Extensa entrevista con el cantante y guitarrista de King Crimson
Uno de los momentos más importantes de los últimos años en cuanto a shows realizados en vivo en Chile, fue el doble debut de King Crimson, esperado por décadas por sus seguidores. Dentro de la actual formación, se encuentra el vocalista y guitarrista Jakko Jakszyk, quien posee un nutrido historial junto a otros reconocidos músicos, además de su carrera solista.
Es en este formato que estrenará “Secrets & Lies” el próximo 23 de octubre, trabajo en que explora recuerdos personales de toda una vida, además de las tensiones generadas por la política, entre otros asuntos. Para entender más esta nueva obra y recorrer su trayectoria en el rock progresivo y la música de vanguardia, saber sobre sus reflexiones políticas, su historia familiar y muchos otros temas, Rockaxis tuvo una exclusiva y extensa conversación con el músico británico.
-Hablemos primero de tu nuevo álbum solista “Secrets & Lies”, que tiene la particularidad de haber sido creado mientras King Crimson se mantiene en receso por la pandemia, pero que, según Inside Out Music, comenzó a ser escrito en los ensayos con la banda. Cuéntanos del proceso creativo de las canciones de este nuevo disco y también de su grabación, que contó con tus compañeros en Crimson, Robert Fripp, Gavin Harrison, Tony Levin y Mel Collins, además de invitados del calibre de Mark King de Level 42 y Peter Hammill de Van der Graaf Generator.
-Era algo que había hablado previamente con Robert. Originalmente habían canciones pensadas para King Crimson, que se las mostré a Robert. Algunas de las había escrito yo solo y otras con él acá en mi estudio. Teníamos una broma recurrente en que él me decía “me encanta esta canción, es fantástica. Sería ideal para tu álbum solista”, que era su forma de decir “no haremos esto para Crimson” (risas). Terminé con varias cosas hechas, pero hubo tres que quedaron en mi álbum y que cuando las mostré en los ensayos, Robert dijo que las estábamos “crimsonizando”. Sonaban muy distinto a lo que yo pensaba en un principio, porque siempre sigo mis instintos y oídos.
Sobre los músicos, claro, Gavin es el baterista actual de King Crimson, pero ha sido uno de mis mejores amigos desde hace más de 30 años. Hemos trabajado en varios proyectos y hemos estado en contacto permanente, así que siempre es mi primera opción, porque es un baterista brillante. Tony Levin siempre trae algo genial a cualquier proyecto. No sé si has visto un documental sobre la creación de “So” de Peter Gabriel. Hay un momento en el que muestran el comienzo de ‘Don’t Give Up’, y puedes escucharla sin el bajo de Tony, a quien después se le ocurrió esa parte, y es asombrosa. Ahora ya no puedes escuchar ese tema sin su línea bajo. Puedes armar una canción y decirle que la toque tal cual está la línea de bajo y aun así la ejecutará con su estilo tan propio. Hay otras veces que él llega con su parte, que es siempre en extremo original.
Gavin y Tony son principalmente la sección rítmica, los otros bajistas son Mark King, con quien estuve en Level 42 por cuatro o cinco años. Es un músico genial, da mucha energía a una canción, y esa canción que te digo tiene mucha fuerza, así que pensé que sería bueno que él la tocara, lo cual hizo amablemente. También está John Giblin, que ha tocado en varios álbumes de Kate Bush, con Peter Gabriel también. A Peter Hammill lo conozco hace años. Últimamente cuando me lo topo, me preguntaba si había empezado un nuevo álbum solista, y siempre le decía que no. Él respondía “¡Estás loco! Este es tu momento, esta es tu oportunidad”, y la última vez que me lo dijo, le respondí “OK. Prometo que empezaré con mi álbum solista solo si estás de acuerdo en participar en él”. Y él dijo que sí. Así fue como empezamos a escribir las canciones juntos.
-De acuerdo a InsideOut Music, “Secret & Lies” explora temas como la obsesión, la traición, los ideales cambiantes de la política contemporánea y los hilos enredados de la historia familiar. A rasgos generales, ¿qué nos puedes decir de la temática del disco? ¿Hay algún tema común que cruce todas las canciones?
