Hawkwind
Somnia

2021. Cherry Red
Fieles a los principios que los han mantenido vigentes por cinco décadas, la banda británica Hawkwind está de regreso con su álbum en estudio número 34, profundizando, insistiendo y entregándole nuevas direcciones a un estilo del que ellos mismos son baluartes fundamentales: el rock espacial. Liderados por un incansable Dave Brock de actuales 80 años, el grupo tiene ganado un espacio como un acto único y particular de la historia del rock, con una importancia ineludible para el progresivo, el hard rock, la psicodelia, el punk y el stoner.
“Somnia” corona de la mejor manera una seguidilla de discos que van de regulares a excelentes, partiendo por “Onward” de 2012, pasando por “The Machine Stops” (2016) e “Into the Woods” (2017), hasta llegar a “All Aboard the Skylark” (2019). En este nuevo álbum, una vez más conceptual, la banda deja de lado sus temáticas de ciencia ficción, para internarse en el mundo de la actividad onírica representada por el dios romano del sueño Somnus, abriendo con el ritmo motorik de la extensa ‘Unsomnia’, una especie de mezcla de Can o Neu! con las prerrogativas espaciales propias de la banda.
El álbum no baja ni en calidad ni intensidad en los siguientes temas: ‘Strange Encounters’ es pura onda y muestra de esa irresistible fusión de hard rock y sonidos cósmicos; ‘Alcyone’ es el típico tema de folk ácido obligado en el canon del conjunto; ‘Counting Sheep’ y sus tiempos medios melodías vocales y arreglos instrumentales exhiben que, pese a las cinco décadas de trayectoria, Hawkwind puede seguir sonando fresco y renovado.
La densidad sónica que define una pieza de psicodelia ambiental como ‘China Blues’, contrasta con la más propositiva y rockera ‘It’s Only a Dream’ y, más aún, con la sensibilidad india y oriental de la instrumental ‘Meditation’. Tras el interludio lleno de tensión de ‘Sweet Dreams’, aparece ‘I Can’t Get You Off My Mind’, una canción del más vital Hawkwind que combina hard rock con cadencia lisérgica en sus melodías vocales. Le siguen ‘Small Objects in Space’, una especie de jam con harto groove y ritmo, luego el ambient pesadillesco de ‘Pulsestar’, que son la antesala de los dos tracks finales: ‘Barkus’, tradicional pieza atmosférica con textos hablados de la banda, para finalizar con la experimentación sonora de ‘Cave of Phantom Dreams’. Un disco variado y de excelente nivel, con 62 minutos de música de la más pura esencia de Hawkwind.
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