Porcupine Tree
In Absentia

(Publicado originalmente en 2002)
2002. Lava Records/Atlantic
Por fin apareció el esperado nuevo disco de esta notable banda de la psicodelia progresiva británica Porcupine Tree, quienes llegan con nuevos bríos y fuerzas en este extraordinario trabajo "In Absentia". Antes de comenzar a hablar de las doce canciones que componen el álbum, no podemos dejar de mencionar al nuevo baterista que debuta en este disco llamado Gavin Harrison -reemplazante de Chris Maitland-, quien se une a los estables Richard Barbieri en los teclados, Colin Edwin en el bajo y por supuesto, al maestro guitarrista, cantante y compositor Steven Wilson. Lo otro que hay que hacer notar es que este disco es el primero de canciones originales desde el 2000, año en que editaron el más pop "Lightbulb Sun".
En líneas generales "In Absentia", sin duda una gran placa, nos muestra a unos Porcupine Tree-Wilson bastante maduros, con canciones que van desde lo más acústico y cadencioso, hasta lo más rockero e incluso con guitarras distorsionadas que de algún modo "metalizan" el álbum. No por eso crean que Porcupine Tree se volvió una banda del hard rock, pero sí podemos decir, que en relación a sus discos anteriores, este es el que tiene más ganchos distorsionados. De todos modos encontramos canciones tan bellas como en cualquiera de sus épocas, con un Wilson inspiradísimo tanto en la voz como en la guitarra y un gran trabajo instrumental por parte de Barbieri, con sus alucinantes texturas espaciales, Edwin y su bajo siempre sólido y Harrison, que debuta de una buena manera, con interesantes quiebres y líneas en la percusión. Aunque no encontramos temas demasiado largos y de mucha pretensión instrumental, la herencia psicodélica y el tesoro, que es la música de Porcupine Tree, siguen intactos. Todo esto podemos apreciarlo sobre todo en las melodías vocales, en el gran trabajo armónico y rítmico de las guitarras, en los coros universales y en general, en una elegancia compositiva que sólo Wilson ha sabido entregar para mantener a la psicodelia del siglo XXI con la frente en alto.
Pero vamos haciendo una pequeña revisión de las canciones. El disco comienza con la muy rockera 'Blackest Eyes', con un riff muy metálico en el inicio, pero que en la parte cantada se basa en la guitarra acústica, además de otros arreglos en la eléctrica y una melodía simple y esperanzadora. Vuelven los quiebres metálicos, para nuevamente llegar a la parte cantada cerrando un comienzo bastante prometedor de "In Absentia". 'Trains', el siguiente tema, nos recuerda claramente el período de discos como "Lightbulb Sun" o "Stupid Dream". Cancione basadas en el sonido acústico, bellos coros, solos de guitarra, alguna parte instrumental, pero en definitiva, una composición que toma la fuerza de la canción pop para expresar el siempre inquieto espíritu de Wilson. El siguiente tema realmente nos deja boquiabiertos. 'Lip Of Ashes' nos recuerda lo mejor del período más experimental de la banda, pero no exactamente porque haya mucha experimentación -aunque no dejan de ser llamativos los sonidos hechos por Barbieri-, sino más bien por el tipo de composición y por la melodía que por lo menos llega hasta los huesos. Desde mi punto de vista uno de los grandes aciertos de este nuevo disco.
El recorrido prosigue con el excelente tema 'The Sound Of Muzak', canción de un tiempo medio o mid tempo -es decir ni lento ni rápido-, con una estructura muy parecida a la de 'Trains'. Introducción-estribillo-coro enganchador. Sin duda que este mantiene la calidad del disco y si a eso le sumamos el primer gran solo de Wilson en la mitad, mejor todavía. 'Gravity Eyelids', el primer tema más largo del disco -casi ocho minutos-, nuevamente nos lleva a la sensibilidad más psicodélica de Wilson, con una instrumentación muy distinta a la de los otros temas, en donde es predominante el teclado de Barbieri y las percusiones de Harrison como soporte para las siempre hermosas melodías vocales. Otra vez encontramos una evolución bastante más metalera en el medio de la canción, en donde Wilson entra con gran fuerza con su guitarra distorsionada en el interesante desarrollo instrumental de 'Gravity Eyelids'. El próximo tema, es el bien logrado e instrumental 'Wedding Nails', que suena bastante bizarro cuando se unen los riffs pesados con las aventuras sónicas de Barbieri y los destiempos de Harrison. Un tema que nos demuestra a la perfección el cruce entre lo más experimental y el nuevo elemento más rockero que ha incorporado la banda en su estilística.
Es así como ya metidos en el medio del disco nos topamos con la más tradicional 'Prodigal', luego la notable y a todas luces más psicodélica '3', en la cual resalta el bajo repetitivo de Edwin, el interesante trabajo de Wilson en las guitarras procesadas y el teclado de Barbieri siempre llenando el silencio. En este punto me gustaría aclarar que Barbieri en ningún caso es un instrumentista como se entiende lo es un músico de la escuela progresiva sinfónica. Aquí no hay ningún solo de teclado a la manera de Yes, ELP o Arena por ejemplo. Su trabajo tiene que ver con los ambientes y atmósferas y sin duda que en ese aspecto es un maestro. Ya entrando a tierra derecha nos topamos con la rockera 'The Creator Has A Masterpiece' y luego con la inmensa composición en piano y guitarra 'Heartattack In A Lay By', la que nos sigue demostrando el talento intacto de Wilson como compositor de melodías que llegan hasta el alma. Además es notable el trabajo de coros a lo Beatles. El álbum va cerrando con el pesado y energético 'Strip The Soul', el que además viene con un video en el disco que se puede ver en Windows Media. Finalmente el álbum llega a su termino con la belleza de 'Collapse The Light Into Earth', cerrando un disco redondo en donde nos paseamos por diversos mundos estilísticos creados a la perfección por Porcupine Tree.
Como conclusión me gustaría decir que la propuesta de estos ingleses es sin duda la de un pop muy complejo, elegante y sofisticado, y que sin problemas por momentos puede ser comparado con Radiohead y por otros, con Dream Theater. También decir que "In Absentia" es uno de los discos más accesibles de la agrupación y que está bastante alejado de la electrónica avant-garde progresiva de sus primeros días. Lo importante de mencionar es que este cambio paulatino nunca se ha notado forzado ni menos presionado y que cualquier cosa creada por el genio de Wilson merece toda nuestra atención y respeto. Sin duda que este disco no es la excepción.
Héctor Aravena
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