-La temática lírica del disco nació porque estoy pasando por toda una experiencia personal. Fui adoptado cuando era niño, y conocí a mi verdadera madre a principios de mis 20 años. Ella era irlandesa, pero se fue al sur de Estados Unidos, así que fui para allá y la conocí. Allá también conocí a mi hermana y mis otros tres medios hermanos. Y mientras pasaban los años, me fui enterando de que varias cosas que ella me había dicho no eran verdad, y una de las cosas más recientes de esto, de hecho, sucedió en Santiago, porque los últimos shows de Crimson fueron allá. Estaba en la habitación del hotel, suena mi teléfono, lo miro, y hay un mensaje de un sujeto llamado Darren, que me dice “soy tu hermano”. Era otro ser cercano cuya existencia mi madre había negado.
Él había vuelto a Inglaterra, y consiguió un dossier sobre su adopción, y descubrió quién era su madre y que tenía dos medios hermanos, mi hermana y yo. Encontró a mi hermana por internet, y a mí no porque mi nombre de nacimiento es muy distinto al que tengo ahora –el nombre natal de Jakko es Michael Lee Curran-, y encontró un obituario de mi madre, que era una cantante famosa en Irlanda en los años 50, y ahí mencionaba a su hijo guitarrista, y se dio cuenta, “él debe ser Jakko”. Después de aquello, busqué mi propio dossier, y me encontré con varias otras cosas. La historia que me contó mi madre era muy distinta a la realidad. Así que, en mi vida, hay muchos secretos y mentiras.
Y como dices, hay una canción sobre política, de políticos que le mienten a su comunidad. Es sobre lo que pasó en Inglaterra con el Brexit y que está pasando ahora en Estados Unidos con Trump. Hay otra sobre cuando fui engañado, sobre traición. Todas estas canciones me hicieron decir cuál sería un buen título para el álbum, al tratar con varios de esos asuntos.
“Ver el memorial del Estadio Nacional fue muy conmovedor”
-¿Crees que todo este complejo clima sociopolítico a nivel mundial, podría ser una fuerte influencia no solo para ti, sino que también para la música a nivel general?
-Sí, me gusta pensar que lo es, porque la música ha generado mucho material en el pasado. En tu país, por ejemplo, hay muchos cantautores políticos. Me gusta pensar así, porque el mundo está muy polarizado, no recuerdo que alguna vez la política haya estado tan desconectada de su propia gente y que haya existido tanta división. Son los estadounidenses contra los estadounidenses, los ingleses contra los ingleses. Hay algo muy divisivo dentro de esta forma tan populista de ejercer la política, todo se hace demasiado en blanco y negro. Y la vida no es así, la vida es complicada, es gris, no blanca o negra, es detallada. Pero estos políticos populistas quieren que la cosa sea simple, así que están los buenos y los malos, sabes a quién culpar. Lo que pasa en Estados Unidos, particularmente, da mucho miedo. Recuerdo que cuando estuvimos en Chile, hicimos el segundo show y, al día siguiente, volvimos a casa y hubo protestas, un toque de queda, y de hecho otros conciertos siguientes en el Movistar Arena tuvieron que ser cancelados. ¿Cómo está esa situación ahora por allá?
-Las protestas siguieron hasta que llegó el Coronavirus, por eso ahora no ha habido movimiento. La gente está esperando volver a las calles, porque además el gobierno no ha manejado bien la actual situación.
-Y el gobierno de allá, ¿también es de derecha, cierto?
-Sí, de derecha.
-Ya veo. Que terrible todo lo que ha pasado por allá.
-Mencionaste que conoces músicos chilenos con enfoque político. ¿Hay uno en particular que conozcas más?
-No, lo que pasó fue esto. Estaba escuchando la radio aquí en Inglaterra recientemente, y James Dean Bradfield, el cantante de Manic Street Preachers sacó un nuevo álbum, y es sobre Víctor Jara, el cantautor chileno asesinado. Leí su historia, y estoy muy consciente sobre lo que pasó allá con Pinochet, así que sé de eso, pero es la primera vez que sé más de esos cantantes que decían la verdad. Por eso lo mencioné, porque leí su historia después de escucharlo en la radio. Cuando estuve en Chile, el productor sabía que soy muy fanático del fútbol, así que me llevó junto al tour manager a un partido, creo que jugaba un equipo de una universidad o algo así. Fuimos a ese gran estadio, y me pregunté, ¿este es el estadio? Miré alrededor y vi ese memorial, fue muy conmovedor. Todo fue muy genial, me encantó tocar por allá. Espero que pase todo el problema con el virus y los políticos para poder volver.
El factor Carmesí: “Una locura, un sueño, una broma”.
