Alexi Laiho: El Eterno Legado del Wildchild La discografía de Children Of Bodom sometida a un ranking por el equipo Rockaxis Miércoles, 10 de Febrero de 2021 Markku Uula Aleksi Laiho, finlandés de nacimiento y héroe de la guitarra. Uno de los compositores más espectaculares que haya tenido el metal, lamentablemente ya no está con nosotros. Con sólo 41 años dejó un legado que seguirá madurando con el tiempo, como un buen vino de guarda, porque escuchar esos discos de Children Of Bodom siempre guardará sorpresas, emoción y canciones que quedarán marcadas en la historia de la música. El mundo se remeció con su despedida, pero también rindió un inmenso homenaje al joven que tras esa rabia, genialidad y presencia de “chico malo”, siempre guardó una personalidad más bien melancólica, oscura y resiliente frente a una enfermedad de largo aliento. Inesperado fue el fallecimiento de uno de los músicos más originales y subvalorados de la escena metalera mundial. Alexi Laiho mereció muchísimo más en vida, reconocimiento que obtuvo en cierta medida por los fanáticos de Children Of Bodom, pero que debió haber sido bastante…bastante… más contundente, debido a su inagotable talento, puesta en escena, liderazgo y gusto ecléctico por el metal. El finlandés no sólo fue un verdadero “guitar hero” (reconocido por múltiples revistas y colegas), sino que derechamente creó un subgénero con su banda, uno que inteligentemente logró mezclar el power metal con el death, thrash, black e incluso toques progresivos. Lo del “Wildchild” siempre fue despampanante. Al hacer este ranking fue imposible encontrar un álbum deficiente. Todas las producciones de Children Of Bodom tienen algo especial, sobre todo en las guitarras y estructura de canciones que son simplemente únicas, muchas veces sin la necesidad de tener estribillos o coros. La amalgama que logró crear con sus compañeros fue sinigual, más aún cuando estaba esa integrante extra, Kimberly Goss (Sinergy), con quien no sólo fueron compañeros en la vida personal, sino que también en lo profesional, gracias a sus colaboraciones en los primeros discos de COB. Sin pretender imponer una verdad, el listado de a continuación sólo representa una mirada subjetiva frente a cuál álbum llena esos gustos personales, pero también esa repercusión que tuvo en el mercado y su influencia en las generaciones venideras, congeniando un ranking en el que se invita a debatir y -sobre todo- disfrutar. ¿Cuál es el mejor álbum de Children Of Bodom para ti? 10. Relentless Reckless Forever Hay que ser justos. Este disco está por sobre la media de cualquier producción de metal que se haya hecho; sin embargo, la popularidad que alcanzó este álbum está muy por debajo de lo que se presentó en toda la discografía de COB. Bastante más cercano al thrash, el productor Matt Hyde los impulsó a acercarse a la escena estadounidense, en un experimento que no tuvo muy buenos resultados. De hecho, el trabajo de marketing tuvo varios pasos en falso, como intentar captar al mundo skater en un videoclip o insistir con portadas que no representaban el espíritu del grupo. Es más, este es el primer disco que no tiene canciones con la palabra “bodom”. Está bien evolucionar, pero alejarse tanto de las raíces puede ser contraproducente. 09. Halo Of Blood En un intento por recuperar las raíces de la banda, Alexi y sus compañeros retomaron varias de las cosas que no habían resultado de su última producción. Reincorporar una portada dibujada y volver a darle protagonismo a “Roy” (la mascota de la banda que personifica a La Muerte), fue solo la antesala de una producción que lideró Peter Tägtgren (Hypocrisy, Pain), entregándole un sonido mucho más black, oscuro, pero también retomando la melodía de sus primeras placas. El resultado fue bastante esperanzador, rescatando la confianza de sus antiguos fanáticos y obteniendo muy buenas críticas de parte de los medios especializados. 