Púrpura esencial

2017. Blanco Sur Records
En la enérgica arremetida que ha tenido el stoner durante el último tiempo en nuestro país, Icarus Gasoline es uno de los números fijos. El cuarteto formado en Punta Arenas anotó en 2017 su tercer trabajo, Púrpura esencial, disco donde toma distancia de los sonidos más crudos del rock desértico, para enganchar con una apuesta sicodélica de guitarras menos punzantes y más buscadoras de atmósferas.
Toda la experiencia recogida en el camino, que los ha llevado a cambiar de integrantes y ser parte de los conjuntos chilenos que grabaron con el destacado productor estadounidense Jack Endino, se ve plasmada en esta entrega, que abre con Vivir con fe, corte que a ratos se asemeja a la sicodelia de los australianos Tame Impala. En ese ámbito, donde las guitarras espesas parecen quedar en segundo plano, la frescura de la canción resulta realzada. Roma en el sol es una de las destacadas. La canción, de tempo tranquilo, presenta un atrapante riff, que pareciera estar presente en todo momento. Llegando al final encuentra el respiro a cargo de las cuerdas. Así, Los fantasmas del ayer revive con nuevos integrantes. El corte apareció por primera vez en el disco debut y ahora es reeditado alcanzando nuevos horizontes y mejores sutilezas musicales, como un desorbitante cambio de ritmo llegando al final. En ese sentido, la calidad de la grabación también presenta mejoras.
Púrpura esencial carga con muestras de sicodelia de cuerdas ligeras, algo de pop y en partes hace guiños a los discos anteriores (Secuencia gris para los pájaros, 2004, y Lo desconocido, 2010). Tal como en aquellos títulos, en esta ocasión se cuenta con canciones con letras en inglés. Una de ellas es la ondera Sick, que retrotrae parte de los trabajos antes mencionados, pero sazonada con el presente de la banda. Amorpsicotrópico arremete inquietante y da paso a Corazón, que aporta pop con una letra caprichosa: No me digas que echaste a perder ese vestido rojo que tanto me gusta verte mover y sé que es tu lado oscuro. Acepto da un vuelco rockero y cierra el disco con pólvora stoner. ¿Era la mejor para cerrar si se está apuntando a un sonido nuevo? Seguramente, no, ya que ésta va más en sintonía con los álbumes anteriores.
En esta oportunidad la banda explora nuevas vertientes, tal como ha sucedido en otros casos del mismo estilo. Adopción necesaria en subgéneros con pocas variantes como es el caso del stoner. En ese sentido, la apuesta que hace Icarus Gasoline en este disco aparece como acertada y necesaria para su evolución.
Juan Pablo Andrews
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