Daniel Cavanagh: Como en el living de la casa

Jueves 10 de mayo, Teatro Nescafé de las Artes
Santiago - Chile

Con los años, Daniel Cavanagh ha construido una importante reputación musical. Se ha ganado un respeto y una admiración tanto por su calidad vocal como instrumental y compositiva, capaz de recrear delicadas atmósferas e "improvisados" arreglos (que no lo son), creados en el momento. No es una simple guitarra, no es una sola voz, son golpes, pistas, texturas y capas que se traducen en emociones de variada índole. Una noche inolvidable que repasó su tremendo repertorio de Anathema, más algunos clásicos de la música popular que siempre son bienvenidos. Mención aparte fue su interacción con el público, sus preguntas donde levantaran la mano a cuántos les gustaba Porcupine Tree o Nirvana, y que The Beatles era el grupo más importante (en la historia), además en un tono distendido, consultar que temas querían escuchar.

Un Teatro Nescafé de las Artes con capacidad media recibió a un personaje que ya se siente como en casa, aunque en un principio -y con puntualidad inglesa- 21:00 horas en punto, algo frío de golpe y sin saludar comienza de inmediato a grabar sus partes de guitarra o percusión para que suenen de fondo infinitamente y vayan construyendo una mayor instrumentación, es el comienzo con Springfield de "The Optimist" y una resonancia chicharrienta creando un ambiente único y especial. Le siguió Untouchable, Part 2 , una joya emotiva que marcó la noche… El coro de "I had to let you go, to the setting sun" se escuchaba tibiamente por parte de la gente que estuvo más respetuosa que lo normal. Por otro lado, hablar del sonido no tiene caso, porque fue excelente, preciso para la ocasión, la nitidez vocal y es precisamente cuando no llama la atención es que deja de ser tema, claro, considerando algunas partidas falsas e indicaciones de Cavanagh a la mesa por más retorno.

Ya entrando en calor, llegó la emotiva con piano The Exorcist , un nexo que le da el nombre a esta gira "The Monochrome Tour", para después continuar con el clásico del "A Natural Disaster", Are you there? que fue pegado de manera magistral a Runninp up the Hill , el primer cover de la noche, porque no podemos contar los temas de Anathema si son de su autoría. El primer guiño a Pink Floyd se hizo presente con Another Brick In The Wall con fuerza y cierto desparpajo para calmar las aguas con Enjoy the Silence en piano.

Durante el show, Danny Cavanagh ya se sentía en confianza, preguntaba que querían oír, por ahí pedían Flying pero no fue concedida, una lástima. De todas formas se dio el tiempo de improvisar con Schism de Tool -la banda que todos esperan ver algún día-, también lo hizo con Hallelujah version Jeff Buckley -a quien le pidió perdón al final del tema por el cambio hilarante de letra-. signos claros que había una cálida intimidad, como en el living de la casa, una reunión de amigos con guitarra, y es que eso fue, Cavanagh es nuestro amigo músico que nos transporta a otro tiempo y espacio dejando de lado la realidad, más todavía con la interpretación etérea de Shine On You Crazy Diamond y los clásicos de siempre con una tripleta significativa: Fragile Dreams , Lost Control y el remate con la conmovedora One Last Goodbye cantada algunas partes por el público.

Ya cerrando la noche con Anathema del "Distant Satellites", pidiendo prender las luces para apreciar a los asistentes, Deep dio uno de los golpes finales para culminar con Wasted Years pegado con Temporary Peace , el tiempo se agotaba y el broche de oro era Untouchable, Part 1 . Definitivamente una noche magistral, mágica y espacial, a pesar de notarse un poco congestionado, Danny Cavanagh se dio el lujo de tocar lo que quiso y compartirlo con su grupo de amigos chilenos que lo fueron a ver. Una lástima que el teatro no estuviera repleto porque lo merecía. Otro músico de la casa que siempre será bienvenido, tanto en solitario como con su banda Anathema.

Claudio Torres
Fotos: Peter Haupt

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