Parálisis del Sueño: Crisis, transformación y resurgimiento

Publicado originalmente en revista Rockaxis #245, noviembre de 2023

 

Entre reflexiones, zodiacos, amores improbables y sorpresas es que se ha trazado el 2023 para la banda nacional Parálisis del Sueño. “IV” es el nombre de lo nuevo de la agrupación, un EP de cinco canciones en las que transitan por nuevas armonías y también apuestan por una nueva construcción de ambientes, una jugada innovadora para la trayectoria de la banda que marca una nueva era. De esto es lo que nos habla Gonzalo Kotalo Gallardo respecto a este trabajo discográfico. 

 

Karin Ramirez

Fotos: Carla Méndez

 

Realicemos un pequeño viaje en el tiempo al 2020, donde la crisis sanitaria, institucional y política es una realidad conocida, rememoramos los comienzos de Gilead (el mundo distópico de la novela The Handmaid's Tale de Margaret Atwood), una minoría poderosa haciendo abuso de poder contra mayorías sin voz. Un Chile pandémico en el que las diversas expresiones de las artes y las culturas parecen darle un aire de esperanza a esta realidad que simula ser una pesadilla. La tele-realidad en que nos sumergimos parece ser escrita por los guionistas de Black Mirror, pero con el contexto médico de The Knick. Todas las series vistas a esa fecha, nos hacen mucho sentido. Sin embargo, tensionamos el establishment con la banda sonora, porque en este Chile apesadumbrado nos aferramos a “Brígido” (2020), el primer LP de la banda nacional Parálisis del Sueño. 

 

De aprendizajes y experiencias fue que se trazaron las historias de una pandemia que dejó marcas en nuestras vidas, las mismas marcas que la agrupación capitalina decide acompañar bajo un manto de valentía en plena era de la incertidumbre. Por lo mismo, es que este primer álbum captura un momento histórico, pero también marca el inicio de la carrera de la banda que serpentea en acordes y guitarras afiladas. «Fue un disco que tuvo muy buena recepción en cuanto a las historias o los relatos que estaba exponiendo, porque incluso si no te ha pasado nunca, lo escuchaste de algún amigo, o lo viste por ahí. Entonces, el primer aprendizaje es creer en los relatos que uno quiere poner en los oídos de otra gente, y teniendo esa conciencia, no hacerlos tan abstractos, que es lo que nos estaba pasando en los anteriores EP de Parálisis», relata Kotalo.

 

Siguiendo en este viaje temporal, “Brígido” toma un rol preponderante en la trayectoria de Parálisis del Sueño, tanto por la impronta con la que desarrollan su identidad artística, pero también por el contexto en se lanza tan potente álbum. Por este motivo, este LP se vuelve una pieza recomendada en el espectro de la música nacional, porque la polisemia del concepto «brígido» también se articula con la semántica de quienes sienten «parálisis del sueño», otorgando nuevos significados al disco, a sus canciones y emociones, y así mismo nos advierta su vocalista: «nos dimos cuenta después, cuando empezamos a tocar, como un año y medio después, que la cagó cuando una banda tiene ganas de ir variando o ir haciendo que crezcan las canciones o ir modificando, la cagó hasta dónde pueden llegar. ¿Cuánto pueden cambiar? ¿Cuánto te puede pedir una canción? ¿Cuánto te va pedir la gente una canción?».

 

Cuando los aprendizajes se vuelven procesos creativos 

 

Avanzando en este pequeño viaje en el tiempo y aterrizando en el 2023, nos encontramos de golpe con el nuevo lanzamiento de la banda capitalina “IV”. Un EP que guarda historia, experiencia y que merece ser comprendido desde la apuesta de diversidad sonora que Kotalo Gallardo reconoce como un mix de enseñanzas: «este es un trabajo redistinto para nosotros como músicos, de harta experimentación, de harto aprendizaje, porque tiene que ver con tomar nosotros las riendas de la grabación y del microfoneo. A su vez, debido a ese cambio de integrantes y de la parada en la que estaba cada uno escuchando música o componiendo, también resultó que salió un sonido súper distinto a los EP anteriores».

