Incantation: Brutalidad incesante

Incantation/Godless/Magnanimus
23 de septiembre de 2016 - Discoteque Kmasú Premiere
Santiago - Chile
Parte importante del death metal estadounidense, Incantation volvía a nuestro país tras una ausencia de nueve años, después de una última presentación en el Teatro Novedades que dejó a los asistentes con gusto a poco. Ahora acompañados por dos exponentes nacionales del género, la jornada prometía ser brutal y oscura para aquellos que llegaron a la discoteque Kmasú Premiere la noche del viernes. Se esperaba que no se repitiera lo sucedido la vez anterior y que fuera un show a la altura de semejante emblema del género, por lo que las expectativas no eran precisamente bajas.
Magnanimus abrió los fuegos pocos minutos después de la apertura de puertas. Con un sonido algo saturado que hacía confuso entender cada canción, lograron sacudir las cabezas de los fans que en poco tiempo fueron ocupando cada vez más espacios en la discoteque santiaguina. Con Delivers the Power to Overthrow the False Prophet cerraron una corta e intensa presentación de death metal tradicional de aquel que se espera para una jornada como esta. Así, los presentes quedaron satisfechos a pesar del sonido y una duración que pudo ser aún mayor.
Con algunos problemas técnicos que atrasaron la presentación más de una vez, Godless continuó la jornada con un sonido levemente mejorado, pero que seguía sintiéndose difícil de entender a ratos. Si bien no hubo mucho tiempo para ni siquiera presentar algunos temas, lo mostrado por Godless demostró experiencia y energía tras casi 20 años de carrera, a pesar de varios contratiempos técnicos que terminaron alargando lo expuesto por los nacionales, llegando a durar cerca de 40 minutos en total.
Tras varios retrasos en cuanto al horario original, Incantation inició su presentación partiendo con Carrion Prophecy, parte de su más reciente álbum Dirges of Elysium (2014). Sin mayor pausa, el guitarrista y vocalista John McEntee saluda por primera vez a los presentes anunciando que Venimos a patear sus traseros con death metal para dar paso inmediato a Ethereal Misery. El sonido, si bien era claro y cada instrumento se percibía de forma correcta, le hacía falta algo de potencia, la cual fue aumentando gradualmente conforme avanzaba el intenso y pesado show. Por su parte, el público -algo calmado- llenaba un poco más de la mitad la capacidad total de la discoteque de avenida Blanco Encalada al momento del comienzo de la banda cabeza de cartel.
John McEntee, único miembro permanente desde sus comienzos, es quien se encarga de presentar cada tema y agradecer de forma rápida y concisa a quienes disfrutaban su show junto con interactuar sutilmente con ellos durante las secciones instrumentales. De esta forma, pasaban canciones de diversas épocas, como Unholy Massacre, Oath of Armageddon, y Dominant Ethos, sin quedarse en una sola etapa, repasando gran parte de su amplia discografía. La mayoría de las canciones eran presentadas por McEntee, por su parte, el bajista Chuck Sherwood y el guitarrista Sonny Lombardozzi se veían más concentrados en tocar más que de interactuar con el público, aunque sin dejar de lado su enérgica presencia, sobre todo Sherwood con su intenso headbanging.
La banda continuó su show de forma directa e intensa, parando entre algunos temas como Obelisk Reflection y Vanquish in Vengeance. Considerando lo anterior, de todas formas hubo tiempo para que McEntee sobre los años que llevan como banda, así como también para referirse de buena manera a bandas chilenas como Atomic Aggressor, los presentes Godless y Pentagram (Chile), a los cuales les dedicaron Demonic Incarnate, una de las más disfrutadas de la noche, quedando en claro con el mosh que generó. Tras Impending Diabolical Conquest, anunciada como la última de la presentación y en la que McEntee pidió al público que gritara el nombre de dicha canción antes de iniciarla, la banda se retira por unos instantes, haciendo incluso creer que todo había terminado, varios ya se preparaban para dejar el recinto. Tras volver, preguntaron al público si querían más y así lanzaron dos cortes para cerrar definitivamente con Profanation, concluyendo la velada con cerca de una hora y 15 minutos de presentación.
Tras su debut en 1998 junto a otros grandes del death metal como lo son Cannibal Corpse y Death, Incantation ha sido una visita que, aunque tarde en volver, sus fans esperarán pacientemente con tal de volver a disfrutar de la brutalidad propia de la banda. Con lo agradecido que se les vio a los músicos tras regresar a Chile, no sería sorpresa que su próxima visita sea en un tiempo mucho menor al que se les esperó, superada con creces en esta ocasión. Tuvimos un show en que la prioridad la tuvo la rapidez e intensidad y no los discursos demasiado largos que muchas veces interrumpen la presentación de algunas bandas. Más allá de los problemas técnicos que tuvieron los grupos nacionales situación que a estas alturas ya no debería repetirse-, se tuvo lo que se esperaba en cuanto a brutalidad, por lo que los fans quedaron satisfechos de una u otra forma.
Luciano González
Fotos: Peter Haupt
Tags
Ultimos Contenidos
Roger Waters continúa recreando ''The Dark Side of the Moon''
Jueves, 21 de Septiembre de 2023
Reunión y amistad: Blink 182 estrena dos canciones
Jueves, 21 de Septiembre de 2023
Alain Johannes: los años de ''Euphoria Morning''
Jueves, 21 de Septiembre de 2023