Cuéntame una historia original: "Corazones" en cuatro voces autorizadas
30° aniversario de una obra imprescindible

Conversamos con cuatro expertos sobre el catálogo de Jorge González y Los Prisioneros a 30 años de la publicación de "Corazones". Periodistas, músicos e investigadores que han dedicado parte importante de su tiempo a investigar la obra del compositor de San Miguel y de cuyas conversaciones surgen elementos en común, como historias personales con sus canciones y la valoración del álbum como una cumbre de la historia del pop en Chile y América Latina.
Emiliano Aguayo. Autor de “Maldito Sudaca: Conversaciones con Jorge González, la voz de los ‘80” (2005, Ril editores) y “Las voces de los 80: conversaciones con los protagonistas del fenómeno pop-rock” (2012, Ril Editores)
- Tenías 16 años cuando se publicó "Corazones", una edad en que uno ya tiene gustos musicales más o menos definidos y cierta filiación emocional con la música que escucha. ¿Tienes alguna historia personal de la época?
- Vivía en el sur, donde llovía regularmente y caminaba mucho para llegar al liceo fiscal de la ciudad. Andaba, como se usaba ese concepto esos días, con una niña que era mi amiga y que, de repente, empezó a pasar algo. Luego, terminamos algo que nunca comenzamos y ella me regaló el cassette "Corazones" y me dedicó ‘Amiga mía’. Ese casete ya no lo tengo, lo presté tiempo después en Santiago y no me devolvieron, hasta que la hermana de mi amigo que nunca me lo devolvió, decidió comprarlo y entregármelo. Lindo gesto. Ese sí lo guardo entre mis discos.
- Según tu óptica y más allá de lo evidente ¿Cuál es la diferencia sustancial de "Corazones" con el resto de la discografía de Los Prisioneros?
- Por supuesto que el amor resalta aquí, como en ninguna anterior producción de González. Un amor violento, quizás, donde se cuenta lo que no fue, la desdicha de lo imposible. Ya con "Pateando piedras", González pasaba a ser la mejor pluma del rock chileno y con "Corazones" lo reafirma en demasía.
- En diversas oportunidades has escrito, ya sea en tus libros como en tus redes personales, sobre cómo ese giro incomodó a cierto sector de la prensa musical.
- No era la primera vez que hablaba de amor o de relaciones de pareja. Ya conocíamos 'Eve-Evelyn', 'Mentalidad televisiva' y 'Paramar', 'Una mujer que no llame la atención' y 'Cuando te vayas'. Lo que aquí agrega es un sonido nuevo para su proyecto, más acid tecno house. Algo que, incluso, despertó toda la mala onda hacia el compositor de parte de los medios que, extrañamente, quería dirigir los pasos del músico, recomendándole más guitarras, por ejemplo. Una tontera absoluta que cada año que pasa queda más en evidencia.
- ¿Cómo evalúas el peso de "Corazones" en la música chilena a 30 años de su lanzamiento?
- Desde Javiera Mena a Manuel García en su tremendo disco "Acuario", pasando por Alex Anwandter y Cristián Heyne, entre otros, han sido influenciados por este cuarto disco de González, mientras lideraba el proyecto Los Prisioneros. Y, por supuesto, no sólo lleva la firma del compositor chileno vivo más importante de los últimos 35 años, sino de la firma, también, en la producción del tremendo Gustavo Santaolalla. Es un disco de un nivel superior, de esos discos que envidiábamos a los argentinos. Grabados por productores extranjeros, en Estados Unidos, con músicos de estudio. Por fin podíamos ver, en toda plenitud, cómo era ser un genio comprendido y con todas o gran parte de las regalías para grabar de un rockero nacional. Y el resultado fue poderoso. Un disco que suena a vanguardia en autos y fiestas de chicos de 18 hoy, y que no lo escuchan como nostalgia.
- ¿Alguna canción favorita?
- No hay bajos en este disco. Podríamos decir que es un disco de 9 temas, con 9 singles, pero no puedo dejar de mencionar lo potente que siempre me pareció el video de 'Estrechez de corazón'.
Cristóbal González Lorca. Autor de “Latinoamérica es grande: La ruta internacional de Los Prisioneros” (2019, Santiago Ander-Editorial)
- A diferencia de otros investigadores de Los Prisioneros, tú no vivías en Chile cuando publicaron "Corazones" ¿Cómo recuerdas esas canciones? ¿lograste escucharlas en tiempo real?
