The Answer
Sundowners

2023. Golden Robot Records
La larga espera ha terminado, el pasado Día de San Patricio nos trajo el regreso de la banda norirlandesa de Hard Rock The Answer, con una propuesta que se separa de todos sus trabajos anteriores pero que está cargada de madurez y sobre todo clase. Los 7 años que han tenido que esperar sus fanáticos, de momento parece haber valido la pena, porque este séptimo álbum de estudio trae consigo gratas sorpresas.
Desde su debut en 2006 con el exitoso “Rise”, el cuarteto ha sabido consolidarse como una banda relevante dentro de la escena, compartiendo escenario con importantes agrupaciones como AC/DC, The Rolling Stones y Deep Purple. Pero en esta trayectoria no todo ha sido perfecto. El impulso inicial que demostraron tener se iba perdiendo poco a poco en cada lanzamiento. Su sonido comenzaba a sentirse como una formula un poco desgastada y en momentos cayendo en lo genérico, por lo que, en palabras de su frontman Cormac Neeson, el “dar un paso atrás y volver a empezar” era un mal más que necesario para ofrecer algo más sincero. El camino más fácil para la banda hubiera sido revivir aquel éxito inicial, o seguir con lo propuesto en “Solas”, su penúltimo álbum que los dejó a medio camino entre el Country y un Rock genérico. Pero estas opciones fueron descartadas para tomar el camino más difícil para una banda pequeña, tener una pausa de años, pero con el riesgo de quedar en el olvido.
Afortunadamente las sorpresas aparecen desde temprano con la canción más larga que han hecho hasta ahora y que da nombre al álbum. 'Sundowners' da una sorpresiva bienvenida al más puro estilo del Blues Psicodélico, donde la banda opta por crear una atmosfera musical con rasposas guitarras que aterrizan poco a poco en largos acordes que nos seducen con el atrapante sonido de las armónicas. El ritmo base lo dan los predominantes toms de la batería, resaltados por un increíble bajo que termina por entregarle la textura necesaria a la canción. Y esto es solo el comienzo porque una vez generada la expectación inicial, la increíble voz de Neeson aterriza para sonar como nunca en una genial interpretación que termina por todo lo alto con esos “Sundowners” finales junto al poder de los platillos. Esta gran apertura muestra desde un principio que su intención es clara: los días en donde los ritmos acelerados, los vertiginosos solos de guitarra y ese sonido de un rock más juvenil han sido enterrados en el olvido.
Para los más amantes del sonido que tienen bandas como The Black Keys, de seguro disfrutarán de principio a fin los acordes de una 'Blood Brothers' cargada de sonidos que recuerdan a la mítica 'Lonely Boy', diferenciados solamente por la característica voz de Cromac. El marcado compas que lleva el floor tom en la batería, y las guitarras con efectos sacados directos del Garage Rock aportan en uno de los mejores temas del álbum. La incorporación de voces extras dota de todo el Gospel necesario a los coros para quedarse grabados en la memoria, y a su vez, resaltan aún más al vocalista.
También hay un largo espacio dedicado a quienes disfruten de los grandes clásicos del rock setentero, con una parrilla de canciones que se sienten como un homenaje a estas queridas bandas. Desde la motoquera con pequeños toques bluseros 'California Rust', donde un tímido órgano se va poco a poco robando el protagonismo, hasta los lentos pero cargados panderos, armónicas y piano que convergen en 'No Salvation'. Y si hablamos del sonido más hardrockero con toques de Blues la estilosa 'Cold Heart', junto a la pegajosa 'All Together', y cada acorde de 'Livin On The Line' se roban la escena con su gran sonido. Sin embargo, aunque haya harto de donde elegir, el álbum se siente muchas veces encadenado a este sonido. Pareciera ser que la banda había logrado salir de la zona de confort de sus trabajos anteriores solo para caer nuevamente en una con un poco más de clase.
Pero no todo es malo, porque lo increíble que suena 'Oh Cherry' en los rápidos compases de la batería, el gran desplante que tiene la voz mientras el bajo, las guitarras y la armónica van llenando de textura la canción, muestran que las buenas ideas siguen aquí. Tal y como en el moderno Blues que ofrece 'Want You to Love Me' deleitándonos con ritmos y coros sacados casi directamente de una congregación. Incluso para cerrar se dan el tiempo de recordar su etapa más Country con 'Always Right', pero esta vez con un sonido más maduro y seguro de sí mismo, creando una de esas canciones perfectas para acompañar largos viajes en carretera.
Aunque este álbum tenga varios momentos disfrutables, hubiera sido más interesante ver un cambio aún más radical luego de todos los años en silencio. Ofrecer una propuesta que siguiera lo experimental de su tema de apertura ya que, salvo por los tracks más destacables, el ir pasando de canción en canción la fuerza de los compases iniciales se va perdiendo. Sin embargo, esta obra sirve como un firme golpe sobre la mesa para anunciar su regreso a la música, ya que “Sundowners” está lejos de transformarse en una banda revival que quede corta al emular las glorias del pasado, o de ser uno de esos trabajos anteriores que estaban lejos de convencer a cualquiera. Su descanso fue una decisión acertada, ya que puede decirse que pasaron la primera prueba al entregar algo más honesto. Solamente el tiempo dirá si este nuevo camino terminará desgastándose como el que ya iniciaron hace más de 20 años, o si logrará sobrevivir a las “puestas de sol”.
