Def Leppard
High 'n' Dry

1981, Mercury Records
Considerado uno de los mejores trabajos de los de Sheffield -y por qué no, su álbum más completo- “High ‘n’ Dry” resuena no sólo por su calidad sonora de avanzada, sus filosos riffs o su tremenda influencia como parte del podio que compartía junto a sus coterráneos de la nueva ola del heavy metal británico, sino que el segundo álbum de Def Leppard resuena también como un ejercicio de contención donde descansa la mejor receta del rock; le cuesta envejecer, se resiste al paso del tiempo y así se mantiene fresco cumpliendo 40 años.
Tras el lanzamiento del ágil “On Through the Night” (1980) tan sólo un año antes, la banda se centró en modelar su sonido y dejar, tan sólo un poco, los solos brillantes y robustecer sus riffs. Mucho de esto fue responsabilidad del productor Robert “Mutt” Lange (AC/DC, Foreigner), quién incentivó a ese cambio de sonido y los hizo trabajar para convertirlos en mejores músicos. Así, “High ‘n’ Dry” suena menos acelerado y vertiginoso y contiene más textura y cambios de ritmo. Partiendo por la pirotécnica ‘Let it Go’, hasta pasar por las completas ‘Another Hit and Run’ en clave himno o el single que da nombre al disco, la banda cautiva de entrada con una serie de detalles que no se reconocían con tal claridad y madurez. Si pensáramos, cuarenta años después, que Def Leppard exploraría las claves del heavy metal o el hard rock tradicional como cualquier otra banda del género, parecería como un camino más que lógico. Sin embargo, en casi la mitad del álbum, las intenciones son claras y sería posible encontrar tracks como ‘Switch 625’, que dialoga con otros atrevidos argumentos.
Si su primer álbum compartía una base similar, “High ‘n’ Dry” aparece como una placa más reposada. Ahora las baladas se transforman en composiciones más veloces (como ‘Bringin’ on the Heartbreak’) y por primera vez se abren a los cambios de ritmo. Aquí el desplante vocal de Joe Elliott goza de un excelente desempeño, marcando un importante precedente para un disco que no erra en escoger la voz como uno de los elementos más reconocibles y trabajados. Así también las guitarras. ¿Cuántas canciones de metal y rock se han inspirado en la intro de ‘Lady Strange’?
Def Leppard ha tenido que convivir con un reconocimiento mundial que los vincula con las cabelleras, las luces, el glam y todo lo relacionado al rock duro de la época de los ’80. Alejados de corrientes más metaleras como Judas Priest o Iron Maiden, el quinteto cautivó a otro tipo de público que sí pudo reconocer la destreza de una banda que hasta el momento construía y era dueña de los riffs más peligrosos del momento. Y es que la dupla de Willis y Clark no sólo administró el sonido que buscaba la banda en aquel momento, también sugirió identidad y cambio. El rock duro ya no sería igual. Un disco concebido desde lo musical y lo personal motivó ese cambio.
Cuarenta años no pasan en vano y prevalecer es siempre recompensa mayor y destreza para los grandes. Def Leppard, con su gigante discografía, se mantienen en la retina con tan sólo su segundo disco, el que madura con el paso del tiempo y que, en contexto, se desmarcó en los años ’80. Sin buscar clasificarse, la banda rápidamente decidió que debían ser los mejores.
Matías Muñoz
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