- "Corazones" salió el 90, yo tenía 14 años. Vivía en Venezuela. Más que una historia en particular podría decirte que el disco me pegó mucho porque es un disco muy romántico, apasionado y sexual, y salió en un momento que era de despertar sexual, de empezar a tener las primeras interacciones con el sexo opuesto. Salió el mismo año que "Canción animal" de Soda Stereo, pese a ser musicalmente opuestos, tienen en común ser discos muy sexuales. Los oí mucho imaginando y fantaseando sobre lo que serían futuros encuentros con chicas, ese el recuerdo emocional que tengo, un disco que junto a "Canción animal" acompañó ese despertar.
- O sea, fue un disco que tuvo impacto en Latinoamérica.
- Yo los vi con este disco presentarse en Venezuela en el festival de Rock Iberoamericano el año 91, con 15 años, con Soda y Fito. El peso del "Corazones" es enorme. Hay que entender que el giro temático y de sonido en el exterior no fue algo tan polémico. El rock en español se entendía como un movimiento dinámico, Soda hizo discos muy distintos entre sí, esa elasticidad no era un problema para los seguidores de estas bandas en el resto del continente. Afuera seguían siendo los mismos Prisioneros de siempre, solo que con un disco que sonaba mucho mejor y eso era muy positivo. Con este disco se consolidan profesionalmente afuera, es en ventas su disco más exitoso en el exterior. Es un disco muy importante para su historia y para el catálogo rock de los 80 y principios de los 90.
- ¿Se equiparán en sonido al estándar internacional?
- Los Prisioneros se ponían con su cuarto disco a nivel de sonido a la altura de Soda o Fito, y a la altura de su propia importancia y leyenda. Solucionaban la única “pata coja” que tenían en comparación a los discos de sus colegas argentinos, que era el sonido. "Corazones" es un disco muy inspirado y tiene una carga emocional tremenda que le da mucha vitalidad a las canciones y más la producción de Santaolalla en Estados Unidos, se llevó a esas canciones a un nivel muy alto, con una resolución sonora potentísima. Demostró lo que Los Prisioneros y Jorge podían hacer con un mayor soporte de producción. Acá Jorge se permite una licencia consigo mismo como autor y el público responde muy bien y capta la sinceridad de lo que quiere transmitir y también el estándar de sonido. Es un disco muy ligado a la masificación del CD, entonces la gente lo escuchó en ese formato.
- Es curiosa esa lectura, cuando es que en Chile provocó algunas ronchas en la prensa más resistente al cambio estético en comparación a sus tres primeros álbumes. ¿Atribuyes eso al giro temático de sus canciones?
- Es que en Chile se estaba viviendo otro proceso cuando jubilaron el rock latino el 88. Vino el plebiscito, la llegada de la democracia y con eso una necesidad de dejar los 80 atrás. Todo el rock latino, el canto nuevo se enterró. Yo venía para acá a fiestas familiares y la gente escuchaba Roxette, Rod Stewart y se sentían super modernos escuchando música en inglés. Yo les decía que afuera se seguía escuchando a Charly, que eran grupos que giraban por Venezuela y había mucha efervecencia con ellas y acá me decían “pasó la moda del rock latino”. Cuando es que esas bandas hacen sus mejores discos y para mí el movimiento ni siquiera muere, sino que se transforma hacia los 90. El 91 o 92 se acaba el ciclo de los ochenteros, pero empieza el ciclo de MTV con el rock alternativo, que es una continuación de lo que pasó en los 80. Marcelo Contreras dice que el movimiento muere el 87, pero eso en Chile, porque afuera el movimiento siguió con discos consagratorios incluso.
- ¿Cuál es el balance que haces de "Corazones" a tres décadas de su publicación?
