Sons of Apollo: Bienvenidos a casa

Domingo 8 de abril, 2018
Teatro Teletón
La regularidad con la que nos visitan el baterista Mike Portnoy y el bajista Billy Sheehan con sus diferentes proyectos, tanto en conjunto como por separado, los hace ser definitivamente músicos de la casa, por ello, el debut en Chile de la súper banda progresiva Sons Of Apollo fue en familia con algo más de medio millar de incondicionales dispuestos a disfrutar de cada una de las excepcionales virguerías musicales de un plantel estelar.
Utilizando la instrumental Intruder del disco Diver Down de 1982 de Van Halen, puntualmente a la hora pactada, el quinteto norteamericano tomaba el escenario por asalto para una explosiva versión de God Of The Sun el tema que abre su aclamado disco debut. Con un sonido nítido y perfectamente definido, aunque quizás un poquito alto en decibeles, el grupo de inmediato comenzó a demostrar sus pergaminos, llamando la atención que tanto el guitarrista Ron Bumblefoot Thal y el bajista Billy Sheehan salieran tocando con guitarra y bajo de doble mástil respectivamente, interpretando todo el concierto con ellos, sin nunca cambiar de instrumentos, algo francamente novedoso e inusual. El apoyo en los coros de Portnoy y Thal son una parte estructural del show, para logar reproducir las armonías que presenta el disco, donde por supuesto la gran voz del oriundo de Puerto Rico Jeff Scott Soto lo comandó todo como el gran frontman que es sobre las tablas. ¡Bienvenidos Santiago! ¡Cómo están todos! Fue lo primero que dijo Soto en un casi perfecto español, para meterse enseguida en una gran rendición de Signs Of The Time donde Thal clavó espectacularmente el solo con su guitarra de doble mástil, la que además estaba estaba adornada por unas coloridas luces led. El grupo continuó presentando su placa debut con Divine Addiction para luego liberar una de las primeras sorpresas de la noche con una gran versión de Just Let Me Breathe, tema de Dream Theater del disco Falling Into Infinity de 1997, del período cuando Mike Portnoy y Derek Sherinian coincidieron en la banda, resaltando en esta canción la excelsa labor del propio Sherinian en los teclados. Huele bien. Qué están fumando? Están fumando marihuana? La amo dijo jocosamente Soto en español durante este momento, mientras su mano izquierda subía y bajaba sobre el pedestal de su micrófono. No, no estoy masturbando mi micrófono, son los efectos de la marihuana dijo esta vez Soto en inglés desatando las carcajadas de la concurrencia.
Fue el turno entonces de Labyrinth donde el tremendo Billy Sheehan clavó un solo con tapping realmente espectacular que dejó a varios con la mandíbula desencajada. El show seguía avanzando estupendamente con Lost In Oblivion tras lo cual Mike Portnoy toma el micrófono y nos cuenta que la última vez que estuve en Chile junto a Billy fue para filmar el DVD de The Winery Dogs y esa vez abrió nuestro show la banda de Jeff y cuando vi el tremendo frontman y cantante que es, pensé mmmm este es el cantante que necesito para mi nueva banda y aquí está con ustedes, el increíble Jeff Scott Soto y en ese momento el ex Yngwie Malmsteen, Talisman y Journey se queda solo en el escenario para hacer un juego vocal doblándose sus propias voces mediante un efecto de delay que formaba una armonía coral realmente espectacular, como lo solían hacer Queen y precisamente el cantante se despachó una sentida versión del Save Me del grupo de Freddie Mercury acompañado por Bumblefoot en guitarra para, tras cartón, Soto presentar la siguiente canción en español como Tengo Vida (Alive), tema del cual el grupo grabó recientemente una versión en español para apoyar su gira Sudamericana, aunque afortunadamente la interpretaron fue en inglés, tal como fue grabada en el disco. Tras cartón era el momento solista de Ron Thal y el tema de la Pantera Rosa fue el elegido para su lucimiento, número que ya interpretaba cuando estaba en Guns N Roses, pero no por ello menos hermoso y emotivo. Luego vino la extensa instrumental Opus Maximus donde Soto abandona el escenario, para rematar el set regular con otra versión de Dream Theater del Falling, esta vez Lines In The Sand que en la versión original cuenta con la participación de Doug Pinnick de Kings X en la voz.
El bis no se hizo esperar y una festiva, celebrada y coreada Coming Home fue la encargada de cerrar 105 minutos de pletórico show. El hecho de por qué la banda no interpretó Figaros Whore y el cover de Van Halen And The Cradle Will Rock como lo venían haciendo en los shows previos nunca lo sabremos, pero aquello en nada empañó un tremendo concierto donde redundar en el virtuosismo de sus integrantes en quedarse en lo superfluo y no valorar la riqueza y la profunda calidad que tienen sus canciones. La banda ya tiene fijada la fecha para la grabación de un Bluray en vivo en Europa y viendo la química que destilan estos músicos en vivo, la grabación de un segundo disco de estudio ya se da por descontada. ¡Larga vida a los hijos de Apolo!
Cristián Pavez
Fotos: Cristian Dunivicher
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