Almendra
Almendra
Dentro de la prolífica escena rockera de Argentina, una de las bandas pioneras -y que marcaría al rock por generaciones- fue Almendra. Formada a fines de los años sesenta, el cuarteto estaba compuesto por el gran Luís Alberto Spinetta en guitarra y voz, Edelmiro Molinari en guitarra y coros, el bajista Emilio Del Guercio y Rodolfo García en batería.
Es necesario contextualizar el ambiente musical de la época. Como piedra fundacional del rock argentino se considera a 'La Balsa', el clásico tema de Los Gatos, escrito por Litto Nebbia y el legendario Tanguito. Fue el puntapié inicial para toda la corriente musical que se daría en el país trasandino, y fue así como agrupaciones como Manal y Almendra guían esta senda.
En 1968, Almendra lanza su primer sencillo, 'Tema de Pototo', que inmediatamente los haría captar la atención del público y los críticos, como también 'Campos Verdes', canción que tendría mayor repercusión y que deslumbraría con esta mezcla de rock y folk, cantando en castellano. Pero faltaba algo más para consagrarse, y el 15 de Enero de 1969, sale a la venta el primer disco, homónimo, que desde su portada llamaba la atención: vemos una lágrima que se asoma por la cara de un triste bufón. Nadie imaginó la trascendencia que tendría este magnífico LP, que con los años ha llegado a considerarse como el mejor disco de la historia del rock argentino, producto de la variedad de estilos que confluyen y las letras del Flaco Spinetta, un verdadero poeta de la música.
Otro elemento considerado revolucionario para aquellos tiempos fue la tipificación de las canciones: estaban divididas en tres conceptos, todos ellos con su ícono correspondiente: el primero, "temas que canta el hombre de la tapa desmayado en el vacío"; lo siguiente era: "temas que están en el brillo de la lágrima de mil años que llora el hombre de la tapa", y por último, "temas que le cantan los hombres a esa lágrima del hombre de la tapa, atados a sus destinos". O sea, bajo estas tres definiciones, podremos entender los temas de la placa.
El primer corte es la balada folk 'Muchacha (Ojos de Papel)', uno de los clásicos más instantáneos de la carrera de Spinetta, y un emblema de la música de este lado del continente. Una canción de amor, inspirada en la entonces novia del Flaco (a la que después le dedicaría 'Blues de Cris', pero ese es otro cuento). Según se ha sabido, los coros que acompañan a la voz de Luis Alberto están inspirados en canciones de The Beatles como 'Here, There & Everywhere'. En fin, es una canción inmortal, de fogata, y uno de los clichés más grandes a la hora de las dedicatorias.
Hacia el segundo tema, la cosa cambia radicalmente: la psicodelia y el rock se hacen presentes en la extensa 'Color Humano', donde ambos guitarristas muestran sus virtudes en las seis cuerdas, con un sonido permanentemente distorsionado, donde los wah wah’s son elementos fundamentales. Es de los temas que determinarían el camino que seguiría el Flaco en Pescado Rabioso. El tercer tema es otra maravilla, 'Figuración', donde las guitarras acústicas son acompañadas por una bella flauta. La letra es, hasta cierto punto, bastante existencialista, y habla de las realidades del mundo: "Figúrate que no eres mas un hombre, sales a la calle, sin embargo hay árboles como hubo ayer, calles como ayer, luces como ayer".
Volvemos a la faceta más rockera con 'Ana No Duerme', cuarto track, y uno de los más potentes de la placa. Un ritmo rápido y donde se agrega un órgano, otorgándole un toque sinfónico al tema. Molinari tiene un resultado muy efectivo en las incursiones psicodélicas dentro del sonido de la guitarra. García, muy sólido en la batería. 'Fermín', el quinto tema, es uno de mis favoritos. La letra es bellísima, se trata de una balada con un ritmo sincopado y geniales coros. Creo que es de las canciones más sinceras que ha escrito Spinetta en su extensa discografía, es de aquellas canciones que guardas con cariño, de las que llamo "temas de la vida".
Seguimos con las sorprendentes canciones: 'Plegaria Para Un Niño Dormido' que sin duda es una obra que emociona, 4 minutos, de suave melancolía, que llegan al alma. Por lo demás, las imágenes y metáforas son excepcionales, eso de las bicicletas de cristal, o el lugar que jamás despierto encontrará. O sea, estamos hablando de los sueños, de un mundo ideal y agradable, lleno de felicidad, pero que en el fondo sabemos que no existe. En resumen, una maravilla. Y de vuelta al rock, aparece 'A Estos Hombres Tristes', que comienza con un ritmo de batería muy interesante, donde luego entra el bajo y los coros clásicos de Almendra. Dentro de su desarrollo, encontramos raíces folk y rock, y hacia el término un beat heredado del jazz con un excelente solo de guitarra. Probablemente sea una de las piezas más elaboradas del álbum.
Otra balada amable surge en la pista ocho, nuevamente con raíces jazzeras, y en cuya letra se denota cierta nostalgia. En esos tiempos ya era posible crear obras maestras con sólo un par de acordes, letras simples pero bien hechas, y sobre todo, con melodías que salen de lo más profundas.
Para terminar, otro tema triste, 'Laura Va', con acompañamientos de cuerdas. Laura se ha ido, en busca de un mundo mejor, con pesado equipaje, y acompañada de sus recuerdos. Evidentemente esta canción nos puede sugerir diversos significados, y creo que esa puede haber sido la idea al componerla.
El primer disco de Almendra provoca que, al escucharlo, pasemos por diversos estados anímicos, y sobre todo, la melancolía que está constantemente presente. Su aporte es tremendo, y me atrevo a decir que se trató de una obra simple, pero visionaria. Una cosa es escribir poemas, pero otra muy distinta es que los significados se comprendan y que haya sustancia debajo de ellos…y qué duda cabe, el Flaco Spinetta lo sabe hacer muy bien.
Emilio Garrido Riquelme
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