F: Fue un show agotador hueón y super trabajado. Hasta el último momento le estuvimos dando en detalles para que saliera bien. Yo personalmente venía con hartas hueás en la cabeza y sentí que las boté todas en el show. Pero fue bacán, con un set de patitas acústica entremedio, mostramos canciones que no quedaron en el disco y la percepción de la gente fue bacán. - K: Además se agotó rápido y estaba llenito con harta gente que nos veía por primera o segunda vez. Incluso creemos que nos faltó un lugar un poquito más grande. Lo mejor de ese show es que el público estaba super prendido y nosotros cachamos en la primera canción. Además, no tocábamos solos hace rato, salvo algunas presentaciones de beneficio por el estallido. Ha sido super lindo tanto cariño. - Este doble hito disco/show ha sido como una bisagra entre la primera etapa de su carrera y el futuro ¿Qué viene ahora para la Parálisis? - F: Me pasó con este disco y el show, que el siguiente paso es darle cierta estética a la banda, en fotografía, videoclips, como en la onda de la portada de "Brígido" (diseñada por Carolina Parsons). Darle coherencia a ese mundo visual de la Parálisis a partir de este momento creativo. - K: Este disco era una deuda y ahora al fin tenemos nuestra presentación, por eso todos nos sentimos un poco más cómodos, porque con el disco en la mano tenemos una imagen más completa de lo que somos para mostrar. Teniendo eso en cuenta, le queremos dar vida al disco. Ya hay ideas de futuros singles gracias a los comentarios de quienes lo han escuchado, incluso nos hemos dado cuenta que las canciones que menos se parecen a los orígenes de la Parálisis son las que más gustaron. Y bueno, nos encantaría salir de Santiago y salir de Chile, estamos con mucho entusiasmo mirando lo que pasa en Colombia y México. Nos encantaría tocar harto, pero hay que ver lo que dice la contingencia. - ¿Cómo les ha afectado la contingencia? - K: Lo primero fue el lanzamiento del disco, que iba a salir en noviembre. Obviamente no pudimos hacerlo porque estaba todo muy difícil, quedando la cagá, con gente que ya había sido asesinada. No era el momento para sacar algo. Igual esto nos afectó más en lo personal, como individuos. Lo bueno es que como banda encontramos un lugar donde canalizar todo. Nosotros compartimos ene nuestros pensamientos políticos, ninguno es de derecha y sentimos el repudio por los mismos personajes, así que nos apañamos harto. Lo bonito es que participamos en hartos eventos de apoyo a causas y agrupaciones y la gente que nos sigue respondió super bien. Una vez tocamos para juntar insumos médicos para las brigadas de la Plaza de la Dignidad y quedamos locos, llegaron caleta de hueás. Fue la raja, estamos todos en la misma. Con toda la mierda que está pasando no podemos decir “nos afectó para bien”, pero si nos hizo encontrarnos de otra forma y cachar que estábamos todos en la misma. - Para bandas independientes y con proyección, los festivales son una vitrina super relevante, En Chile, además del estallido social se suma la crisis sanitaria ¿La cancelación de los festivales y eventos a raíz de la urgencia los ha afectado? - K: No estábamos programados para estos festivales que vienen. Una vez estuvimos en Pulsar y efectivamente nos ayudó mucho, porque nos vio mucha gente que nos sigue. Obvio que nos va a afectar todo esto, pero no queremos pensar mucho en ello, porque hay hueás más importantes que están pasando en realidad. Uno queda en segundo plano en la emergencia. - F: Sería la raja como banda tener la mayor exposición posible, pero es una hueá irrelevante al lado de las hueás que están pasando en el país. Mientras, podemos aprovechar otras vitrinas, sin perder el foco. Además, planificarse está cuático, no sabemos que pueda pasar el próximo mes. Cristofer Rodríguez Tags #Parálisis del Sueño Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. 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