Royal Blood
Back to the Water Below

2023. Warner Records
Han pasado dos años desde que Royal Blood lanzó su última producción “Typhoons” (2021), un disco que coronó una década de carrera de los originarios de Brighton. Dicha placa conservaba los elementos principales que son el bajo distorsionado y la batería, pero también incluyó otros elementos como los sintetizadores, dándole un aura más popera al sonido de Mike Kerr y Ben Thatcher. Este 2023 regresan con los mismos elementos más crudos que nunca, pero con una que otra sorpresa que incluyeron en “Back to the Water Below”, su flamante nuevo lanzamiento.
Con dos elementos como base es difícil muchas veces innovar en el sonido de una banda. Si bien, las posibilidades se acortan, la creatividad del dúo ha sabido sobreponerse a las limitaciones con creces en estos más de 10 años en el ruedo. Este cuarto álbum, aunque nos remite a los orígenes más crudos trae varias sorpresas en los 10 tracks que lo componen. Lo primero que escuchamos es ‘Mountains At Midnight’, una pista aplanadora que no se anda con rodeos, es el Royal Blood puro y duro que irrumpió en la escena rockera mundial. Lo propio hacen con ‘Shinner In The Dark’. Esta vez el bajo de Kerr está tocado derechamente como una guitarra, despachando riffs con su particular sonido. Sin dudas uno de los grandes aciertos de la placa.
El tercer track es novedad pura. ‘Pull Me Through’ comienza con el sonido de una guitarra acústica que da la sensación de estar sampleada por lo robótico de su timbre, sin embargo se convierte en el disparador idóneo para lo que viene después. Otra gran pista de la placa, al igual que ‘The Firing Line’, una canción que continúa con la mesura y que se adorna con detalles de piano. Aquí derechamente no se hace su aparición el bajo característico de Kerr, pero extrañamente no se echa de menos. Son estos atrevimientos los que se celebran de una banda de rock que no pretende repetir su fórmula, sino que todo lo contrario.
El próximo tridente que suena es una excelente dosis del potencial que Kerr y Thatcher tienen para entregarnos. ‘Thell Me When Its Too Late’ trae de vuelta el bajo octavado, por su parte ‘Triggers’ tiene una batería saturada con un sonido excepcional, y ‘How Many More Times’ baja las revoluciones para entregarnos una pista llena de misticismo y modernidad, pero que también rescata algo de décadas pasadas remontándonos a cierta época de grupos como Supergrass. Esta pista puede resultar como un sencillo promocional perfectamente en un futuro cercano.
En la recta final de la placa la velocidad y la intensidad se hacen presentes con track como ‘High Waters’ que es un verdadero torbellino de saturación. Sin embargo, de manera sorpresiva las pistas de cierre tienen una impronta más acústica, augurándonos quizás que los próximos caminos que tome el dúo se orientarán en esa senda. ‘There Goes My Cool’ tiene al piano y a la guitarra acústica como las protagonistas, coronándose con perfecto solo de guitarra. Para el final dejaron ‘Waves’, una balada que nos da la despedida definitiva de esta genial obra. Uno de los grandes tracks del disco, sin lugar a dudas.
Quién dice que el rock está muerto es porque no ha escuchado a Royal Blood. El dúo compuesto por Mike Kerr y Ben Thatcher defiende con todo al estilo que tiene una larguísima vida si estos exponentes siguen liberando discos del nivel de “Back to the Water Below”. Esta placa en particular representa un segundo aire del dúo que buscó innovar en nuevas sonoridades y desmarcarse un poco de la fórmula con la que llamaron la atención en sus primeros discos. Aquí optaron por canciones que los tienen en segundo plano o definitivamente los omite. Un acto que se agradece y nos permite seguir adorando a estos héroes contemporáneos de rock mundial.
Oliver Arriola Riquelme
Han pasado dos años desde que Royal Blood lanzó su última producción “Typhoons” (2021), un disco que coronó una década de carrera de los originarios de Brighton. Dicha placa conservaba los elementos principales que son el bajo distorsionado y la batería, pero también incluyó otros elementos como los sintetizadores, dándole un aura más popera al sonido de Mike Kerr y Ben Thatcher. Este 2023 regresan con los mismos elementos más crudos que nunca, pero con una que otra sorpresa que incluyeron en “Back to the Water Below”, su flamante nuevo lanzamiento.
Con dos elementos como base es difícil muchas veces innovar en el sonido de una banda. Si bien, las posibilidades se acortan, la creatividad del dúo ha sabido sobreponerse a las limitaciones con creces en estos más de 10 años en el ruedo. Este cuarto álbum, aunque nos remite a los orígenes más crudos trae varias sorpresas en los 10 tracks que lo componen. Lo primero que escuchamos es ‘Mountains At Midnight’, una pista aplanadora que no se anda con rodeos, es el Royal Blood puro y duro que irrumpió en la escena rockera mundial. Lo propio hacen con ‘Shinner In The Dark’. Esta vez el bajo de Kerr está tocado derechamente como una guitarra, despachando riffs con su particular sonido. Sin dudas uno de los grandes aciertos de la placa.
El tercer track es novedad pura. ‘Pull Me Through’ comienza con el sonido de una guitarra acústica que da la sensación de estar sampleada por lo robótico de su timbre, sin embargo se convierte en el disparador idóneo para lo que viene después. Otra gran pista de la placa, al igual que ‘The Firing Line’, una canción que continúa con la mesura y que se adorna con detalles de piano. Aquí derechamente no se hace su aparición el bajo característico de Kerr, pero extrañamente no se echa de menos. Son estos atrevimientos los que se celebran de una banda de rock que no pretende repetir su fórmula, sino que todo lo contrario.
El próximo tridente que suena es una excelente dosis del potencial que Kerr y Thatcher tienen para entregarnos. ‘Thell Me When Its Too Late’ trae de vuelta el bajo octavado, por su parte ‘Triggers’ tiene una batería saturada con un sonido excepcional, y ‘How Many More Times’ baja las revoluciones para entregarnos una pista llena de misticismo y modernidad, pero que también rescata algo de décadas pasadas remontándonos a cierta época de grupos como Supergrass. Esta pista puede resultar como un sencillo promocional perfectamente en un futuro cercano.
En la recta final de la placa la velocidad y la intensidad se hacen presentes con track como ‘High Waters’ que es un verdadero torbellino de saturación. Sin embargo, de manera sorpresiva las pistas de cierre tienen una impronta más acústica, augurándonos quizás que los próximos caminos que tome el dúo se orientarán en esa senda. ‘There Goes My Cool’ tiene al piano y a la guitarra acústica como las protagonistas, coronándose con perfecto solo de guitarra. Para el final dejaron ‘Waves’, una balada que nos da la despedida definitiva de esta genial obra. Uno de los grandes tracks del disco, sin lugar a dudas.
Quién dice que el rock está muerto es porque no ha escuchado a Royal Blood. El dúo compuesto por Mike Kerr y Ben Thatcher defiende con todo al estilo que tiene una larguísima vida si estos exponentes siguen liberando discos del nivel de “Back to the Water Below”. Esta placa en particular representa un segundo aire del dúo que buscó innovar en nuevas sonoridades y desmarcarse un poco de la fórmula con la que llamaron la atención en sus primeros discos. Aquí optaron por canciones que los tienen en segundo plano o definitivamente los omite. Un acto que se agradece y nos permite seguir adorando a estos héroes contemporáneos de rock mundial.
Oliver Arriola Riquelme
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