Black Country Communion

2024. J&R Adventures

Por años se ha acuñado el término supergrupo, y este generalmente es usado para referirse a la fusión de artistas con proyectos aparte que sacan uno que otro disco suelto. Pero Black Country Communion es el caso aparte. Con su quinto trabajo de estudio, simplemente titulado "V" (2024) han entregado un larga duración que muestra a sus cuatro integrantes en su elemento más cómodo: el rock y el blues, ahondando y reverenciando de paso su historia e influencias.

Ahora, si no estás tan familiarizado con Black Country Communion, te cuento a modo de introducción sobre este supergrupo. Está conformado por las leyendas Glenn Hughes (Deep Purple, Black Sabbath), Derek Sherinian (Dream Theater, Alice Cooper, Billy Idol), Jason Bonham (Led Zeppelin, Sammy Hagar) y el virtuoso del blues, Joe Bonamassa. Sin embargo, también cuentan con un quinto componente en la construcción de su éxito: el productor Kevin Shirley, quien ha sido una pieza clave para el sonido de sus cuatro álbumes anteriores, y en esta ocasión, vuelve a asumir su rol. Shirley mantiene la coherencia del enfoque y entrega una mezcla que le hace justicia al talento de cada miembro. Según sus propias palabras al momento del lanzamiento, poco ha cambiado en la dirección musical de este esperado álbum, que llega siete años después de "BCCIV" (2017), así que podríamos decir que estamos en presencia de una apuesta segura.

El arranque lo da ‘Enlighten’, la pista principal que abre con un breve intro de órgano Hammond antes de que el resto de la banda pegue fuerte. Entre luces y sombras, se asoma la voz de Hughes, luciéndose todavía a sus 72 años, viéndose complementado por Bonamassa, quien realmente aporta la inyección de rock pesado. Luego, tenemos la pieza funk: ‘Stay Free’, poseedora de un infeccioso riff que implosiona justo en el coro, y que es acompañado por dos coristas femeninas para certificar el auténtico soul. ¿Y el highlight? ¡Ese impecable solo de Bonamassa! En serio, de no creer la fuerza decibélica de esta canción. ‘Red Sun’ le sigue en el mismo tempo. Este es un corte entre groovy y grunge, con guitarras que suenan deliberadamente sucias. Pasa por varias transiciones, desde el verso al puente y luego al coro, que no deja a nadie indiferente. ‘Restless’ baja un poco las revoluciones y suena más como una canción arraigada al blues británico, siendo quizás el único momento del disco donde se tiene la oportunidad de recobrar el aliento.

Ahora, es casi imposible no caer en comparativas con los sonidos de Led Zeppelin y Deep Purple, una que se ve realzada por los nombres de Bonham y Hughes. Esta es más notoria en pistas como ‘Love and Faith’, ‘You're Not Alone’, ‘Skyway’ y la propulsión de los tambores en ‘Letting Go’, que grita la esencia de Bonzo por donde se le mire. Aun cuando estas parecen bastante inspiradas en ecos del pasado, la verdad es que son solo parte de la fracción del sonido de BCC, que ciertamente es mucho más que meras referencias. Por ejemplo, ‘Too Far Gone’ es un track que cambia el estado de ánimo con una introducción liviana que pronto se descompone en otro gran riff de guitarra conforme el verso avanza, mientras que ‘The Open Road’ remonta el groove justo donde lo dejó ‘Stay Free’. En medio del tema, hacen una pausa que permite al guitarrista desplegar impresionantes solos bluseros, construyendo así un clímax antes de llevar la canción a una conclusión explosiva.

“V” es una obra de gran valor que sin dudas enriquece el catálogo musical en lo que va de 2024. Cada canción es un trance por sí misma, haciendo un llamado al revival del rock de antaño y convirtiéndose en el soundtrack perfecto para ir manejando por la autopista. La interpretación, el sonido, y los arreglos son pulcros y están logrados magistralmente, muy a la vieja escuela, porque justamente está hecho por la vieja escuela que sigue aleccionando y dejándonos joyas como estas para tomar nota.

Bárbara Henríquez