08. Are You Dead Yet? Este disco marcó la primera gran inflexión en la banda: intentar despegarse del power metal e incursionar en otros estilos más cercanos al death, thrash, industrial e incluso toques nü metal. ¿El resultado? Un desapego de los fans más clásicos y una serie de críticas que no dejaron muy contentos a la banda, quienes, pese a todo, igual porfiaron acentuando esta nueva fórmula en otras producciones. Quitarle protagonismo a los teclados tampoco fue una buena jugada. El instrumento de Janne Wirman es un identificativo del sonido de COB, por lo que hacer una mezcla relegando su presencia algunas capas más abajo dejó a varios inconformes. No obstante, la apuesta más arriesgada fue incluir un cover de Britney Spears como bonus track, una canción que tuvo una respuesta dividida entre la fanaticada. Pese a todo, el disco fue incluido entre los “500 Mejores Álbumes de Rock & Metal de Todos los Tiempos”, ranking hecho por la revista Rock Hard. 07. I Worship Chaos Gracias a la confianza recuperada en su anterior producción, “Halo Of Blood”, los finlandeses se propusieron mantener una portada con “Roy” como protagonista, pero además darle un sentido más orgánico a un álbum que -por primera- vez fue trabajado por un cuarteto, debido a la reciente salida del guitarrista Roope Latvala. De hecho, Alexi y compañía no utilizó un estudio convencional para registrar este álbum, sino que adaptaron una casa para encerrarse y componer canciones que recordaron varios de los pasajes de sus primeras producciones (con afinaciones de guitarra del “Something Wild”, por ejemplo), melodías que dieron más protagonismo al teclado de Wirman, así como también esa esencia death-power metal que tanto esperaban los fanáticos. Este debe ser uno de los álbumes más accesibles de COB, pese a ser muy diverso en estilos musicales. En él se puede encontrar thrash, death, power metal, black y otras variantes que quizás no convencieron del todo a fanáticos y medios especializados, pero que al menos marcó una buena pauta para lo que sería su próxima placa. 06. Blooddrunk A diferencia de su disco predecesor, el álbum de 2008 remendó algunos errores de su anterior experiencia. Pese a que el productor fue el mismo, Mikko Karmila, se optó por retomar el protagonismo de los teclados y privilegiar los sonidos más thrash, congeniando un disco que -pese a no estar en el pináculo del ranking- igual se ganó el cariño de varios fanáticos… sobre todo los más jóvenes. De hecho, el disco fue compuesto en una etapa de Alexi donde se sentía bastante agresivo, por lo que encontrar canciones rápidas y más “thrasheras” no fue una gran sorpresa. Tomando en cuenta algunos inconvenientes (sobre todo el tema de la portada sin el protagonismo de “Roy” como en los otros discos), las ventas de “Blooddrunk” estuvieron de lujo. Éste debe ser uno de los álbumes más vendidos de toda su carrera, pese a las críticas de los fanáticos más clásicos que no se encontraron del todo conforme con los pequeños cambios de estilo. 05. Hexed El último aliento de Alexi y sus compañeros fue bastante más auspicioso de lo que muchos esperaban. Presentando una portada de lujo (quizás la mejor de toda la discografía), la producción de 2019 retomó esos sonidos neo-clásicos de las tres primeras producciones, por lo tanto, tuvo un inmediato buen recibimiento entre los fanáticos del milenio pasado. Pese a que las diferencias personales y profesionales ya se habían acentuado al punto del quiebre, en esta producción se siente un grupo bastante cohesionado, en medio de melodías claramente más equilibradas que en todo lo hecho en 20 años de carrera. Es un álbum de fácil acceso y resulta emocionante saber que mientras se componía, Alexi luchaba contra una enfermedad que inexorablemente lo llevó a la muerte. No por nada se siente un disco oscuro y a ratos como si nos estuvieran dando un solapado adiós. 04. Hate Crew Deathroll El último gran álbum de COB. Así es catalogado por muchos esta producción de 2004 que, pese a ser un poco más pesadas que sus antecesoras, resultó mucho más accesible y popular que todo lo que habían lanzado hasta ese entonces. De hecho, el disco tuvo bastante éxito en Europa, Asia, Latinoamérica y Estados Unidos, donde incluso llegó a ser promocionado en el MTV. Esta es la última producción que contiene a la formación original de la banda (al menos la del primer registro de estudio), antes de la salida del guitarrista Alexander Kuoppala. Aquí se nota una preponderancia de las cuerdas por sobre el teclado de Wirman y menos melodía de la acostumbrada, lo que dejó a algunos insatisfechos como para empinarlo al Top 3. 03. Follow The Reaper Para muchos fanáticos este es el mejor disco de la banda, una producción que no hizo más que consolidar todo lo bueno que venía realizando Alexi Laiho y sus compañeros. En este registro se nota un grupo más maduro, con mayor experiencia y con una exquisita técnica que dejó boquiabiertos a todos quienes pudieron escuchar a la banda en ese entonces. Aprovechando el auge absoluto del Power Metal en esa época, los finlandeses orientaron esta producción a ese sonido, enganchando inmediatamente a todos los fanáticos de esa corriente y ganando el respeto de una escena de la cual se les hizo difícil despegarse en el futuro. Canciones como la que da título al álbum, ‘Bodom After Midnight’, ‘Hate Me’ o ‘Kissing Shadows’ siguen siendo un legado imperecedero del “disco azul”, como muchos lo llamaron con cariño. 