 

 

A este punto, se revela el significado e importancia del tiempo para la banda que lleva por nombre una afección somnífera, dan cuenta de la trascendencia de los procesos internos como parte de la evolución creativa que se plasma en este nuevo EP, en palabras del artista: «es como una foto de un período de transformación... Bueno, lo digo así, no fue tan terrible como va a sonar, pero para mí es una buena foto de la mitad de una crisis. Como tuvimos salida de integrantes y la necesidad de volver a rearmarnos o ver qué iba a salir con estos nuevos elementos en la banda, creo que todo eso se transformó en el EP que sacamos».

 

La crisis y transformación que sustenta conceptualmente el nuevo trabajo de Parálisis del Sueño refleja una experiencia de vida que se vuelve una metáfora del desafío constante de aprender a tomar los cambios como aquellas vivencias límites que nos entrega la vida y reflexionar sobre aquello. En esta línea, Kotalo nos detalla que «nos dimos cuenta que el repertorio que estábamos ensayando apuntaba a emociones, más que de recorrer una historia, de identificarse con alguna situación; pero nos pasaba que nos estábamos encontrando con nuestra propia música, así como de cabecear, de saltar, de bajarnos del escenario, y hacer que la gente salte en el escenario también».

 

La profundidad de la experiencia de reformulación de la banda impactó de tal forma que el nuevo rumbo del proyecto y los trabajos venideros también se sitúan desde esta perspectiva, de reconocerse en cambio, en metamorfosis, pero también reflexionando siempre desde una perspectiva crítica, avanzando y proponiendo en articulación al sentir de la música en vivo. Sobre esto, Gallardo señala que es necesario hacer «canciones para que podamos desahogarnos desde ahí, desde la música primero». 

 

Atendiendo a la premisa del reconocimiento, Kotalo confiesa que en Parálisis del Sueño abordan este choque «entre lo que teníamos y lo que sentíamos que teníamos que componer. Hay una fisura, entonces desde ahí hacia adelante la banda empieza a componer de otra forma. Y los nuevos elementos de la banda, que en este caso serían el bajista y el batero, también empiezan a involucrarse de otra forma, con otros ritmos, otros patrones, otra energía, otra disposición de hacer las cosas. Se nota que es otra etapa de la banda».

 

Uno de los puntos que más releva Gonzalo a lo largo de la conversación es el vínculo genuino que mantiene con el público, un detalle que no pasa desapercibido para quienes viven y sienten la música de Parálisis del Sueño. «Con la gente que nos escucha, no sé qué es, pero como que hay una cercanía brígida que se produce muy naturalmente. No sé si es por la personalidad de nosotros, que después de los shows nos quedamos conversando y compartiendo con ellos o qué, pero nos gusta la gente que va, le metemos conversa. Puede ser eso, o puede ser también que sea algo que la banda transmita. Pero hay un ambiente de cercanía y mucho apañe, en patota. Es muy lindo eso», cuenta el vocalista sobre cómo se ha dado la articulación en la relación de compañía, apañe y afecto entre banda y fanáticos.

 

En esta cercanía es que se trazan las bases de este nuevo EP, y también su próximo álbum. «La música en general es un poco así, cercana. Tengo esa idea muy pegada, y creo que todo eso salió desde esa imagen y desde ahí va construyendo. Y quizás las canciones de “IV” puede ser lo mismo, pero en vez de estar en tu pieza, estás en el público de un concierto de rock y el loco que está al lado saltando y empujándote, quizás ese es un tipo de comunicación que quieren lograr esas cinco canciones, como empujarte todo el rato a moverte, a hacerte parte».

 

Cerramos la conversación, y también terminamos este viaje en el tiempo pimponeando canciones que marcan la historia de Gonzalo Gallardo, y que también se plasman en los procesos creativos de Parálisis del Sueño. Nos llevamos una parte importante del resurgimiento y la nueva era de la banda que, desde la vertiginosidad del nuevo rumbo, también emerge de forma sublime una nueva posibilidad de construcción armónica y sonora. Guardamos los detalles de “IV”, pero también quedamos expectantes a los nuevos pasos que trae el próximo álbum de estudio de la banda, que lejos de grandilocuencias, solo buscan conectar con su público en catarsis corporal y sonora.