Rammstein

2022. Universal

Si algo bueno nos ha dejado la pandemia, es que no tuvimos que espera una eternidad para tener un nuevo álbum de Rammstein. Imposibilitados de continuar su gira de presentación de su disco homónimo por estadios en Europa cuando el mundo se tuvo que ir al encierro total, los de Berlín decidieron aprovechar el tiempo (‘Zeit’), y se abocaron a componer y grabar once nuevas canciones para entregarnos 46 minutos de nueva música, y a pesar de estar producido nuevamente por Olsen Involtini y grabado en 2020 y 2021 otra vez en La Fabrique estudios en la provincia de Saint-Rémy en Francia, el nuevo disco suena completamente diferente al anterior. No es una continuación y tampoco suena a que sus temas sean descartes de la placa precedente, esto suena como una banda que mantiene sus pétreas y férreas estructuras sónicas, pero agregando elementos y ritmos que que los hace sonar novedoso, porque cada álbum de la banda es un universo sonoro independiente y Rammstein es un género músical en sí mismo, quedando la etiqueta de "Metal Industrial" muy exigua y minúscula para todo lo que la banda entrega.

Y lo que el sexteto nos entrega es arte en estado puro, visceral, brutal. Los tres videos de adelanto así lo demostraron con ‘Zeit’, ‘Zick Zack’, y el estrenado el día de hoy, ‘Angst’; cada cual más espectacular, provocativo y absolutamente cinematográficos, inclusive la calidad artística y semiológica de esas pequeñas películas tienden a opacar un poco la música, pero cuando uno escucha el álbum completo y en contexto, salen a relucir todos eso atributos de una banda única y sin igual. El inicio con la enorme ‘Armee Der Tristen’ (“El ejército de lo monótono”), pone la ansiedad y la expectación en un nivel altísimo y el grupo entrega una canción espectacular muy bien ‘aggiornada’ por los teclados del doctor Christian ‘Flake’ Lorentz junto a los riffs marciales inequívocos de Paul Landers y Richard ‘Z’ Kruspe. Contra toda lógica (y esto los hace aún más grandes), el segundo track es la balada ‘Zeit’, pero para Rammstein una balada es sinónimo de desgarro y destrozo emocional y las voz de Till Lindemann aquí suena desde las entrañas.

‘Schwarz’ (“Negro”), es la siguiente y aquí el bajo de Oliver Riedel se lleva el protagonismo sosteniendo el oscuro groove junto a los golpes de la batería Christoph Schneider; y si en el disco anterior teníamos un sonido espeso y compacto, acá tenemos uno brillante, con muchos más matices y un mayor rango dinámico. ‘Giftig’ (“Venenoso”), nos devuelve a los Rammstein más metaleros, con esos riffs marca de la casa que podrían levantar a un muerto de su tumba, algo que se mantiene en ‘Zick Zack’ (“Zig Zag” algo que se interpreta como “cortes y puntadas” debido a que la letra habla sobre el uso y abuso de cirugías plásticas), en una canción que al igual que ‘Zeit’ cuenta con un video clip realmente espectacular, morboso y provocativo, en el más puro Rammstein Style. Los coros gregorianos de la líricamente polémica ‘OK’ (porque ‘Ohne Komdom’ significa “sin condón”), suenan absolutamente novedosos, sobre todo cuando entra la electrónica y luego un riff demoledor para entregarnos un tema que en vivo de seguro será un bombazo y cuando decimos bombazo tratándose de Rammstein, eso implica muchas explosiones y fuego. ‘Meine Tränen’ (“Mis lágrimas”), es otra bella y lúgubre balada fiel a la tradición de la banda de dotar a la canción de una base pesada y mucha melancolía, y el solo de violín también resalta aquello. A continuación llega la espectacular ‘Angst’ (“Miedo”), que suena más pesada que el infierno y cuyo espectacular video clip fue estrenado hoy. ¿Qué se puede decir? Rammstein siendo Rammstein es absolutamente insuperable y solo ellos pueden llevar su música y propuesta audiovisual a niveles artísticos de un altísimo calibre. Otro tema que en vivo será una bomba atómica sobre todo por ese canon central donde la metralla de fuego será espectacular. ‘Dicke Titten’ (“Tetas gordas”) parte con una clásica melodía germana de los años veinte para rendir tributo a esas voluptuosas delanteras de las chicas en los años del vodevil, en lo que seguro será otro video para desternillarse de la risa y absolutamente provocador, como en su día lo fue el video de la canción “Pussy”. Musicalmente el tema es un ladrillo que te cae encima con un peso brutal con esas guitarras crujientes y una base de batería y bajo absolutamente demoledoras. Tremenda. ‘Lügen’ (“Mentiras”), es un tema muy cinemático y operático donde al comienzo Till Lindemann nos recita unas palabras para dar paso a otro tema desgarrador. El gran cierre llega con ‘Adieu’ (“Despedida”), una bajada de telón absolutamente epopéyica y espectacular, enorme y con una grandeza musical concebida en un himno de coro masivo que en vivo será otro número ganador y que de seguro servirá para cerrar los conciertos con catártico ritual de miles de voces.

No se como lo hacen pero lo hicieron de nuevo, Rammstein entrega un octavo trabajo que no tiene desperdicio alguno y a solo un par de años de su disco homónimo, suena absolutamente fresco y renovador.

Cristián Pavez