Full of Hell: Sin parar
Entrevista con una de las bandas grindcore del momento

Desde lanzamientos como “Trumpeting Ecstasy” o “Weeping Choir”, los cimientos del underground extremo no quedan ajenos a los movimientos de Full of Hell. Han tenido el ímpetu para cultivar su reputación durante la década pasada forjándose en la ruta y también con una capacidad casi compulsiva para generar material discográfico de interés. A tan solo dos años de su última placa, “Garden Of Burning Apparitions” sigue amplificando su voz disidente, esa que grita con una pasión incendiaria y un espíritu colaborativo tan cacofónico como atemorizante. A paso firme, Full of Hell sigue su camino sin parar.
Full of Hell es uno de los nombres más calientes del grindcore norteamericano. Su corta, pero intensa discografía, además de sus colaboraciones con reputados nombres del avant-garde como The Body o Merzbow, los transforman en un grupo que siempre está llevando su música un paso más allá y aprovechando al máximo sus dotes para sacar al auditor de su zona de confort.
El nuevo “Garden Of Burning Apparitions” pretende correr aún más esos límites. Creado en la pandemia, este quinto larga duración sumerge al cuarteto en una nueva dimensión explorando otras tonalidades, resguardándose más en el noise rock y encontrando inspiración en grupos como Zeni Geva o Harvey Milk. El balance de esas escuelas con su ya conocido enfoque hacia el death metal y el grindcore los hace evolucionar en total comodidad y dar ese salto que han estado preparando desde su formación en el 2009 cuando eran unos adolescentes.
Bajo la atenta mirada del productor Seth Manchester en el estudio Machines With Magnets de Pawtucket, Rhode Island, “Garden Of Burning Apparitions” es un agujero negro supermasivo que absorbe estilos como el power-violence, el mathcore, el groove metal y el metal progresivo en las manos del guitarrista Spencer Hazard, el bajista Sam DiGristine y el baterista Dave Bland, piezas vitales para que Dylan Walker indague en las atrocidades del ser humano y desnude sus miedos sobre la base de un trasfondo filosófico e intelectual que al final lleva a una catarsis espiritual y examina el rol de la misma humanidad en la tierra.
Si bien el anterior “Weeping Choir” fue aclamado por la crítica como el disco que reúne todas las bondades de la discografía de la banda, “Garden Of Burning Apparitions” refleja la madurez de un grupo que se permite hacer lo que le plazca y así lo confirma el baterista Dave Bland en esta exclusiva con Bulldozer, confesando estar muy interesado por esta entrevista en las comunicaciones previas.
•Dylan Walker nos dijo por correo que tenías ganas de hacer esta entrevista, ¿tienes alguna conexión especial con Sudamérica o Chile en particular?
-No necesariamente, pero siempre quise ir. Me gusta Sudamérica, o por lo menos fue genial cuando estuvimos ahí. Los conciertos en México fueron divertidos, pero creo que los de Sudamérica son los más geniales que hemos hecho, por lejos.
•¿Conoces algo de metal sudamericano?
-Sí, por ejemplo Sepultura es muy importante para nosotros. Es como de las cosas que más puedo destacar.
•Por supuesto. Es la banda metalera más grande de la región, sin lugar a dudas. Tienen conexiones con personas muy importantes.
-Exacto. Nosotros hicimos un tour con los Cavalera que fue genial. Creo que probablemente fue de lo mejor que hemos hecho, por lo menos para mí. Igor Cavalera es una de mis referencias como baterista. Además, son gente muy agradable, así que puedo decir que girar con ellos fue como un logro.
•Genial. Hablemos del nuevo álbum “Garden Of Burning Apparitions”. Antes de todo, ¿cómo fue el proceso creativo de este álbum?
-El lugar donde lo grabamos con Seth Manchester fue excelente, se llama Machines With Magnets y es el estudio en el que hemos grabado la mayoría de nuestro material, además de las colaboraciones con The Body. Ahora fue muy diferente llegar a hacer las grabaciones porque suelen ser improvisadas en el estudio, pero esta vez llegamos con todo listo. Seth siempre saca lo mejor de nosotros y tiene un oído para todo. Probablemente este álbum es el que tiene mejor sonido, la calidad del audio es óptima. Grabar es una de las cosas más difíciles de hacer, porque es algo que se hace rápido. Seth no hace cambios tan extremos a lo que tenemos y comprende cómo queremos sonar, nos impulsa a desarrollar las ideas. “Garden Of Burning Apparitions” es mi favorito por lejos, estoy muy orgulloso.