- Acá en Chile al comienzo fue cuestionado, pero al final igual tuvo mucho éxito. Hoy goza de mucho prestigio. Gepe y Javiera Mena ayudaron mucho a reivindicar un disco que para mí no solo merecía esa reivindicación. Yo creo que hasta ahora no hay un disco pop que como obra supere al "Corazones", en melodía, texto, producción, sonido, impacto. Incluso es un antecedente para la generación de cumbieros. El Pollo de Santaferia dice que cuando chico siempre relacionó la sonoridad del sound con "Corazones" y es super natural esa comparación, por el uso de la tecnología y los teclados. Pasa algo parecido en Argentina con Virus, que introducen a nivel masivo ese sonido de sintetizador y son muy queridos y escuchados por los cumbieros. Pablo Lescano ha tocado algunas canciones de Virus y Amar Azul tiene un cover que ‘Una luna de miel en la mano’. En Chile a los cumbieros les parece cercano por lo mismo y eso explica que hasta la versión de Adrián y los Dados Negros de ‘Estrechez de corazón’ no sea tan rara.
- ¿Tu canción favorita?
- ‘Amiga mía’, es una crónica hermosa de amor y pasión, una letra intensa y con elementos cotidianos muy bellos en el relato. “Un café con helado que he mojado en tu espalda”. También me gusta ‘Tren al sur’, están muy ligados. Es un viaje de amor y desamor, de nostalgia, sexualidad y a la vez recuerdos de infancia. Es muy melancólica y chilena.
Manuel Maira. Autor de “Jorge González: Una historia original” (2016, Ediciones B)
- De todos los autores, eras el más joven al momento de publicarse "Corazones".
- Yo era bien chico, pero recuerdo los videoclips. Me acuerdo de ‘Estrechez de corazón’ que por alguna razón supe que había sido grabado en el sector de Leida en Lo Gallardo, que era una medialuna que yo ubicaba. Me parecía muy potente ‘Corazones rojos’ y también recuerdo su videoclip. Hay una presentación de Los Prisioneros en Martes 13 y me quedó grabada ‘Cuéntame una historia original’, que da cuenta que la música en televisión era muy potente y podía marcar mucho a la gente que estaba descubriendo música a través de la pantalla.
- Según tu impresión ¿Qué distingue a "Corazones" dentro de la discografía de Jorge González?
- El uso se secuencias y la influencia electrónica que en Jorge iba ganando terreno. El hecho de reemplazar las guitarras por una tecladista en la formación de Los Prisioneros obviamente que era una gran señal para lo que Jorge estaba haciendo en ese momento. Es un disco super arriesgado y distinto a lo que muchos fans podían pretender y creo que ese es el valor de González, que siempre siguió su instinto y no lo que el medio esperaba que hiciera. "Corazones" es un ejemplo del arrojo de Jorge González.
- En relación a las letras, es la primera vez que dedica tantas líneas a los asuntos íntimos.
- El coraje de las letras del disco, que son super personales y de una situación amorosa super íntima y a la vez de interés público, por el triángulo amoroso que bien conocemos. La mayoría de la gente hubiese optado por pasar lo más piola posible, de esconderlo y él lo hizo un disco, que además lo escuchó muchísima gente. El carácter de Jorge dice que uno nunca sabe con lo que puede salir y ese es su gran atractivo.
- ¿Era usual que apareciera el nombre de "Corazones" en las entrevistas que realizaste para tu libro “Canciones del fin del mundo: música chilena 2.0”?
- Salían muchas referencias en los músicos entrevistados en ese libro y también en la investigación que me tocó hacer para el libro biográfico de Jorge González, en músicos de distintas generaciones siempre aparecía "Corazones" como una joya para mucha gente. Es un disco adelantado y sin prejuicios con el pop y la electrónica, que son géneros que después fueron aceptados en la música chilena. La nueva generación del pop chileno lo agarró por ahí, porque estaban desprejuiciados de las etiquetas y hacían pop sin que fuese mal visto, al contrario, podía ser bien recibido en el público y el medio.
- ¿A nivel latinoamericano lo ves igual de influyente?
- Es un disco clave en el pop latinoamericano, no es casualidad que haya varias versiones esparcidas por Latinoamérica de músicos cercanos y no tan cercanos a Los Prisioneros. Todavía suena muy interesante y muy moderno y han pasado 30 años.
- ¿Sigues escuchando "Corazones" regularmente? ¿hay alguna que te guste más?
