RX 19: Uniendo generaciones

Dracma, Alectrofobia y Exxocet comandaron los festejos

Viernes, 06 de Diciembre de 2019

Jueves 5 de diciembre, 2019
Club Chocolate

A lo largo de la historia, Rockaxis siempre ha conmemorado sus aniversarios en grande, ya sea con shows nacionales o internacionales. Cada fin de año trae consigo un evento memorable cuando se trata de festejarnos y el aniversario diecinueve no podía ser menos con tres agrupaciones que representan a concho nuestro espíritu: Exxocet, Alectrofobia y Dracma. Son parte de nuestro ADN, por eso las hemos acompañado en instancias significativas de sus carreras, sobre todo durante el 2019. ¿Cómo olvidar el primer Teatro Cariola de Alectrofobia, el triunfante lanzamiento de “Mighty Jungle” de Exxocet o la conmoción que causó la reunión de Dracma? Para materializar esta sinergia, nada mejor que verlas sacudir el escenario dejando extasiados a todos los que decidieron ser parte de una verdadera fiesta de riffs incandescentes, justo un año después de la mayoría de edad y uno antes de las dos décadas.

El aspecto más destacado de este tridente fue su diversidad estilística, lo que permitió apreciar una convivencia armónica entre las propuestas que pasaron por el Club Chocolate. En ese sentido, la partida con Exxocet fue una jugada acertada, ya que una buena dosis de glam rock a la vena era lo más óptimo para encender los ánimos de una tertulia que prometía ser inolvidable. Aunque las guitarras se tardaron un instante en encontrar la fuerza que exigían ‘Cannibal Carnival’ y ‘Just Another Night’, el quinteto desplegó su poder sin contratiempos desde ‘Alive’ en adelante, asegurando también los elementos técnicos de su sólida presentación.

RX 19: Uniendo generaciones

La destreza del joven Martín Álvarez en la batería de ‘Screams From The South’, la agudeza de las seis cuerdas tanto de Lukky Sparxx como de Richie Love en el sucio cover de Mötley Crüe ‘Kickstart My Heart’, la fuerza de Danny Crow en el bajo de ‘Heavy Metal Angels’ y la versatilidad de Chris Lion en ‘Party Tonite’ nos internaron en una jungla de abundante vegetación sonora y colores destellantes, incluso con ciertos pigmentos de heavy metal. Una vez más, la llamativa fórmula de Exxocet se lució sobre la tarima, no solo porque su música hace viajar instantáneamente a la década en que el rock era grandilocuente, sino porque encarnan su estilo de una manera respetuosa sin caer en la parodia y defendiendo esos valores que los hacen únicos.

Y de la fiesta de Exxocet, pasamos a la cruda realidad con Alectrofobia. El setlist empezó con su faceta más política, disparando a quema ropa con ‘Imbécil’, ‘Hijos de la segregación’ y ‘Carroñeros’, todas con las gráficas del espectáculo “Imbécil y violento” que se llevó a cabo en el Teatro Cariola en agosto del 2019, cuando ya nos advertían de muchas cosas que hoy vemos en la realidad nacional. “Estamos en un momento muy relevante en el que tenemos que acordarnos que hemos conseguido muy poco, pero sí hemos logrado algo: la empatía”, dijo un emocionado Gerardo Elgueta, dando cuenta de cómo la contingencia calza con ‘Alto al fuego’, creada un par de meses antes del estallido social. Es imposible que no se coloquen los pelos de punta cuando pasan las imágenes de todo lo que hemos vivido en estas semanas mientras la letra sale con emoción de la garganta de Elgueta, quien remata con la acertada ‘Rutinas’ y la consigna “el que no salta es paco”, obteniendo la respuesta instantánea del respetable.