-Volviendo a la música, en 2011 grabaste el disco “A Scarcity of Miracles” junto a Robert Fripp y Mel Collins como titulares, pero también participaron Tony Levin y Gavin Harrison. El disco era presentado como un ProjeKct, con K entremedio, que son unas especies de spin-off de King Crimson. ¿Podríamos decir que la actual formación de King Crimson tiene sus raíces más concretas en aquel disco?
-Sí, supongo que debe ser así. Todo empezó como un experimento. Robert se me acercó de la nada y me invitó a improvisar con él, así que pasamos un día juntos tocando. No hubo un punto de partida, solo empezamos a tocar. Al final del día, Robert me dio un disco duro antes de marcharme, y le pregunté qué era eso. Me dijo que era lo que habíamos hecho durante el día. “¿Qué quieres que haga con esto?”, le respondí yo, y él dijo "estoy seguro de que se te ocurrirá algo” (risas). En el momento no sabía nada, así que decidí escribir canciones desde todo aquello. Desde el primer momento no quise cortar nada de lo que habíamos hecho, era algo obvio, así que no lo hice, preferí tratar de seguir lo orgánico. A la hora de grabar, improvisé las voces y las letras, fui haciéndolo parte por parte hasta que fue tomando forma de una manera orgánica.
Para agregarle bajo, Robert dijo que incluyéramos a Tony, y para la batería solo quisimos a Gavin, así que antes de que me diera cuenta, ya teníamos a la base de la actual formación de King Crimson. Y en un momento se habló de que esa formación tocara en vivo bajo el nombre ProjecKt Seven. Todos recibimos mails sobre ello, pero al final no pasó nada. Lo que sucedió después fue que Robert pensó que sería una buena idea que una banda auténtica tocara material antiguo de Crimson, así que quería juntar una banda, pero en la que él no estuviera, así que le preguntó a Gavin, a mí, Mel, y John Wetton. Nos reunímos y empezamos a trabajar. Hicimos unos demos, ensayamos, y de repente Robert pensó que él también podría estar en la banda, y eso pasó. Luego se me acercó y me dijo que me quería en King Crimson como vocalista y segundo guitarrista, y dije que sí.
-Vamos bien a tu pasado. De acuerdo a internet, en tu adolescencia eras un joven con aspiraciones en el mundo del fútbol profesional. ¿En qué momento de tu vida te decidiste por la música y cuál dirías que fueron las bandas o solistas que más te inspiraron en tomar la decisión?
-(Risas) Decidí que no sería futbolista profesional cuando tuve una prueba para mi equipo local, el Watford, no sé si has escuchado hablar de él. Era una prueba para jóvenes y no la pasé. Había jugado en la escuela y en varios otros lados, pero tuve un partido terrible durante esa prueba, ahí se acabó todo. Recordando, me preguntaba por qué seguía yendo, por qué no iba a otras pruebas, pero después me di cuenta de que era una señal. Ahí fue cuando la música quedó en primer lugar, y lo que escuchaba en ese entonces era King Crimson, Genesis, era también bien fanático de Henry Cow, Mahavishnu Orchestra, Van der Graaf Generator. ¿Qué más? Soft Machine. Esas fueron mis inspiraciones, pero principalmente fue Robert Fripp.
-Claro porque también se dice que fue muy importante para ti ver King Crimson en vivo por primera vez cuando tenías 13 años. ¿Cómo es para ti estar en la banda que alguna vez viste siendo tan joven?
-Es una locura, como un sueño o una broma. Ver a King Crimson cuando tenía 13 fue muy emocionante, hasta sentí que cambió mi vida. No tenía idea de lo mucho que cambiaría mi vida, es una historia muy loca, no puedo creerla. He trabajado con tantos héroes de mi infancia que me siento muy afortunado, ha sido genial.
-Aparte de tu carrera solista y posteriormente en King Crimson, has sido parte de varios proyectos junto a importantes músicos, como por ejemplo Rapid Eye Movement, Slapp Happy, The Lodge, entre muchísimos otros. ¿Cuál es tu principal motivación para hacer música desde tantos otros lados?
-Es emocionante e interesante. Cuando me ocurren todas esas experiencias, nunca las dejo pasar. Estaba en un matrimonio en Nueva York en 1987, y conocí a Peter Blegvad (Slapp Happy) y a John Greaves (Henry Cow), y me preguntaron si me motivaría participar en un álbum, así que no volví a casa, me quedé en Nueva York e hice este trabajo con The Lodge, para luego hacer unos shows. Luego, una chica con la que estaba trabajando consiguió un contrato con A&M, así que también hice su álbum. Sí, es interesante, todo calza, creo yo, toda esa experiencia es genial, es como la comida; te da energía y te sirve para hacer cosas nuevas. Creo que esa experiencia se queda contigo, te ayuda a darle un color distinto a lo que terminas haciendo, incluso de una forma sutil. Me siento muy afortunado de que me pidan hacer todo esto y poder tocar con músicos geniales, tengo mucha suerte.