- Si. Hace algunos años "Corazones" fue reeditado en formato CD y vinilo. Justo en esa época mi hijo debe haber tenido 2 o 3 años. Por alguna razón él lo ponía mucho y le gustaba mucho y recordé una declaración de Jorge González que me pareció muy acertada en su momento, que decía que cuando uno es niño le gusta la música porque le llega de corazón, sin modas, sin prejuicios y sin gustos musicales donde encajar, que la música buena y que te toca la fibra es la que te gusta cuando chico. Y varías canciones de ese disco las pedía mi hijo siendo muy chico, se hizo fanático del disco y de algunas canciones en particular, como ‘Tren al sur’ que le decía ‘Tren azul’. Son canciones muy potentes y que enganchan a la gente. Mi favorita es ‘Corazones rojos’.
Julio Osses. Autor de “Exijo ser un héroe: La historia (real) de Los Prisioneros” (2002, Aguilar) y “Orgullos y pasiones: La historia de Los Prisioneros” (2016, Vía X Ediciones)
- ¿Tienes alguna historia personal o recuerdo del momento en que salió el álbum?
- En esa época tenía mi primera polola importante, una polola española que nos habíamos conocido en el verano y se fue. Corazones sale justo ese verano y yo estaba con esa pena de amor gigante, entonces fue como la banda sonora de un año terrible.
- ¿Cómo ubicas a "Corazones" dentro del catálogo de Los Prisioneros y de Jorge González?
- Es un disco sumamente romántico y brutal, que marca un cambio grande en la carrera de Los Prisioneros en cuanto al sonido. Es el gran disco bisagra de Jorge González porque se consigue todo lo que él quería que era hacer música que no fuera discriminada y que tu pudieras poner en una discoteca y no sonora distinta al lado de una de The Cure, Soda Stereo o Depeche Mode. Esa era su aspiración y de hecho esa fue la gran razón del cambio de sonido de Los Prisioneros entre La Voz de los ’80 y Pateando Piedras. Jorge sentía que haciendo música electrónica partían desde cierta base.
- ¿Cuál te parece que es la característica distintiva de "Corazones" respecto al resto de la discografía de Los Prisioneros?
- "Corazones" tiene esa característica, pero creo que lo que lo hace realmente muy importante es que es un disco que finalmente consagra el sincretismo cultural de Los Prisioneros y mete en un mismo saco a New Order, Pet Shop Boys, toda la escena house del verano del amor psicodélico, mete Manchester y el romancero latino de Camilo Sesto.
- ¿A qué debes que sea recurrentemente citado por artistas jóvenes, a tres décadas de su publicación? ¿factor de producción? ¿factor temático?
- Tuvieron que pasar como 20 años para que la nueva escena techno pop descubriera "Corazones", pero hubo gente que nunca dejó de escucharlo. Impactó porque era una manera de utilizar un lenguaje, sonido y textura electrónica que con los años se transformó en algo que se podía conseguir en la casa fácilmente, entonces las nuevas generaciones tomaron el ejemplo del disco y trataron de sonar así. Su influencia se sigue escuchando, no sólo como sincretismo musical, sino como sonido y estructura de canciones.
- Algunos plantean que el impacto no solo se percibe en Chile, sino que en Latinoamérica y hasta Gustavo Santaolalla ha confesado que ese disco cambió su carrera para siempre, impulsándolo como referente para el rock latino.
- Hay muchas mezclas de producción musical que son gigantescas. Podríamos estar horas hablando solo de cosas como las tensiones frente a los coros que desarrolló Gustavo Santaolalla, para que los coros de "Corazones" sean todos como una explosión de colores. La producción de Santaolalla es simplemente impactante. Los demos de Jorge eran bastante avanzados, Corazones fue un disco bastante urgente, pero creo que la producción de Santaolalla y el equipo con Tony Peluso y Aníbal Kerpel hicieron un trabajo gigantesco. Hay un antes y un después en la música popular latinoamericana. Hubo muchos artistas que llegaban a Santaolalla pidiendo sonar como "Corazones", en el caso de Café Tacvba cuando grabaron "Re", que está muy inspirado en Corazones. Es un disco que es parte del canon de la música en español. Es un disco super importante, bisagra en el pop, rock y música popular latinoamericano.
- ¿Qué canción sintetiza el espíritu de "Corazones"?
- Si uno hiciera un vortex de dónde está el centro de "Corazones", por supuesto que ‘Estrechez de corazón’ es lo que resume todo, porque ahí está Camilo Sesto, está New Order y está Donna Summer. Sin duda ‘Estrechez de corazón’ sería para mí la canción que resume el paso de una época a otra.
Cristofer Rodríguez
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