El aporte de los seguidores fue vital en ‘Anestesia’ y ‘Nada que perder’, ya que mostraron su fidelidad al trío de manera intensa, contentos de ver una actuación de primer nivel en la que Alonso Cabello lo dio todo para golpear con fuerza la batería y Rudy San Martín efectuó su ardua labor en la guitarra tras salir de una operación crucial, ocupando la música como la mejor sanación. Además de entregar una puesta en escena vibrante, los de Temuco no dejaron de lado esas sorpresas que siempre son un aderezo importante. El conejo insigne del combo apareció en ‘Cómo no me va a doler’ a fin de generar el ambiente propicio para cerrar el segundo acto, pero, considerando la efervescencia del público y de la banda, decidieron sumar dos canciones más, despachando ‘500 litros’ y el conocido cover de Los Saicos ‘Demolición’ para culminar su periplo por todo lo alto. Gozando de su buen momento impulsado por “Violenta Fortuna” (2018), Alectrofobia dio otra cátedra de valentía, ingenio y energía como una de las bandas que ha encapsulado de mejor manera lo que pasa en la sociedad chilena, siempre con un norte claro que los hace sentir auténticos, y eso, no se encuentra en todos lados.

RX 19: Uniendo generaciones

Si lo de Exxocet y Alectrofobia fue una muestra de dos bandas actuales con total relevancia, llegaba el turno de desenterrar un verdadero tesoro de nuestra música como Dracma. Sin duda, las expectativas de su retorno tras quince años de silencio eran altas y, como los profesionales que son, superaron todo lo imaginable. Era impresionante ver lo bien que se mantienen canciones como ‘Verte morir’, ‘Sangre fría’ y ‘Todo lo que pudo ser’, enganchado de inmediato con la misma rapidez de siempre. Siguiendo en lo estrictamente musical, la concordancia de los instrumentos en la demencia de un groove apabullante como el de ‘Placer del dragón azul’ o en las intrincadas líneas con aroma a funk de ‘No es un juego’ hablan de una banda que no ha perdido un ápice de química y se entiende mejor que nunca.

La madurez le viene muy bien a Dracma. Siempre fueron músicos avezados, pero la perfección que lograron esta noche encendió las pasiones tanto de los fanáticos que vivieron su apogeo entre finales de los 90 y principios del 2000, como de los que eran muy chicos para disfrutar su música en el estado natural de una tocata. Ambas facciones quedaron atónitas con la profundidad del bajo de Cristian Rozas en ‘Pobre decepción’, el lacerante riff de Gerhard Wolleter en ‘Sacramento’, la bestialidad de Cote Foncea en ‘Como un animal’ y las venenosas rimas de Pablo Vargas y Felo Foncea en la nueva ‘Juntos’, una evidencia de que pueden posicionarse en el contexto actual manteniendo su estampa. Pero los momentos en que la fanaticada se apropió de ‘Chilenada’ e ‘Hijo de Puta’ fueron los más emotivos, ya que esos hits catapultaron la popularidad de Dracma en su tiempo y da gusto ver cómo siguen vivos, tanto en la frase que fue parte de las marchas - “si eres mapuche, mujer o niño debes saber que no tienes opinión y si necesitas quejarte, el presidente no está de tu parte” - de la primera como en el coro gigante de la segunda, con una álgida despedida en medio de un mosh que unió a varios.

Con un poco más de tres horas de música en el cuerpo, los asistentes al aniversario diecinueve de Rockaxis pueden decir fácilmente que llevan otro hito del rock nacional en la piel. No es mera arrogancia, sino una señal de cómo generaciones y proyectos de distinta raíz se unieron en un momento crucial que pronto dará sus frutos. Este fue un guiño a todo nuestro público, desde el que goza con lo actual, pasando por el que tiene su corazón en esas bandas chilenas que rompieron los moldes en décadas pasadas, hasta los que se llevaron más de una sorpresa viendo por primera vez a alguno de los grupos que forjan el espíritu indomable de Rockaxis. Gravitando lo ocurrido, tenemos la certeza de que Exxocet y Alectrofobia seguirán marcando pauta durante mucho tiempo, pero aún no queda claro que viene para los Fonceda y compañía. ¿Será esta la única vez de Dracma? ¿Habrá más oportunidades de verlos? Si siguen, se agradece que hayamos presenciado el punto inicial de una nueva etapa y si no, fuimos privilegiados de vivir algo único. De cualquier forma, la huella que dejó esta velada ya quedó marcada en la historia.

Pablo Cerda
Fotos: Juan Pablo Maralla

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