Kongos Perla africana

Martes 25 de abril de 2017
Armando Records Bogotá
La agrupación de los hermanos Kongos es una refrescante propuesta de pop rock. Ingenuo por momentos, predecible por otros, pero con un afecto enorme por entregar a sus fanáticos un show de calidad. Al menos así quedó claro tras su regreso a Armando Records, el mismo lugar que les vio debutar dos años atrás.
Con la sala llena, los procedentes de la ciudad de Pretoria llegaban con Egomaniac, su tercer álbum de estudio bajo el brazo y del que presentaron aquí varias canciones. Arrancaron con Repeat After Me y Underground, extraídas del trabajo, y que muestran matices de rock clásico mezclado con kwaito, ritmo tradicional sudafricano.
Johnny Kongos en el acordeón da color a cada uno de los temas con ese sabor folk que marca la pauta en sus alegres melodías. Gran trabajo en batería por cuenta del baterista Jesse Kongos. Mientras que Dylan en el bajo y su hermano Danny en la guitarra recrearon en muy buena forma la atmosfera que consolidan en el estudio. El slide guitar eclipsó por momentos.
Dylan no escondió a la audiencia que el fuerte periplo sudamericano los traía agotados, sin embargo el reencuentro con el público nacional los mantenía con la chispa encendida. Echaron mano a The Beatles con una versión extensa y muy funky de su tema Get Back. Uno de sus roadies incluso hizo un cameo en clave hip hop que resultó muy efectivo.
El climax vino por cuenta del sencillo Come With Me Now con todos los espectadores llevando los brazos de un lado a otro. Con los ánimos al cien, Kongos se despidió con otro peso pesado de su repertorio: Im Only Joking. Ahí los que no bailaban eran claramente la minoría.
Los cuatro músicos participan vocalmente además de mostrar gran cohesión. A su salida vinieron los canticos demandado otra canción, pronto la familia regresaría con Escape, una pieza radiante de su álbum Lunatic, para rematar con otra versión, en este caso de los británicos New Order con Blue Monday. Sinceramente muy por debajo de la original o de otros covers como el de Orgy.
Una hora y veinte minutos se extendió la presentación. Kongos, sin las pretensiones de una boyband, con el atractivo del world music y rescatando los trozos de la explosión indie, despunta como una propuesta valiosa. El trabajo vocal e instrumental contemplado dan crédito a que lo suyo va más allá de ser una banda más en boga.
Alejandro Bonilla Carvajal
Fotografías: Khristian Forero
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