Pulpa Fest: dame tu voz

Domo San Diego. Sábado 27 de mayo
Son cerca de las 2 de la mañana del sábado 27 de mayo y en el escenario del Domo San Diego decenas de personas se encuentran coreando con fuerzas Somos, la canción escogida por Shaila para culminar su presentación. Y acá parado en mi rincón, te digo que te extraño y extiendo mi mano más para alcanzarte y ver si sos la parte que me falta, porque vos a mí me faltas, cantan todos al unísono, escuchándose una sola voz que se adueña del recinto ubicado en uno de los barrios más tradicionales de Santiago Centro.
Esa distancia entre banda y público que suele existir en los concierto, acá no es perceptible. Como dijo en variadas ocasiones Joaquín Guillién, el vocalista del grupo argentino, esta línea que nos separa es abritraria, es imaginaria, no existe, invitando a todo quien quisiera a que se subiera al escenario, cogiera el micrófono y compartiera con él un pedazo de canción. Porque el show no lo hace sólo la banda, lo hacen todos.
Ese mensaje, esa acción que invitó a realizar Shaila puede resumir la esencia de una jornada que comenzó muchas horas antes, a las 19:00 horas, cuando Juguete Enfermo abrió los ruedos del Pulpa Festival, evento realizado por Pulpa Discos, sello independiente que con tan sólo dos años de existencia han editado 70 discos, intentando así revitalizar una escena independiente que durante un buen tiempo transitó alejada del éxito logrado a comienzos de siglo, cuando de manera autogestionada y sin apoyo de los medios de comunicación, se convirtió en un espacio sagrado para centenas de adolescentes que encontraron en el punk melódico su refugio. El sábado no hubo distancias, no hubo diferencias, y tanto la gente que repletó el lugar como los seis grupos que tocaron contribuyeron para que la apuesta de resultara ganadora en todos los sentidos.
Hoy Pulpa, a través de un trabajo encomiable está contribuyendo a resurgir esa escena, pero sin caer en el cliché de la nostalgia, porque lo que hay aquí es presente, es vigencia, como Juguete Enfermo, quienes son unos de los buenos exponentes dentro del punk melódico actual, cosa demostrada con un correcto show que se extendió por más de media hora. También lo son Valium, quienes a punta de esfuerzo y mucho empeño, han logrado transformarse en uno de los principales referentes del estilo. No por nada han compartido escenario con grandes exponentes del género a nivel mundial como NOFX, The Offspring, Dead Kennedys, Anti-Flag y Descendents. Ayer demostraron con una gran presentación, el porqué de esas metas alcanzadas.
Tras ellos fue el turno de Alectrofobia, la banda con la propuesta más disímil a las demás, pero no menos interesante, gracias a ese transitar entre el Nü Metal y el hard rock, en los que se entremezclan pasajes intensos y agresivos, con otros más lentos, que hacen que su acto sea atrayente y envolvente. Ayer, pese a no tener a un público asiduo a su sonido, estuvieron sólidos y cerraron su presentación con un cóver de uno de los temas más clásicos del proto punk sudamericano, Demolición, de la banda de Perú Los Saicos.
Hasta esas alturas el Pulpa Fest transitaba por buen camino, pero aún había una leve separación entre las bandas y un público que parecía algo frío. Esa lejanía se rompió apenas Sin Perdón salió a escena, echándose a la gente en el bolsillo desde un primer momento. Con casi dos décadas de trayectoria se mantienen en la misma que en 2003, cuando tras distintos cambios en su formación y en su propuesta, lograron cuajar un sonido, que si bien ha sido resistido por ciertos sectores más puristas dentro del punk, les ha valido a ellos convertirse en toda una institución dentro del punk pop. El sábado, gracias a cortes que ya son himnos como A ti, El Ogullo, y Querías, dejaron en claro por qué a diferencia de muchos de sus pares generacionales que decidieron reformularse o desaparecieron ellos aún siguen conservando un público que se ha mantenido fiel desde hace más de una década. Para destacar la improvisada versión de Linoleum que tocaron con integrantes de Shaila y que generó un potente circle pit.
Tras la presentación de la banda oriunda de San Miguel vino el primer plato fuerte de la noche, los BBS Paranoicos, uno de los grupos más importantes del punk rock local. Esta weá la hacemos todos. Vamos a levantar esta escena de nuevo, fueron las palabras que realizó Ozzo, el bajista del grupo, cuando el grupo ya estaba culminando un show donde brillaron clásicos de antaño como El regreso, Piensa en algo, y Mentira, al igual que temas más nuevos como La rabia, Cosa de gusanos e Irreparable, que fueron muy bien recibidos, sobre todo, por las generaciones más nuevas. Los BBS están un nivel más encima de sus pares. En ellos hay profesionalismo, se notan las horas de ensayos y todo el trabajo que hay detrás tiene su retribución con la cálida respuesta que les brinda el público cada vez que pisan un escenario. Como era de esperar, esta vez no fue la excepción.
Luego vino el turno de Shaila, bandas insigne de la escena melódica sudamericana a comienzos de siglo, cuando año tras año repletaban locales como la Laberinto o la Rockola. El paso del tiempo no ha logrado mermar el fuerte vínculo que la banda ha construido con el público chileno. Por eso, no extrañó que desde que sonó su primera canción Friends, la respuesta del público estuviera cargada de emotividad. No importa que tocaran temas del Progresar (2000), como Mil ilusiones, del Engaño (2002), como A la derecha de la cruz, o canciones de su último disco Contraindicado (2015), la gente coreó todos los cortes. Incluso se sabían Ella y vos, tema que apareció en Sólo un día más, el primer trabajo del grupo, lanzado 21 años atrás.
Otro momento alto llegó con la interpretación de Shaila de La rabia, canción de los BBS Paranoicos y que los argentinos versionaron en el compilado Paranoia Colectiva, disco tributo a los BBS Paranoicos editado por Pulpa Discos el año pasado. La primera vez que vinimos a Chile, hace 17 años, fue gracias a los BBS. El Ozzo encontró en una tienda el disco nuestro, pese a que nosotros no lo habíamos enviado a Chile, lo escuchó, le gustó y nos contactó para invitarnos a tocar con ellos en Santiago, recordó uno de los integrantes de Shaila antes de tocar ese cóver, dedicado a todas las bandas chilenas que han jugado un papel importante para fortalecer el vínculo que los trasandinos han entablado con nuestro país.
Las canciones del Mañanas (2004) también fueron muy bien recibidas, sobre todo el tema que da nombre al disco, junto a La historia somnoliente de América Latina, Cuando no quieras sentir y Te vi. Tras poco más una hora de show, Somos se convirtió en el cierre perfecto para una jornada que demostró que los tiempos flojos del punk melódico parece haber quedado en el pasado. Y en aquello han contribuido de manera importante los grupos que tocaron en Pulpa Fest, quienes pese a las adversidades y al alejamiento que hubo por parte del público durante unos buenos años, jamás dejaron de meter ruido. Bien por ellos y por Pulpa Discos, que está demostrando que cuando hay trabajo y ganas se pueden realizar eventos como el de ayer, que nada tienen que envidiar a los festivales de antaño. Y bien por una fanaticada que, pese al paso de los años, está volviendo a estar ahí, con la misma pasión de hace 15 años, convirtiéndose en un actor protagónico para que en los circuitos subterráneos se puedan realizar jornadas como la de ayer, donde quedó en claro que el punk melódico está despertando del letargo. Y lo está haciendo con mucha fuerza.
Fotos: Peter Haupth
Foto Shaila: Diego Rivera
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