Red Hot Chili Peppers
Unlimited Love
Se ha hablado largo y tendido sobre el segundo retorno de John Frusciante al universo Red Hot Chili Peppers. Pelota al piso, la primera conclusión tras escuchar “Unlimited Love” es que no importa que el guitarrista haya estado alejado durante más de una década, pues la química se revela intacta, como si “I’m with You” (2011) y “The Getaway” (2016) -los esfuerzos con Josh Klinghoffer- pertenecieran a un universo paralelo. Y el músico se presenta exultante con su instrumento, situación destacable en el sentido de que también estuvo alejado del rock, sumido en sus experimentaciones sonoras, despachando una nutrida discografía. Su técnica no ha mermado en absoluto y lo demuestra con creces: el solo en ‘The Great Apes’ es elocuente. Parte de aquella sensación de “familiaridad” también es por de Rick Rubin, colaborador de larga data de los californianos, ausente en las sesiones del trabajo anterior (producido por Danger Mouse).
El sombrío ‘Black Summer’ sirvió de primer aviso, con un inspirado arpegio del guitarrista y su saludo a Jimi Hendrix, la naturaleza es el tema central en el canto de Anthony Kiedis. El tándem Frusciante/Flea barre con todo paso del tiempo en ‘It’s Only Natural’, el cadencioso funk en que guitarra y bajo se comunican, haciendo honor al título del track. ‘She’s a Lover’ ofrece una interacción similar, los encargados de las cuerdas se buscan y complementan, siendo empujados por el tranco siempre seguro de Chad Smith, mismo espíritu de ‘Aquatic Mouth Dance’, con el nacido Michael Balzary pletórico en el bajo y Kiedis recuperando vitalidad en su fraseo clásico, finalizando con una gloriosa sección de bronces imbuidas de free jazz. El bendito ADN funk, indemne, puebla ‘Poster Child’, un bajo dinámico y libertino hace contacto con guitarra en wah-wah dosificadas con malicia. Es pariente absoluto del clásico “Blood Sugar Sex Magik” (1991).
La vuelta de Rubin no fue antojadiza. En “The Getaway” Danger Mouse intentó llevar a los Peppers por nuevas formas de afrontar la música; en “Unlimited Love”, el experimentado productor aterrizó la apuesta. ‘Not the One’ ofrece una guitarra aullante y el final estirado de ‘These Are the Ways’ es abrasador en sus ansias progresivas. Flea parece dispuesto a destruir su amplificador en el solo de ‘One Way Traffic’. Pero también el grupo sabe cuándo desnudar su lado más dulce. ‘Tangelo’ es el final acústico, con Kiedis abordando uno de sus temas favoritos, el amor. El frontman perdió a su padre a mediados del año pasado, y aunque no se refiere directamente a él, la canción se envuelve en un aura melancólica. Características semejantes de ‘Road Trippin’’, el desenlace de “Californication”, otro disco elaborado en medio de un retorno de Frusciante.
Durante su ausencia, el guitarrista no dejó de lado la música. Se entregó sin reservas al mundo del EDM, house y post-rock. Todo ese equipaje extra lo llevó a la agrupación, aunque no tan abiertamente. El sintetizador de ‘Bastards of Light’ lo demuestra, una canción que traza al mismo tiempo un nexo con el country. En todo sentido, su vuelta es sinónimo de nuevas posibilidades -y cimas- en el futuro de RHCP..
El retorno de Red Hot Chili Peppers era uno de los más esperados y bullados del año, no hay duda. “Unlimited Love” cumple en varios momentos, pero adolece de algo que no es nuevo en su historial: puede resultar excesivamente largo. Diecisiete canciones en un disco en pleno 2022 quizás sea un ejercicio agobiante y agotador para más de alguno. Sin embargo, el espíritu predominante es el de cuatro tipos que pasaron ya los 50 años, se reencuentran y lo pasan demasiado bien. Juntos.
Jean Parraguez
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