Iron Maiden
Brave New World

2000. EMI
La importancia e influencia de Iron Maiden desde comienzos de los 80´s es claramente inmensurable. Probablemente podríamos escribir páginas y páginas de su legado o lo que significo el debut de Dickinson en “The Number Of The Beast”, o analizar sus obras maestras, “Piece Of Mind” y “Powerslave”. Pero aquí hablaremos del regreso a la fórmula explosiva que creó Maiden con su segundo vocalista Bruce Dickinson y el gran Adrian Smith (guitarra). Regreso, porque como bien saben, la banda se mantuvo a flote durante casi todo los 90´s, con mediocres discos, incluso junto a Dickinson, y luego con el desafortunado Blaze Bayley, quién tuvo que ocupar los difíciles pantalones dejados por el sr. Dickinson. Vinieron dos discos para el olvido, aunque seguramente muchos fanáticos de la banda los disfrutan gratamente, que estaban lejos de crear esa magia e intensidad de sus antecesores.
La gran noticia vino el año pasado, cuando Iron Maiden se reunió con Bruce Dickinson y Adrian Smith (que venían tocando juntos en la banda de Dickinson), y lanzan el álbum recopilatorio y vídeo game, “Ed Hunter”, el cual fue promocionado con una corta pero exitosa gira por Estados Unidos y Europa, dejando ver solo la punta del iceberg de lo que se tenia preparado el ahora sexteto (El guitarrista Janick Gers siguió con el grupo) inglés.
Llega así, el 30 de mayo de 2000, con uno de los discos más importantes y esperados por la comunidad más metalera y tradicional, el regreso en gloria y majestad de la Doncella de Hierro, Iron Maiden, y su disco “Brave New World”. Las expectativas son altas, y cumplieron. Producido por Kevin Shirley (The Black Crowes/Dream Theater/ Aerosmith) y el jefe, Steve Harris, “Brave New World” suena afilado, fino, guitarrero (con 3 guitarristas!) y lo mejor de todo, Maiden. La estampa sonica de este sexteto es única, notándose claramente en el primer corte del disco, ‘The Wicker Man’, tema adrenalitico y potente que abre de gran manera este álbum. Hay otros temas altamente destacados como ‘Ghost Of The Navigator’ , ‘Dream Of Mirrors’ (épico y majestuoso, casi 10 minutos de puro Maiden clásico), ‘The Fallen Angel ‘(Otro clásico y directo al punto, posiblemente el próximo sencillo), ‘The Nomad ‘(Personalmente lo mejor del disco, excelencia pura!) y cerrando el álbum en forma redonda , ‘The Thin Line Between Love And Hate’, donde queda clarísimo el alto nivel en la voz de Dickinson.
No es el mejor disco de Iron Maiden, pero me atrevo a decir que es lo más sólido de los últimos 11 años. Eddie esta de vuelta con esta leyenda viviente, que sigue a todo cañón, sacando la cara por el más puro Metal. Excelente arte para la carátula del disco, de la mano de Steve Stones y el clásico, Derek Riggs. Up The Irons !!
José "Cote” Hurtado
La importancia e influencia de Iron Maiden desde comienzos de los 80´s es claramente inmensurable. Probablemente podríamos escribir páginas y páginas de su legado o lo que significo el debut de Dickinson en “The Number Of The Beast”, o analizar sus obras maestras, “Piece Of Mind” y “Powerslave”. Pero aquí hablaremos del regreso a la fórmula explosiva que creó Maiden con su segundo vocalista Bruce Dickinson y el gran Adrian Smith (guitarra). Regreso, porque como bien saben, la banda se mantuvo a flote durante casi todo los 90´s, con mediocres discos, incluso junto a Dickinson, y luego con el desafortunado Blaze Bayley, quién tuvo que ocupar los difíciles pantalones dejados por el sr. Dickinson. Vinieron dos discos para el olvido, aunque seguramente muchos fanáticos de la banda los disfrutan gratamente, que estaban lejos de crear esa magia e intensidad de sus antecesores.
La gran noticia vino el año pasado, cuando Iron Maiden se reunió con Bruce Dickinson y Adrian Smith (que venían tocando juntos en la banda de Dickinson), y lanzan el álbum recopilatorio y vídeo game, “Ed Hunter”, el cual fue promocionado con una corta pero exitosa gira por Estados Unidos y Europa, dejando ver solo la punta del iceberg de lo que se tenia preparado el ahora sexteto (El guitarrista Janick Gers siguió con el grupo) inglés.
Llega así, el 30 de mayo de 2000, con uno de los discos más importantes y esperados por la comunidad más metalera y tradicional, el regreso en gloria y majestad de la Doncella de Hierro, Iron Maiden, y su disco “Brave New World”. Las expectativas son altas, y cumplieron. Producido por Kevin Shirley (The Black Crowes/Dream Theater/ Aerosmith) y el jefe, Steve Harris, “Brave New World” suena afilado, fino, guitarrero (con 3 guitarristas!) y lo mejor de todo, Maiden. La estampa sonica de este sexteto es única, notándose claramente en el primer corte del disco, ‘The Wicker Man’, tema adrenalitico y potente que abre de gran manera este álbum. Hay otros temas altamente destacados como ‘Ghost Of The Navigator’ , ‘Dream Of Mirrors’ (épico y majestuoso, casi 10 minutos de puro Maiden clásico), ‘The Fallen Angel ‘(Otro clásico y directo al punto, posiblemente el próximo sencillo), ‘The Nomad ‘(Personalmente lo mejor del disco, excelencia pura!) y cerrando el álbum en forma redonda , ‘The Thin Line Between Love And Hate’, donde queda clarísimo el alto nivel en la voz de Dickinson.
No es el mejor disco de Iron Maiden, pero me atrevo a decir que es lo más sólido de los últimos 11 años. Eddie esta de vuelta con esta leyenda viviente, que sigue a todo cañón, sacando la cara por el más puro Metal. Excelente arte para la carátula del disco, de la mano de Steve Stones y el clásico, Derek Riggs. Up The Irons !!
José "Cote” Hurtado
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