Gene Simmons: Fiebre Kissera de jueves por la noche

Viernes, 27 de Octubre de 2017

Jueves 26 de octubre, 2017
Teatro Cariola

Los antecedentes presagiaban que la velada con el debut solista del legendario bajista de Kiss en Chile sería toda una fiesta de rock & roll para el Kiss Army nacional, y efectivamente eso fue lo que ocurrió. Un público transversal y que abarcó tres generaciones de fanáticos, con una audiencia que iba desde niños de aproximadamente cuatro años en adelante (si, leyeron bien), hasta personas de alrededor de sesenta y más, se dieron cita para disfrutar un show que desde el eufórico y apoteósico arranque con Deuce nunca decayó en ganas, entusiasmo e intensidad.

Rodeado de una sólida y compacta banda soporte llamada Thee Rock N Roll Residence oriunda de Nashville, Tennesse, compuesta por los guitarristas Phil Souse, Ryan Cook y Jeremy Asbrock, y el baterista Jarred Pope, el grupo es una banda tributo del Rock de los setentas y habitual participante en los cruceros del tipo Monsters of Rock Cruise y Kiss Kruise, por lo cual el material sonó muy afiatado y afilado. Gene Simmons se mostró muy contento, risueño y fue un gran maestro de ceremonias, hablando mucho con la audiencia y haciendo su mejor intento de comunicarse en español. Nothin To Lose siguió prendiendo los ánimos y a pesar de que el sonido del show comenzó algo empastado, rápidamente fue logrando su mejor ajuste. Con tres guitarras sobre el escenario que se repartieron equitativamente los solos, Shout It Out Loud sonó robusta, con un Simmons demostrando que a sus 69 años mantiene su solidez y eficiencia como bajista y una buena voz en condiciones. Dentro de los muchos momentos lúdicos y fuera de libreto del show, Simmons vio en la primera fila a un pequeño niño disfrazado como The Demon y lo hizo subir al escenario. El infante de nombre Luciano le dijo al bajista soy su fanático y el teatro casi se vino abajo con tamaño acto de ternura y devoción. Luego Gene invitó a subir a la mamá del pequeño y se sacaron fotos sobre el escenario, en un momento que de seguro será inolvidable para ese niño y sus padres. Y reparando que en el show habían varios niños de muy corta edad, es muy importante recalcar que los padres deben ser necesariamente más responsables con sus hijos y proveerlos de protección auditiva si los llevan a un concierto; audífonos o protectores de oído son indispensables, pues los decibeles en un concierto de Rock están a un nivel muy alto y el daño auditivo a futuro puede ser irreparable. Por favor, pongan atención con eso.

La fiesta seguía con un Gene dorando la píldora diciendo que amaba nuestra historia, nuestra cultura, nuestra comida, nuestra ciudad y por supuesto, nuestras chicas, las beautiful ladies de Chile y acto seguido al menos una docena de fans femeninas subieron al escenario para cantar Do You Love Me junto a la banda. En el otro lado de la moneda, Simmons también nos regaló el costado más metálico de Kiss intercalando canciones en el show como Parasite, I Love It Loud, War Machine y Watchin You que sonaron robustas y muy duras, en un verdadero latigazo de puro Heavy Metal. Otra de las gracias de este show, era la oportunidad que tenían los fanáticos de escuchar canciones que no son habituales en los conciertos de Kiss y temas como las inmensas Goin Blind, Plaster Caster, Calling Dr. Love y sobre todo Charisma fueron un sueño para la audiencia. Incluso Gene también tocó Radioactive de su primer disco solista de 1978 (canción que en el show de Argentina no fue interpretada), demostrando que se lo estaba pasando en grande. De pronto Simmons pregunta al público ¿Qué canción quieren escuchar? Y varios gritaron ¡Domino! y tocaron Domino siendo este tema del inmenso Revenge de 1992, la canción más actual del repertorio que sólo se concentró en lo mejores temas de Kiss cantados por Simmons. El gran final llegó como no podía ser de otra forma con el himno Rock N Roll All Night donde al menos unos 25 fans subieron al escenario a cantar con la banda cerrando una jornada que se hizo demasiado corta en relación a lo entretenido y genial que fue el concierto. Sin duda, quedó la sensación de gusto a poco, pero tener la opción de ver a Gene Simmons sin maquillaje, en un ambiente mucho más íntimo y cercano e interpretando varias canciones que no son habituales en los shows de Kiss, no tiene precio, más aún cuando Simmons demostró que con su carisma, su buen humor y una batería de canciones que han superado la prueba del tiempo, puede sostener un gran show sin necesitar la parafernalia escénica de Kiss. ¿Para cuándo un show solista de Paul Stanley en Chile?

Cristián Pavez
Fotos: Peter Haupt Hillock