Traveling Wilburys
Traveling Wilburys Vol.1

1988. Wilbury
(Publicado originalmente en julio de 2011)
Un supergrupo. Así se describe a los Traveling Wilburys. Tal vez, junto a Crosby, Stills, Nash & Young, los únicos supergrupos de la historia. Muchos se preguntarán quiénes son los Wilburys. Bueno, para los que (lamentablemente) no lo sepan, es un grupo formado por Roy Orbison (leyenda de comienzos de los sesentas), Jeff Lynne (ex miembro de The Move y la ELO), Tom Petty (que dejó por un rato descansar a sus Heartbreakers), George Harrison y Bob Dylan (¿alguien conoce a estos 2?). Con semejante formación, cualquier trabajo que hicieran sería de colección. Pero más que el disco en sí, la gran duda es cómo pueden haberse juntado estas 5 estrellas y hacer un disco.
No puede decirse cuándo comenzaron a relacionarse unos con otros, pero en 1987 Petty había girado con Dylan, George Harrison tenía una larga amistad con Dylan, Jeff Lynne y Harrison habían ayudado a Petty en la producción de un disco de Del Shannon, Jeff había producido el último disco del ex Beatle, “Cloud Nine”... Es decir, había una importante red de contactos entre varios de ellos. El proyecto de los Wilburys comienza precisamente con “Cloud Nine”, cuando Harrison y Lynne comienzan a trabajar en un lado B para el single ‘When we was Fab’ (tema que recordaba sus años Beatles).
Mientras discutían la idea, apareció Roy Orbison (quien trabajaba en su próximo disco junto a Lynne), que había hecho buenas migas con Harrison y se ofreció para poner su voz en el supuesto tema. Para aprovechar la ocasión, buscaron rápidamente un estudio donde trabajar, y el único que encontraron disponible era el que había en el garage de Dylan. Harrison tenía su guitarra en casa de Petty, por lo que la fue a buscar y aprovechó de invitarlo a participar del tema. Cuando finalmente se reunieron, Harrison le pidió a Dylan que le ayudara con las letras del tema. “Dame algunas letra, tú, famoso letrista”. El resto se unió a terminar el tema que George había llevado, Orbison hizo su parte vocal y eso motivó que Dylan y Petty cantaran en el puente. El resultado: ‘Handle with Care’.
Así, anecdóticamente, se unieron estos 5 maestros y se entusiasmaron con hacer un disco. Lucky Wilbury (Dylan), Otis Wilbury (Lynne), Charlie T. Jnr. (Petty), Lefty Wilbury (Orbison) y Nelson Wilbury (Harrison) unieron sus cabezas y se despacharon este “Traveling Wilburys Vol. 1” en medio de grandes expectativas. El notable resultado se debe al relajo con que trabajaron. Como Orbison reconoció, “se dejaron los egos de lado y la química entre nosotros funcionó”. Cantan todos, hay temas para todos los estilos de voces, nadie quedó disconforme. Tanto relajo sirvió para que sea un disco entretenido, tanto para quien lo escucha como para ellos mismos.
El primer track, y a la vez obvio primer single, fue ‘Handle with Care’. Es simplemente perfecto, se siente el trabajo que hubo detrás, lo espóntaneo que fue, porque los trabajos vocales están increíbles, porque la harmónica de Dylan sigue siendo única, porque la melodía innegablemente Beatle contagia a cualquiera... Tanto fue el relajo, que en ‘Dirty World’ tenemos a Dylan rockeando como no acostumbra a hacerlo. El final es de lo más entretenido que se haya escuchado jamás, con todos cantando “he loves your” y cada uno turnándose para completar la frase. Repito, esa es la gracia de este trabajo. Diversión pura, cada uno quiso hacer cosas que no había hecho antes en sus carreras solistas. Ni hablar de ‘Rattled’, un rockabilly, que calza como anillo al dedo a Orbison, pero que es cantada en gran parte por ¡Jeff Lynne! El solo de Harrison recuerda a los que hacía en esos memorables 2 primeros discos de los Beatles, donde todo era rock & roll.
‘Last Night’ es 100% Petty, pero si hay algo que la hace grande es la pequeña pero perfecta participación de Orbison. Nadie intentó robarse la película, lo que hace que cada contribución personal sea justa, precisa, grandiosa. Es un disco que no tiene excesos. 9 de los 10 temas duran 3 minutos y tanto, y salvo alguna excepción, ninguno de ellos hay sólo un cantante. El grupo es más grande e importante que cualquier miembro de él o que el disco. De eso no hay dudas. ‘Not alone anymore’ es un tema hecho a la medida de Orbison, con el resto de sus camaradas haciéndole coros, pero dejando al más veterano del grupo lucirse como en sus años dorados. En ‘Congratulations’ se siente la mano folk de Dylan, en ‘Heading for the Light’ Harrison y Lynne se ponen rocanroleros otra vez y la cosa recupera su velocidad inicial. Las armonías de los coros recuerdan inevitablemente a lo que hacía Harrison en The Beatles, una escuela para él y sus hermanos Wilburys.
‘Margarita’ es maravillosa. Con más de un minuto de intriducción de guitarras y armonías vocales, comienzan a entrar los versos por separado de cada uno, sin seguir ninguna lógica compositiva. Simplemente aquí se dejaron llevar, confiaron en el talento de unos y otros y armaron esta fantástica canción. La más ochentera de todas en cuanto a su sonido, es también probablemente la más sorprendente. ‘Tweeter and the Monkey Man’ nos muestra a Dylan contando una historia, al estilo ‘Hurricane’. Sin embargo, los coros que le hacen los demás Wilburys le dan un aire oscuro que no tenía ningún otro tema del disco. El cierre del disco está a cargo de ‘End of the Line’, el otro single del disco, es tan amigable que es realmente un gusto escucharla. Aquí todos tienen partes solistas (salvo Dylan), todos hacen coros, con una melodía exquisita, y con la frase “well, it’s alright” que se te queda pegada, porque efectivamente, está todo bien aquí. Una joya, para cerrar un disco histórico.
Los caminos de los Wilburys volverían a cruzarse. Aunque no para todos. Roy Orbison moriría poco antes de lanzarse el disco, sin embargo dejó un álbum póstumo, “Mystery Girl”, producido por Lynne, de donde sale la fenomenal ‘You got it’, que cuenta con la participación de Petty y el mismo Lynne. En el disco de Petty “Full moon Fever”, Lynne otra vez haría de productor, Orbison participó en algunos coros, y Harrison haría algunas guitarras. En el concierto de celebracion del aniversario número 30 de Dylan, Petty y Harrison tendrían destacadas participaciones, tanto con versiones propias de temas de Dylan como en una versión de ‘My back Pages’ junto al mismo Dylan, Eric Clapton, Roger McGuinn y Neil Young (búsquenla, es realmente imperdible). Bueno, y en 1990 saldría “Traveling Wilburys Vol. 3”, que no alcanzaría los niveles de este primer disco.
Cada cierto tiempo las leyendas tienen que demostrar porqué se han ganado ese calificativo. Y qué mejor que lo hagan juntándose con otras leyendas y grabando un disco tan entretenido como éste. Orbison, Lynne, Petty, Harrison y Dylan. Por separado nunca sonaron tan despojados y frescos como en este disco. Y eso ya es mucho decir. Un disco mucho más grande que el conjunto de canciones. De hecho, más que un álbum, es un documento histórico, para escuchar y aprender. Sobre cómo ser una estrella de rock y no tomárselo tan en serio.
Juan Ignacio Cornejo K.
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