Stereolab
Emperor Tomato Ketchup
Al igual que en otras formas de arte, la experimentación musical busca expandir las fronteras de lo conocido y desafiar nuestras percepciones. Sin embargo, a menudo, el resultado de esta búsqueda de lo nuevo puede resultar en creaciones que, aunque innovadoras, pueden resultar inaccesibles. Es en este contexto que la banda británica-francesa Stereolab, con su álbum "Emperor Tomato Ketchup", ofreció una propuesta refrescante: un pop experimental que, a pesar de sus complejidades, resulta sorprendentemente digerible.
El álbum abre con 'Metronomic Underground', una pieza que encapsula la esencia del disco. Desde el principio se nos presenta una amalgama de sonidos que van desde sintetizadores moribundos hasta líneas de bajo cautivadores, pasando por guitarras y órganos que se deslizan con fluidez. Las letras enigmáticas de Sadier, con su pronunciación precisa, ofrecen una serie de frases que, aunque crípticas, se integran perfectamente en el tejido musical de la pista. Esta apertura establece el tono del álbum: pop que no teme desafiar las convenciones. 'Cybele's Reverie' sigue con una majestuosidad melódica que recuerda a las composiciones orquestales, mientras que 'Les Yper-Sound' se adentra en un ritmo motorik, evocando la esencia del krautrock de los años 70. Por otro lado, 'The Noise of Carpet' ofrece una versión moderada del rock, acentuada por burbujeantes sintetizadores que le dan un carácter distintivo.
La diversidad de estilos y el enfoque en la experimentación sin sacrificar la melodía son una constante a lo largo del álbum. En 'Spark Plug', se perciben influencias del dub, mientras que 'Percolator' combina una línea de bajo acrobática con teclados y saxo, creando una atmósfera que recuerda al noir. A medida que el álbum avanza, canciones como 'Motoroller Scalatron' presentan letras que reflejan un tono social y crítico, mientras que 'Tomorrow Is Already Here' ofrece un respiro bohemio con su uso de xilófonos y guitarras convulsas. El humor y la ironía se entrelazan con la composición precisa, y la voz de Sadier, con su mezcla de inglés y francés, añade una capa adicional de sofisticación. La habilidad del grupo para mantener un equilibrio entre lo accesible y lo avant-garde se manifiesta en temas como 'Anonymous Collective', que cierra el álbum con una melodía que, aunque desentonada, resulta intrigantemente pegajosa.
"Emperor Tomato Ketchup" representa una evolución significativa en la carrera de Stereolab. Si bien su trabajo previo había establecido las bases para su estilo característico, este álbum lleva la experimentación a nuevas alturas sin perder de vista el atractivo pop. La producción, a cargo de John McEntire de Sea & Cake, añade una dimensión jazzística que enriquece aún más la experiencia auditiva. "Emperor Tomato Ketchup" logra el difícil equilibrio entre mantener a los fanáticos existentes y atraer a nuevos seguidores, todo mientras explora nuevas direcciones musicales. A pesar de su complejidad, es accesible. De esta manera, si nunca te gustó Tortoise, Lou Reed o Cheer-Accident y aun así quieres darle oportunidad al rock de vanguardia, este es tu disco.
Giordano Antonelli Villavicencio
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