Suede
Dog Man Star
A pesar de estar marcado por la discordia, este álbum sirve como una demostración de la grandeza creativa y la ambición desmedida de una banda que ya no tenía nada que perder. Cuando Suede irrumpió en la escena musical británica con su debut homónimo de 1993, la expectación en torno a ellos fue notable. Melody Maker no tardó en describirlos como "la mejor banda nueva de Gran Bretaña". Aunque el debut ofreció destellos de genialidad, la verdadera prueba de su potencial llegó con "Dog Man Star" (1994). Este trabajo marcó una clara desviación de las fórmulas convencionales del britpop, en parte porque ya ni se sentían cómodos bajo esa etiqueta caracterizada por la accesibilidad y la sencillez, explorando así un terreno más oscuro y grandilocuente.
En febrero de 1994, el grupo había lanzado el sencillo 'Stay Together', que anticipaba el cambio de dirección hacia un contenido más complejo. Sin embargo, a pesar de su importancia como preludio, no fue incluido en el álbum final. De todas formas, la incomprensión generada subrayó el deseo del grupo de dejar atrás las fórmulas de su debut y de explorar nuevas direcciones, como la música vodevil y el glam rock de artistas como David Bowie, T.Rex y Scott Walker.
El álbum fue producido nuevamente por Ed Buller, quien logró captar la grandeza que Suede aspiraba a alcanzar, un sentimiento palpable en cada pista. Las sesiones de grabación, llevadas a cabo entre marzo y julio de 1994, se desarrollaron en un ambiente complejo. La creciente discordia creativa entre Brett Anderson y Bernard Butler fue tan profunda que la banda se vio obligada a grabar sus partes por separado, una dinámica que influyó significativamente en el sonido del álbum. Canciones decadentes y desesperantes como 'We Are The Pigs', 'Heroine' y 'Daddy's' reflejaron el frágil estado emocional de la banda, con riffs afilados, coros melosos y arreglos instrumentales profundos que amplifican la extraña belleza de las letras de Anderson, influenciadas por su obsesión con la numerología y el ácido. La orquestación elegante y las capas de guitarras y teclados refuerzan una atmósfera nueva, tan sombría como expansiva. 'New Generation' ofrece un respiro con su sonido vibrante y su letra evocadora de un optimismo que la banda ya consideraba perdido. 'The Wild Ones' aporta una extraña alegría, y se convierte en una de las caras más conocidas del álbum. Aquí, la interpretación vocal de Brett alcanza su cenit, con un falsete en el coro que añade una capa de emoción profunda, combinando melancolía con una grandiosidad conmovedora. El interludio de violines en esta canción es particularmente hermoso.
El listón del álbum llega con 'The Asphalt World', una pieza épica de diez minutos de duración que demuestra la ambición sin límites de Suede. La canción fusiona influencias progresivas con un lirismo inquietante, y el solo de guitarra de Bernard Butler, inicialmente planeado para extenderse a veinte minutos, es un testimonio de su virtuosismo desbordante. Aunque este ambicioso esfuerzo estableció un estándar elevado, 'Still Life' proporciona un cierre operístico y majestuoso que envuelve todo en una deliciosa melancolía.
Aunque inicialmente lo tildaron de pretencioso, "Dog Man Star" ha resistido la prueba del tiempo y se ha consolidado como uno de los mejores trabajos de Suede. Su complejidad y profundidad continúan resonando, ofreciendo una visión poderosa del talento del grupo en su estado más puro, abarcando tanto la ruina como el glamour. No todos los artistas pueden enfrentar el infierno y salir airosos, pero Suede lo logró con este álbum imprescindible.
Giordano Antonelli Villavicencio
Tags
Ultimos Contenidos
Becoming Led Zeppelin: estrenarán documental sobre sus primeros años
Jueves, 05 de Diciembre de 2024
Por amor a Gibson: Slash y Duff McKagan participan en nuevo single
Miércoles, 04 de Diciembre de 2024