•¿Qué más aportó Seth Manchester además de ser ese “otro oído”? ¿Incorporó nuevas afinaciones u otras características especiales para el álbum?
-Cuando nuestro guitarrista Spencer Hazard comenzó a grabar, había un par de afinaciones distintas, y era la primera vez que hacíamos eso, pero al final creo que solo lo dejamos en Mi sostenido –Spencer me corregirá si me equivoco (ríe). Como te dije, Seth siempre intenta sacar lo mejor de mí, y creo que eso es importante, afinar hasta el último detalle para asegurarse de que el producto final sea perfecto. Definitivamente hay una diferencia entre grabar con él y con cualquier otra persona. Realmente es un gran aporte.
•¿Sabes algo del contenido de las letras?
-¿Las letras? No. En realidad solo me enfoco en la batería. Dylan sabe bien lo que hace, pero yo no sé mucho respecto a las letras (ríe).
•Se comprende. Entonces, desde el punto de vista de un baterista, este instrumento suele ser un motor para las canciones. A veces llevan el ritmo y un riff puede ser muy rápido o muy lento, dependiendo del baterista. En este álbum, ¿hiciste algo especial, o incorporarse algo en la batería que no hayas hecho anteriormente?
-Siempre estoy añadiendo elementos de percusión, pero en este álbum además agregué una caja que se escucha de fondo y suena como una de dub, lo que suma un poco de delay en un tono muy alto. Aparte de eso, hay más cosas que he intentado incorporar, por ejemplo, siempre pienso en diferentes músicos que me gustan, como el jazzero Tony Williams o Dale Crover de Melvins. Me gusta pensar que el disco es una versión grindcore de lo que harían como bateristas (ríe). Somos muy fanáticos de Melvins, incluso hicimos algunos covers. Eso es lo que tuve en mente todo este tiempo.
•Mencionaste algo sobre los álbumes colaborativos, como el de Merzbow o The Body. Muchos conocieron a Full Of Hell por esas asociaciones, primordialmente la que incluye a The Body. ¿Qué has aprendido en el proceso de creación de estos álbumes, y cómo es la relación con esas bandas?
-En el caso de las de The Body, las canciones fueron improvisadas en el estudio, mientras que en el de Merzbow fuimos nosotros quienes tocamos nuestras canciones con él y, luego, él nos envió música para que tocáramos juntos. También hicimos colaboraciones con él en vivo, pero improvisadas. Fueron las primeras veces en las que he tenido que ser espontáneo, especialmente cuando tuvimos que crear cosas en el estudio junto a The Body. Fue como un mundo nuevo para mí y para todos. Nunca pensamos que escribiríamos en el estudio porque no estar preparados desde antes es aterrador. Con The Body todo se hace ahí mismo y aprendí mucho de su método y los demás igual. Creo que es difícil y definitivamente más exigente, pero cuando estás en el momento, se siente algo especial y piensas “mierda, no creí que fuéramos capaces de hacer esto”.
•¿Tienes una metodología preferida, alguna forma específica en la que te guste trabajar?
-Prefiero ir preparado, como cualquier persona, aunque cuando es improvisado se siente más gratificante. Por otro lado, estar preparado es agradable, sabes lo que harás y, por lo tanto, es menos exigente que improvisar en el estudio, con todos aportando ideas. Se siente genial cuando hay más cabezas en la sala y fluyen ideas nuevas.
•Full Of Hell comenzó el 2009 cuando aún eran adolescentes. ¿Qué recuerdos tienes de aquellos días ahora que están en su quinto álbum?
