2022. One Little Indian.
Con su nuevo álbum “Fossora” (2022), Bjork cierra una etapa marcada por la partida de su madre – la activista medioambiental Hildur Hauksdóttir -, la pandemia y el regreso a su natal Islandia. El título no es casual, ya que proviene del latín y significa “cavar”, una metáfora de su mundo interior que le sirvió para inspirarse y conducir al oyente por un viaje psicodélico repleto de vitalidad.
El álbum arranca con dos tracks potentes y coloridos. Si bien ‘Atopos’ toma influencias del afrobeat y el rave y ‘Ovule’ presenta ambientes fantasmagóricos, es inevitable no evocar en ellos los ambientes fangosos y gélidos que inspiraron desde un comienzo a Björk. Estos retazos biográficos se conceptualizan bastante bien en ‘Ancestress’. Aquí, la islandesa homenajea y despide a su madre con una ceremonia que se desenvuelve entre cuerdas chinas, oboes y gongs. Lejos de ser fúnebre, es una celebración luminosa, en la que también agradece la fuerza y energía heredada de sus ancestras.
Las eclécticas vocalizaciones de ‘Mycela’ y ‘Sorrofoul Soil’ anteceden a uno de los momentos más alegres del disco, ‘Allow’. Esta se desarrolla en ambientes oníricos y medievales, en el que conviven cuerdas, clarinetes y flautas. Pero no nos dejemos engañar: ‘Fungal City’ empieza también de manera festiva, pero luego desdibuja estas emociones a través de patrones industriales. Así es como terminamos en ‘Trolla-Golla’, con voces que sacuden e inquietan, como un castigo por haber consumido la vida de manera superficial. ‘Victimhood’ sigue esa línea, pues Björk advierte de la responsabilidad de las decisiones. Una canción fría y oscura, que comienza con pesadas capas de trombones y clarinetes. Esta se torna incómoda mientras avanza y termina en un ambiente cerrado de electrizantes sintetizadores.
Pero también hay espacio para emociones más gratas, como en la acogedora balada ‘Freefall’, o la canción homónima, de violines en destiempo y beats adictivos. Con esto llegamos al clímax en ‘Her Mother´s House’, un dueto entre Bjork y su hija Isádora. Los arreglos corales son hermosos, al igual que sus segmentos de cuerdas. Björk reflexiona acerca de cómo ahora es ella quien le toca asumir el rol de la matriarca familiar. Lejos de las auras espaciales de “Utopia”, en “Fossora” Bjork aterriza y regresa más humana que nunca, invitando a reencontrase con la naturaleza, la gente que se quiere y nosotros mismos. Así, desde la alegría y esperanza agradece y replantea su existencia con un opus que emociona.
Giordano Antonelli Villavicencio
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