The Jam
Sound Affects
Dentro de lo breve de su carrera, la discografía de The Jam dejó una huella significativa. Entre sus obras más destacadas se encuentra "Sound Affects" (1980), su quinto título de estudio, que se erige como un imprescindible, con una vibrante mezcla de comentarios sociales, riffs imaginativos y un distintivo ajuste rítmico que resaltó su refinamiento musical.
Bajo el liderazgo de Paul Weller, la banda fusiona influencias de la psicodelia de mediados de los años 60 con un toque de britfunk, prefigurando el camino que el músico seguiría con su siguiente proyecto, The Style Council. Aunque la alineación de The Jam, con Weller (voz y guitarra), Bruce Foxton (bajo) y Rick Buckler (batería), se había consolidado como una máquina bien aceitada, ya se percibía que el guitarrista llevaba al grupo hacia una dirección más ambiciosa. El álbum abre con 'Pretty Green', que destaca por el bajo prominente de Foxton. Este tema marca un desvío notable del estilo más directo y enérgico de "In the City" (1977) y "All Mod Cons" (1978), mostrando así una evolución en el sonido, incorporando nuevas texturas y matices. La producción es limpia y precisa, permitiendo que cada instrumento y detalle lírico destaque con claridad.
A diferencia de la densa producción de "Setting Sons" (1979), la banda optó aquí por un sonido mucho más claro y directo. Este enfoque facilita una amalgama de influencias que van desde el rock psicodélico de los años 60 hasta el funk. La producción, a cargo de Weller, resalta un enfoque más depurado y experimentado en comparación con los esfuerzos previos de la banda. El título refleja la influencia significativa que el sonido y la música tienen sobre la emoción y el estado de ánimo, y no solo marca un cambio estilístico, sino también una maduración lírica en el guitarrista y cantante, quien comienza a explorar temas más introspectivos y sociales con una profundidad inusitada.
El disco no solo captura el espíritu de la clase trabajadora británica de finales de los años 70, sino que también anticipa las direcciones que la música popular tomaría en la década siguiente. Temas como 'Boy About Town' y 'Daytime' muestran un crecimiento personal y artístico significativo, abordando la autocrítica y la aceptación como fuerzas curativas del amor. Por otro lado, 'Monday' y 'Set the House Ablaze' son ejemplos perfectos de cómo Weller combina el retrato angustioso de la supervivencia. 'Start!', destaca como el punto culminante del álbum, evocando el espíritu de 'Taxman' de los Beatles mientras introduce un sonido renovado. La influencia de los liverpulianos se hace más evidente en 'That's Entertainment', con efectos de guitarra en reversa y letras reflexivas que recuerdan a "Revolver" (1966).
'Man in the Corner Shop' y 'But I’m Different Now' representan la experimentación lírica y sonora del álbum. La primera explora un estudio de personajes con una narrativa introspectiva, mientras que la segunda fusiona el punk y la psicodelia en una evolución de la sensibilidad musical. La dinámica entre Weller, Foxton y Buckler era de una precisión casi quirúrgica, con Buckler proporcionando un ritmo sólido y Foxton aportando líneas de bajo melódicas y rítmicas. Sin embargo, con el paso del tiempo, quedó claro que las ambiciones más amplias del guitarrista los estaban llevando a un punto de inflexión, que se sellaría con el lanzamiento siguiente, "The Gift" (1982).
La combinación de comentarios sociales agudos con una estética musical sofisticada convirtió a "Sound Affects" en un antecedente ineludible del britpop. Su soltura e introspección contrastan con la angustia adolescente de los trabajos anteriores de la banda. Al final del día, este álbum fue un testimonio de la capacidad de The Jam para innovar y evolucionar, y sigue siendo una pieza esencial dentro del rock británico.
Giordano Antonelli Villavicencio
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