02. Something Wild El primer disco de una banda siempre tiene un lugar especial entre los fanáticos. Sin embargo, el debut de COB fue mucho más que la primera entrega de un grupo finlandés cualquiera, ya que el “álbum rojo” fue todo un batatazo, gracias a composiciones y estilo nunca antes escuchados en el mundo del metal. Lo que presentó Laiho al mundo no fue sólo “algo salvaje”, sino que fue una manera de componer en la que se carecía de la estructura clásica: no había estribillo, las guitarras y teclados eran más virtuosas de lo común y se presentaba una mixtura entre tantos estilos que resultaba difícil de calificar. Por supuesto, los más sorprendidos con el nacimiento de esta banda fueron los seguidores del power metal y death melódico, quienes inmediatamente los adoptaron como una de las bandas cabeceras de sus estanterías. Haber tomado la figura de “La Muerte” como mascota y protagonista de sus portadas, debe haber sido una de las ideas más exitosas que se conozca en el metal. Podría haber sonado obvio, pero lo cierto es que nadie lo había pensado de ese modo con anterioridad. La portada de “Something Wild” es atrayente desde todo punto de vista, con la mismísima Muerte invitándote a escuchar este nuevo y naciente sub-género. El álbum está lleno de entrañables éxitos. ‘Deadnight Warrior’, ‘Red Light In My Eyes’ o ‘Lake Bodom’ son sólo algunas de las canciones que resultaron infaltables en los shows en vivo, esos que prontamente los llevaron a recorrer todo el planeta. Sin duda, este debe ser uno de los registros metaleros más grandes de todos los tiempos, pese a que Alexi no quedara muy contento (por lo incipiente de la grabación), pero al menos reconoce que fue un disco que “los puso en el mapa”. 01. Hatebreeder No podía ser de otra forma. El “álbum verde” no sólo es el más querido y respetado por prácticamente toda la fanaticada de COB, sino que además es un álbum que ha envejecido tan bien con el tiempo, que hasta el día de hoy sigue sonando original, con una gran impronta y con una agrupación que ya se notaba totalmente afianzada. El comienzo con ‘Warheart’ es impresionante, un black metal que se va entrelazando inteligentemente con el death y power metal, dejando la impresión que estamos escuchando algo absolutamente nuevo. El álbum es prácticamente perfecto, con canciones que siempre formaron parte de los setlist de la banda. El inicio de ‘Towards Dead End’ es monumental, tanto que el disco casi llevó el nombre de esta canción; mientras que temas como ‘Hatebreeder’, ‘Bed Of Razors’, ‘Black Widow’, ‘Children Of Bodom’ o la impecable ‘Downfall’ son sólo el recuerdo de una producción absolutamente célebre. De hecho, es en la promoción de esta placa donde se realiza el “en vivo” más exitoso de los finlandeses, “Tokyo Warhearts”, show registrado en Japón ese mismo año, en medio de la gira con Sinergy e In Flames. El teclado gana protagonismo en “Hatebreeder”, realizando solos más largos y dándole una melodía que acompañaba de manera espectacular a la sorprendente guitarra de Laiho, quien ya era reconocido en todo el mundo por su virtuosismo y forma de hacer riffs. De hecho, el “Wildchild” no sólo era respetado por su forma de tocar y componer, sino que incluso se hacía paso entre las mujeres que veían en él un verdadero ícono. Lo de Children of Bodom, para este álbum, fue simplemente inmejorable. Determinar qué disco es mejor que otro nunca es fácil. Es natural pensar que la objetividad no existe, pero hay ciertos criterios que pueden empinar a una producción por sobre otra. Calidad de interpretación, composición, trascendencia, son sólo algunos juicios que podrían valer nada frente a los sentimientos que nacen al escuchar una canción o disco… y vaya que recordar a Alexi Laiho siempre será emocionante, pues, pese a que ya no esté con nosotros físicamente, siempre nos acompañará cuando disfrutemos una canción de Children Of Bodom. “Wildchild” R.I.P. Rodrigo Bravo Bustos Tags #Alexi Laiho # Finlandia # Children Of Bodom Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. 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