Corrosion of Conformity en Chile
Miércoles 16 de mayo, 2018
Club Blondie
Una larga deuda con la fanaticada chilena saldó anoche el combo de Carolina del Norte en el escenario de Blondie, a más de cinco años de su anterior visita, para el Metal Fest de 2013, con la diferencia que esta vez sí podría disfrutarse de un show completo con Pepper Keenan al frente y un repertorio basado en la segunda etapa del grupo, esa de la cual Deliverance (1994) es quizás el buque insignia, pero que goza de buena salud en su décimo y más reciente opus, No Cross No Crown (2018).
Yajaira fueron los encargados de abrir los fuegos, pocos minutos después de las 21 horas. El trío nacional brindó un set con clara preponderancia de sus dos últimos trabajos, Vuelve a Arder (2012) y el maduro Post Tenebras Lux (2017) con solidez ejecutante y un sonido con los clásicos baches iniciales y rápida solución. Con temas como Escombros, Ruina Humana, Abre el camino (única concesión a su primera etapa con este track de Desolazion), El fin de los tiempos, Estallando, Atormentándonos, Muerte Astral y Las Cruces, Comegato, Sam y Pinpon confirmaron el buen estado del directo de Yajaira con oficio, precisión y peso, dejando calientito el escenario para el plato fuerte.
A las 22 con 15, la introducción Bottom Feeder y el arranque poderoso de The Luddite dio comienzo al show del cuarteto de Raleigh, con la ausencia del baterista Reed Mullin por una complicada lesión a la rodilla que requerirá cirugía, pero muy bien reemplazado por el sólido baterista que trajeron para esta gira por México y Sudamérica. Desde el comienzo Corrosion Of Conformity destiló clase, oficio, fiato, peso y poder, ganándose al público que llenó, pero sin colmar, el reducto de la añosa galería Alessandri y uno de los puntos neurálgicos del underground capitalino.
Deliverance, como buque insignia del Corrosion stoner con tintes de rock sureño, fue el disco con más preponderancia en el setlist, con cinco temas, todos celebrados a rabiar por la concurrencia, pero también hubo espacio para cortes de Blind (1991, el clásico Vote with a Bullet) Wiseblood (1996, Long Whip/Big America y la titular), Americas Volume Dealer (2000, la coreada Whos Got The Fire y la etérea 13 Angels), In The Arms of God (2005, Paranoid Opioid) y el último No Cross No Crown (Wolf Named Crow), sumándose a la groovera Señor Limpio, una Broken Man que sonó increíblemente pesada, la tremenda Seven Days, el clásico Albatross con el que salieron por primera vez del escenario, para volver con el único bis, una Clean My Wounds que hizo cantar y saltar a toda la Blondie, en una versión alargada con una jam de exquisito tinte dub comandada por la base rítmica.
La banda se vio cómoda, disfrutando y en dominio de la situación durante todo el show, con un Pepper Keenan muy sonriente y animado, pero sin la necesidad de comunicarse tanto con el público, que lo hizo en los momentos precisos, y unos Woody Weatherman y Mike Dean que también se vieron siempre relajados y cómodos sobre el escenario. Noventa minutos intensos nos entregó Corrosion of Conformity, siempre se puede pedir un poco más pero fue un show muy disfrutado por el público, así como sólido y afiatado por parte de la banda. Bien pagada la deuda por parte de Pepper Keenan y compañía.
Pedro Ogrodnik
Fotos: Juan Pablo Maralla
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