Cabaret Voltaire
Shadow Of Fear

2020. Mute
Tras 26 años de ausencia discográfica, la influyente banda del rock industrial británico Cabaret Voltaire, llega con el primer disco con el histórico Richard H. Kirk como único integrante de un proyecto que desde fines de los 70 supo encausar y sincretizar punk, electrónica y experimentación, mostrando que las máquinas unidas a un discurso lírico simple y frontal, podían convertirse en una efectiva herramienta de protesta cultural y política. A través del pulso imparable y de la rabia contra todo del punk, pero agregando elementos del pop y la música bailable, que nunca les hizo perder un ápice de peligro y rebeldía, Cabaret Voltaire se convirtió en un fenómeno único -oscuro e insurrecto- de la escena musical contemporánea. Sin la presencia de Cabaret Voltaire, Throbbing Gristle, Skinny Puppy, Suicide o Einstürzende Neubauten, no son posibles bandas que explotarían después como Nine Inch Nails, Ministry o Rammstein.
De este modo, “Shadow Of Fear” viene a reclamar su justo lugar en la historia de la música rock, con un trabajo de ocho composiciones que no dan tregua ni concesiones al sentido común. Por lo general, son piezas densas y obtusas, de sonidos asfixiantes, pulsos hiperkinéticos y vocalizaciones declamadas, que van conformando un discurso musical tenso, primitivo y, por momentos, caótico y violento. Así se puede apreciar en la apertura con la irresistible ‘Be Free’, en la que beats, sonidos viscerales y punzantes, se unen a las frases de Kirk que parecieses sacadas de un mundo posmoderno que todavía no se hace carne en la sociedad. ‘The Power (Of Their Knowledge)’, pese a su cualidad tecnológica, suena arcaica por su ritmo repetitivo y por las recitaciones fragmentarias de un Kirk que pareciese nos hablara desde la tumba. Todo esto, enriquecido con múltiples sonidos que constantemente se unen y colisionan.
‘Night of the Jackal’ posee un comienzo de infierno, pero baja la intensidad sonora del disco, pues es una pieza de un ambient techno propositivo, pero más suave en su musicalidad y en sus secuencias rítmicas. Un necesario e interesante descanso, para un disco que, aunque en un tono más solemne, vuelve a retomar el vértigo experimental en ‘Microscopic Flesh Fragment’, quizás una de las piezas más sugestivas de “Shadow Of Fear”, que se enlaza con el dadaísmo y el surrealismo, que desde siempre fue tan importante en la estética de Cabaret Voltaire. ‘Papa Nine Zero Delta United’ suena como si Kraftwerk hubiese sido pasado por el cedazo de Sex Pistols y las exploraciones sonoras del techno, es una pieza planeante, rítmica y llena de detalles escalofriantes: alaridos, quejidos, sonidos punzantes, secuencias hipnóticas, etc.
Los diez minutos de ‘Universal Energy’ exhiben cómo Kirk logra que los ritmos bailables vivan en un ambiente de tirantez constante, casi insostenible, que al contrario de apelar al orden reglado que a fin de cuentas es una pista de baile, viaje hacia el caos y la anarquía sonora en una especie de sórdido club nocturno imaginario. Ya llegando al final ‘Vasto’ no baja en intensidad y propulsión, sino que viceversa, aumenta, mientras que el cierre ‘What’s Goin’ On’, es una rareza dentro de un disco extraño, pues se acerca más a una pieza de psicodelia electrónica orquestal lúdica.
¿Qué habrá querido expresar Kirk con “Sombra de miedo”? Las interpretaciones podrían ser tan diversas como personas que lo piensen, pero sin duda, es una declaración política en el sentido fuerte: pese a que el temor siempre está presente en el ser social, ahora es ya solo una sombra, una sombra que, claro, nos puede hacer temblar, pero que cuando el sol esté por encima, será borrada de la humanidad. Como se puede leer en Mute, “es nueva música para una nueva era”.
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