Blind Guardian

2022. Nuclear Blast

 

Vigentes y de regreso a sus raíces de metal crudo, esa es la forma que se me ocurre para describir el último álbum de Blind Guardian: “The God Machine” (2022). Un esperado retorno tras 7 años sin nuevo material bajo el nombre que les dio la fama, y que los vuelve a traer a la palestra con una fuerza renovada, pero esta vez, más cercanos al lado del speed metal que a los tintes sinfónicos con los que venían trabajando anteriormente con “Blind Guardian Twilight Orchestra”.

 

El primer cambio visible es en la portada, pues es muy distinta a lo que venían haciendo con Andreas Marschall, el gran ilustrador del metal. Para esta propuesta, el conjunto alemán delegó la labor al artista Peter Mohrbacher, realizando así un cambio drástico de imagen pasando de los colores sombríos hacia una era mucho más iluminada gracias a la predominancia del blanco y rojo del titán armado de la carátula. 

 

El primer bombazo sonoro es sólido y sin compasión con ‘Deliver Us From Evil’ y te encuentra de improviso, ya que empieza con la robusta voz de Hansi Kürsch siendo amplificada por un dueto de guitarras implacables, propias de la dupla de Olbrich y Siepen sonando con aquella experticia que solo se logra con los años. Tanto con ‘Damnation’ como con ‘Violent Shadows’ me pasó algo muy semejante, ambas canciones rozaban muy cercano al trash metal en su época cúlmine, dando por ahí uno que otro grito heavy que te erizan la piel. Cuánta potencia persiste en esa voz y cuánta genialidad hay en esos riffs súbitos. El siguiente relato épico es de ‘Secrets Of The American Gods’, la cual creo que es merecedora del título a mejor canción del disco al ser poseedora de todos los elementos que convierten al conjunto en lo que son, tiene un inicio glorioso que va de menos a más, rescatando aquellos componentes orquestales que tanto fascinan a sus fanáticos, y es contada desde una narración fantasiosa de la novela American Gods del escritor Neil Gaiman. Sin dudas, una pieza sobresaliente para tener en consideración, sobre todo para los más incrédulos de la persistencia de su calidad.

 

Continúan sin dar tregua alguna con el rasgueo de ‘Life Beyond The Spheres’, la cual si bien se queda corta al repetir la misma fórmula, parece recuperar su fuerza con el estribillo que sigue con la misma línea de epicidad. ‘Architects Of Doom’ es más power metal, y tiene mucho más presente la dualidad de los riffs acelerados y la teatralidad de la banda, por lo que prima la melodía ante todo. ‘Let It Be No More’ anuncia su llegada con su naturaleza más calma, y pasa a ser el componente necesario tras más de media hora de oleadas de impiedad sonora. Una gran balada que toca la fibra más sensible y personal de Hansi Kürsch al tratar sobre la muerte de su madre. 

 

‘Blood Of The Elves’ es rauda y la canción headbanger perfecta que me encantaría escuchar en vivo para hacer justamente por eso. La encargada de cerrar el telón es ‘Destiny’, y es la que vuelve a ponerse en sintonía con sus últimos trabajos, puesto que tiene un carácter progresivo y notoriamente elaborado. Un cierre redondo, equilibrado y coherente para 51 minutos de inclemencia, y que vuelve a posicionar a los titanes del power metal alemán en lo más alto del Valhalla. 

 

Bárbara Henríquez