Brainstorm

2021. AFM

 

Existen muchas bandas que trabajan incansablemente y en forma silenciosa, muy lejos de los focos y de las enormes plataformas mediáticas, por lo que muchas veces grandes discos terminan pasando totalmente desapercibidos, por eso en un acto de justicia, les digo desde ya que ‘Wall Of Skulls’ es uno de los mejores discos de power metal que podrán escuchar este año, siendo además uno de los mejores y más completos discos en toda la carrera de más de 30 años de los alemanes Brainstorm.

 

Formados en 1989, al grupo germano le tomó ocho años poder editar su disco debut “Hungry” (1997), pero desde entonces, y en un poco más de dos décadas, han facturado 13 discos de estudio a razón de un disco cada 2/3 años y siempre con un denominador común: discos súper consistentes y con un alto estándar de calidad, como la que se encuentra presente en este gran “Wall Of Skulls” que poco tiene que ver con el power metal melódico de Hellowen y si mucho con el US power metal de grupos como Vicious Rumors y Armored Saint y otras influencias de metal tradicional como Accept y Judas Priest. Siempre liderados por la dupla de guitarristas fundadores Torsten Ihlenfeld y Milan Loncaric, y la gran voz todopoderosa de Andy B. Franck que a sus 50 años sigue cantando en un altísimo nivel, tal como nos deslumbró cuando apareció con la banda de metal progresivo Ivanhoe en 1993 para luego seguir su carrera en Symphorce y en Almanac y desde 1999 en Brainstorm. Lo cierto es que Frack es un portento vocal que hace que las grandes canciones de “Wall Of Skulls” lleguen a un alto nivel de impacto, con ese sonido crujiente y taladrante con que la banda martilla tu masa cerebral.

 

Una gran portada llena de detalles a cargo del reconocido artista Gyula Havancsák, nos da la bienvenida a ‘Chamber Thirteen’ que luego de una breve intro de cantos gregorianos, nos deja claro de inmediato que Brainstorm no se viene con chicas cuando la canción explota para dar paso a ‘Where Ravens Fly’ con unos riffs punzantes a lo Accept junto con desatar toda la furia y velocidad del doble bombo de Dietert Bernert, un baterista que no da tregua. Lo cierto es que cuando uno escucha este tipo de himnos, sabe que el metal nunca morirá y que las nuevas generaciones en algún momento descubrirán bandas como esta para sumarlas a su playlist. Y hablando de himnos, el mid tempo ‘Solitude’ es otro canto a la gloria de la saludable persistencia del metal con un Andy B. Frack absolutamente estratosférico. Melodía y poder en partes iguales con todo el empaque de la canción que se te mete bajo las venas erizando la epidermis y llevándote a cantar el magnífico coro con el puño apretado y el ceño fruncido. La furiosa y veloz ‘Escape The Silence’ tiene como invitado al gran Peavy Wagner de Rage, mientras que ‘Turn Of The Lights’ con su riff a lo Prima Fear/Judas Priest cuenta con la participación vocal de Seeb Levermann de Orden Ogan, quien además ofició como productor del disco, logrando un sonido muy compacto, sólido y penetrante.

 

Promediando el disco, ‘Glory Disappears’ funciona como un maravilloso medio tiempo con unas melodías infinitas y otra gran interpretación vocal de Franck, coronado por un soberbio solo dual en el canal izquierdo y derecho de la gran dupla de guitarras. ‘My Dystopia’ aprieta el acelerador a fondo y el doble bombo tiene un efecto taladro sobre los riffs entrecortados, mientras que ‘End Of My Innocence’ tiene un ritmo y una melodía totalmente infecciosos y es que hasta el final del disco con ‘I, The Deceiver’ no encontraremos en esta placa ni un solo tema malo, fome o de rellen, y ese es precisamente el principal valor agregado de un álbum enorme y que crece con cada escucha, un disco que sin campañas de marketing o sin inflarlo mediante levadura o polvos royal, nos ofrece un bastión de puro heavy metal poderoso para seguir resistiendo firmes en estos malditos tiempos distópicos.

 

Cristián Pavez