-Entre tantos músicos destacados con que trabajaste están los ex miembros de Japan, Richard Barbieri, Mick Karn y Steve Jansen ¿Qué recuerdos tienes de aquella colaboración y cómo fue trabajar con aquellos músicos? ¿Qué nos puedes contar del fallecido Mick Karn?
-Estaba en Italia con Gavin, trabajando con un músico italiano, y su álbum anterior había sido producido por Richard Barbieri y Steve Jansen, así los conocí a ellos. Eran muy cercanos entre ellos, sociabilizaban siempre. Gracias a ellos después conocí a Mick, era una persona muy amable, encantador y amistoso. Un poco loco, sí, pero muy cálido y encantador. Hicimos unas grabaciones juntos, luego él tocó en algunos de mis trabajos solistas y yo en los suyos, y más tarde se fue a Chipre y perdí el contacto con él. Después seguimos escribiéndonos, pero luego se enfermó mucho y volvió a Inglaterra. Ahí lo ayudé a completar su último EP junto a una versión reformada de Dalis Car, en donde también tocó Steve Jansen. Así lo conocí.
-Tras tantos años en la música, ¿qué tan distinto es hoy en día poder lanzar tus álbumes? ¿Crees que el internet cambió mucho las reglas del juego?
-Sí, internet es bueno y malo. Lo bueno es que -y creo que esto lo descubrimos precisamente en Sudamérica- me sorprendió lo jóvenes que eran los fans en los shows en Chile, Brasil y Argentina, había un rango etario muy amplio. Entonces, asumo que internet es en parte responsable de que generaciones más jóvenes tuvieran acceso a nuestra música, lo cual es genial. Lo malo, obviamente, es el pago. Las ventas son bajas, el streaming no deja mucho dinero, y mientras siga el virus, no podremos tocar en vivo, y esa es nuestra principal fuente de ingresos. Creo que hacer un nuevo álbum y a través del sello en que estoy fue arriesgado, porque pude haberlo hecho por mi propia cuenta, o venderlo a través del sello de Crimson, pero InsideOut y yo decidimos intentarlo de todas formas.
-A nivel personal, ¿qué tan importante fue tu paso por 21st Century Schizoid Band, grupo que tocaba temas del repertorio de King Crimson de los 60 y 70 con ex miembros de la banda como Ian McDonald, Mel Collins, Peter y Michael Giles e Ian Wallace? Me imagino que el paso por aquel proyecto, te sirvió enormemente para años más tarde, convertirte en el guitarrista y cantante de la banda de Robert Fripp.
-De hecho, la razón por la que conozco a Robert Fripp fue porque hice ese proyecto. Un día, después de ensayar con Schizoid Band, mi teléfono suena, y era Robert Fripp. Nunca había hablado con él, era mi héroe de la infancia, así que estaba muy asustado, no sabía por qué me estaba llamando. Me preguntó cómo iban los ensayos, y le dije “horribles. Han sido unas de las tres semanas más desagradables que he tenido como músico”. Él se rio, y luego dijo “sí, pensé que sería así”. De ahí en adelante, nos volvimos muy amigos, y hablábamos mucho sobre cómo iban las cosas. Eso fue lo que me puso en su órbita, hasta después le pedí que tocara en mi último disco solista. Después, Ian Wallace reemplazó a Michael Giles en batería, e Ian lamentablemente falleció, y junto con Mel cantamos en su memorial. Robert estaba ahí, en primera fila, nos dio muy buenos comentarios y me invitó a su casa. Así fue realmente como todo empezó.
-Finalmente, ¿qué recuerdos tienes de los dos shows que hizo King Crimson en Santiago de Chile? Para los fans chilenos, sin duda, fue un acontecimiento histórico y de gran importancia poder ver a King Crimson en vivo por primera vez.
-¡Esos conciertos fueron increíbles! Grabé parte del final de uno de ellos con mi celular, y ver un lugar de esas dimensiones lleno, frente a un público así de grande y vuelto loco, por dos noches, fue algo maravilloso. Fue un punto alto de la gira, y una forma maravillosa de terminarla. Sé que si no fuera por el virus, volveríamos directamente, nos encantó, en serio, fue fantástico.