Aarón Vergara
La larga espera ha terminado, el pasado Día de San Patricio nos trajo el regreso de la banda norirlandesa de Hard Rock The Answer, con una propuesta que se separa de todos sus trabajos anteriores pero que está cargada de madurez y sobre todo clase. Los 7 años que han tenido que esperar sus fanáticos, de momento parece haber valido la pena, porque este séptimo álbum de estudio trae consigo gratas sorpresas.
Desde su debut en 2006 con el exitoso “Rise”, el cuarteto ha sabido consolidarse como una banda relevante dentro de la escena, compartiendo escenario con importantes agrupaciones como AC/DC, The Rolling Stones y Deep Purple. Pero en esta trayectoria no todo ha sido perfecto. El impulso inicial que demostraron tener se iba perdiendo poco a poco en cada lanzamiento. Su sonido comenzaba a sentirse como una formula un poco desgastada y en momentos cayendo en lo genérico, por lo que, en palabras de su frontman Cormac Neeson, el “dar un paso atrás y volver a empezar” era un mal más que necesario para ofrecer algo más sincero. El camino más fácil para la banda hubiera sido revivir aquel éxito inicial, o seguir con lo propuesto en “Solas”, su penúltimo álbum que los dejó a medio camino entre el Country y un Rock genérico. Pero estas opciones fueron descartadas para tomar el camino más difícil para una banda pequeña, tener una pausa de años, pero con el riesgo de quedar en el olvido.
Afortunadamente las sorpresas aparecen desde temprano con la canción más larga que han hecho hasta ahora y que da nombre al álbum. 'Sundowners' da una sorpresiva bienvenida al más puro estilo del Blues Psicodélico, donde la banda opta por crear una atmosfera musical con rasposas guitarras que aterrizan poco a poco en largos acordes que nos seducen con el atrapante sonido de las armónicas. El ritmo base lo dan los predominantes toms de la batería, resaltados por un increíble bajo que termina por entregarle la textura necesaria a la canción. Y esto es solo el comienzo porque una vez generada la expectación inicial, la increíble voz de Neeson aterriza para sonar como nunca en una genial interpretación que termina por todo lo alto con esos “Sundowners” finales junto al poder de los platillos. Esta gran apertura muestra desde un principio que su intención es clara: los días en donde los ritmos acelerados, los vertiginosos solos de guitarra y ese sonido de un rock más juvenil han sido enterrados en el olvido.
Para los más amantes del sonido que tienen bandas como The Black Keys, de seguro disfrutarán de principio a fin los acordes de una 'Blood Brothers' cargada de sonidos que recuerdan a la mítica 'Lonely Boy', diferenciados solamente por la característica voz de Cromac. El marcado compas que lleva el floor tom en la batería, y las guitarras con efectos sacados directos del Garage Rock aportan en uno de los mejores temas del álbum. La incorporación de voces extras dota de todo el Gospel necesario a los coros para quedarse grabados en la memoria, y a su vez, resaltan aún más al vocalista.
También hay un largo espacio dedicado a quienes disfruten de los grandes clásicos del rock setentero, con una parrilla de canciones que se sienten como un homenaje a estas queridas bandas. Desde la motoquera con pequeños toques bluseros 'California Rust', donde un tímido órgano se va poco a poco robando el protagonismo, hasta los lentos pero cargados panderos, armónicas y piano que convergen en 'No Salvation'. Y si hablamos del sonido más hardrockero con toques de Blues la estilosa 'Cold Heart', junto a la pegajosa 'All Together', y cada acorde de 'Livin On The Line' se roban la escena con su gran sonido. Sin embargo, aunque haya harto de donde elegir, el álbum se siente muchas veces encadenado a este sonido. Pareciera ser que la banda había logrado salir de la zona de confort de sus trabajos anteriores solo para caer nuevamente en una con un poco más de clase.
Pero no todo es malo, porque lo increíble que suena 'Oh Cherry' en los rápidos compases de la batería, el gran desplante que tiene la voz mientras el bajo, las guitarras y la armónica van llenando de textura la canción, muestran que las buenas ideas siguen aquí. Tal y como en el moderno Blues que ofrece 'Want You to Love Me' deleitándonos con ritmos y coros sacados casi directamente de una congregación. Incluso para cerrar se dan el tiempo de recordar su etapa más Country con 'Always Right', pero esta vez con un sonido más maduro y seguro de sí mismo, creando una de esas canciones perfectas para acompañar largos viajes en carretera.
Aunque este álbum tenga varios momentos disfrutables, hubiera sido más interesante ver un cambio aún más radical luego de todos los años en silencio. Ofrecer una propuesta que siguiera lo experimental de su tema de apertura ya que, salvo por los tracks más destacables, el ir pasando de canción en canción la fuerza de los compases iniciales se va perdiendo. Sin embargo, esta obra sirve como un firme golpe sobre la mesa para anunciar su regreso a la música, ya que “Sundowners” está lejos de transformarse en una banda revival que quede corta al emular las glorias del pasado, o de ser uno de esos trabajos anteriores que estaban lejos de convencer a cualquiera. Su descanso fue una decisión acertada, ya que puede decirse que pasaron la primera prueba al entregar algo más honesto. Solamente el tiempo dirá si este nuevo camino terminará desgastándose como el que ya iniciaron hace más de 20 años, o si logrará sobrevivir a las “puestas de sol”.
Aarón Vergara
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