-Fueron días locos. Para el primer tour aún era estudiante de segundo grado, creo que tenía entre 15 y 16 años. Les dije a mis padres que me iría por unas semanas porque me pidieron que tocara la batería en una banda y no me dieron la autorización. Cuando ya llevaba tres o cuatro días en el tour, los llamé para avisarles que estaba cerca de Texas y solo los escuché gritando “¿Dónde mierda estás?” (ríe). Definitivamente fue la mejor decisión que he tomado, al comienzo no estaban muy contentos, pero luego lo tuvieron que aceptar. También recuerdo que intentaron expulsarme de la secundaria porque había comenzado a hacer shows cuando tenía como 15 o 16, y la primera vez que fuimos a Europa yo tenía 17. Perdí como 80 días de clases o algo así, y me dijeron que no me podía graduar. Estuve a punto de dejar la secundaria, pero comencé a redactar varios contratos falsos y se los envié a los directivos de la escuela. Tuvieron que autorizar mi graduación, estaban muy enojados, pero lo logré. Luego de eso, lo único que quería era seguir tocando música y viajar fuera de Maryland. Para mí, el comienzo fue algo demente, comparado a lo que somos ahora. Siento como si el tiempo hubiera pasado volando. Es increíble pensar en todo lo que ha pasado, pero ha sido genial.
•¿Tuviste alguna oportunidad de estudiar batería en la educación superior?
-Tuve un profesor de batería, su nombre es Travis Orbin. Él vivía cerca de mí casa, y es el baterista de Darkest Hour. Nunca había estado en una banda antes de la secundaria, y comencé en Full of Hell siendo muy joven aún. Tocaba lo mejor que podía a esa edad, pero nunca tuve educación formal en el instrumento, sino que el tour era mi práctica, desde ahí que toco sin parar. Así que definitivamente fue bueno tener a Travis Orbin, ya que era el único que me enseñaba. Estuve tomando clases de batería con él desde el sexto grado hasta el comienzo de Full of Hell. Eso es lo único que me empujó a desarrollarme como baterista, y probablemente he aplicado varias de las cosas que me enseñó ahora, más que en el momento, y creo que eso es bueno. No había muchos programas en la secundaria para mí, aunque tampoco estaba tan interesado. Preferí seguir tocando en la banda, y así es como terminé aprendiendo, de tour en tour.
•¿Hay alguna banda o artista con los que te gustaría colaborar en el futuro?
-Me encantaría hacer una colaboración con Melvins, es mi sueño. No hemos hablado mucho al respecto como banda, pero tenemos una colaboración en camino que aún no puedo mencionar. Obviamente queremos seguir haciendo más cosas con otras personas. Supongo que solo depende si son las bandas correctas, o el momento indicado. Pero sí, tenemos una colaboración en camino y estoy muy emocionado por hacerla, será genial. Solo diré que será algo más lenta.
•¿Una banda que toca más lento?
-Así es. Es casi como una de las más heavy, y esta idea vino muy rápido. Estoy muy emocionado por eso, así que tendrás que estar atento cuando lo anunciemos.
•Bueno, mantengamos el secreto entonces.
-Estoy de verdad muy emocionado por estos planes. No tenemos nada más planeado, pero es una colaboración más que se viene. Además también me gustaría hacer una tercera con The Body, no hay razón para no hacerla. Sería como una trilogía. Aún pienso que las colaboraciones con The Body han sido las más divertidas que hemos hecho. En el estudio incluso hubo una doble batería, con Brian Chippendale, de Lightning Bolt, que fue casi como una batalla de solos. Fue alucinante.
•The Body tiene un sonido único, a veces no es fácil de escuchar.
-Así es, son la mejor banda.
•Ahora que ya tienen su quinta grabación y varios trabajos colaborativos, ¿cómo definirías el momento actual de la carrera Full Of Hell? ¿Tienes alguna expectativa para el futuro de la banda?
-Han sido dos años locos de mi vida, así que definitivamente estoy emocionado de poder volver a tocar en vivo, porque quiero volver con todas las ganas. También está mi otra banda, Jarhead Fertilizer, que hará un tour en diciembre en Estados Unidos. Preferiría estar todo el año en un tour en vez de no poder tocar. Esa es mi meta, solo quiero seguir tocando lo mejor que pueda, sin parar
Pablo Cerda
Traducción: Felipe Castillo
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