Helloween: Primeras impresiones de su esperado álbum homónimo

En cualquier otro contexto anterior a 2016, un nuevo álbum de Helloween solo sería una adición a su catálogo y al mercado del género durante el año. Sin embargo, el regreso de Kai Hansen y Michael Kiske anunciado en ese entonces cambió todo el panorama, siendo la posterior gira “Pumpkins United”, iniciada en 2017 y que tuvo nada menos que tres shows en Chile, uno de los mayores hitos de las calabazas en toda su carrera. El siguiente paso era obvio: este buen momento debía plasmarse con un álbum, el cual sería insinuado en redes sociales por los alemanes durante un tiempo, pero sin entregar más detalles que algunos registros en el estudio. Tras la larga espera, se reveló en marzo pasado que el tan esperado trabajo, titulado simplemente “Helloween” (No confundir con el EP de 1985), llegaría en junio de este año, y ya con la brillante portada de mano de Eliran Kantor (Testament, Soulfly, Fleshgod Apocalypse) podíamos anticipar que la cosa va con todo, terminando al fin con el poco agraciado arte digital más reciente. 

 

 

¿Sería algo tan así? Gracias a Nuclear Blast, Rockaxis pudo ser parte de una exclusiva Listening Session, en donde tuvimos acceso al, lejos, álbum más esperado de este 2021, y por qué no, de los últimos años.

 

Las dudas previas eran varias. ¿Estará Michael Kiske a la altura de su mejor momento? ¿Cómo funcionará junto a Andi Deris? ¿Este último se podría ver muy opacado? ¿La veta compositiva de Kai Hansen seguirá tan efectiva? Toda preocupación anterior se disipa al iniciar ‘Out for the Glory’, número de apertura lleno de esa vibra Power Metal old school, con un Kiske que nos trae de vuelta todo eso que tanto queríamos volver a escuchar, con riffs acelerados y solos que se baten a duelo, tónica de todo el disco. Deris, por su parte, hace su ingreso con ‘Fear of the Fallen’, otro corte más pesado y con el toque de Helloween de siempre, recordando también a su primera época en la banda, con trabajos como “Master of the Rings” o “The Time of the Oath”, mientras que ‘Best Time’ nos trae ese lado más melódico y ‘feliz’ del combo alemán, contrastando con lo más Heavy de ‘Mass Pollution’.

 

Como vimos en los shows de los últimos años, Kiske y Deris poseen una gran complicidad a la hora de interpretar duetos, siendo efectivos en cada momento y sin nadie sobre otro, y también se demuestra en este nuevo LP, como sucede en ‘Rise Without Chains’, en donde las dos principales voces se lucen en conjunto, como tanto soñamos alguna vez que sucedería, y a la altura de las expectativas fácilmente. Y si bien Hansen no tiene protagonismo total en alguna canción a la usanza de “Walls of Jericho”, sus coros y solos son el verdadero aporte, recordándonos a ese Helloween clásico que nos enganchó en primer lugar. Y sobre esto último, cabe mencionar que, para lograr esa esencia clásica, la batería del recordado Ingo Schwichtenberg fue utilizada para la grabación del LP, dando un mayor toque emotivo. Cabe destacar que todas las canciones son rápidas y pesadas, sin ninguna balada en todos estos 77 minutos. Consultada por aquello, la banda comentó en una muy distendida conferencia de prensa que efectivamente se grabó una canción de este estilo, cantada por Deris, pero que al final se decidió no incluirla, aunque sin descartar su aparición como un single independiente o lado B a futuro.

 

Momentos menos acelerados como ‘Angels’ o más intensos como ‘Indestructible’, en donde las tres voces se lucen, hacen que “Helloween” vaya avanzando de una manera sólida y sin desperdicio alguno, en donde el tema que más débil podamos encontrar ni siquiera podría considerarse una sobra, como sucederá quizás con ‘Cyanide’, que, sin ser en absoluto un mal tema, es el de menos fuerza, y el que menos quedará con nosotros una vez terminemos de escucharlo. Caso contrario son las potentes ‘Robot King’ y ‘Down in the Dumps’, que posiblemente sean de las favoritas de varios, pero no tanto como ‘Skyfall’, y es aquí donde nos detendremos. 

 

De la mano de Kai Hansen, siendo su única composición junto a la espacial intro ‘Orbit’, esta nueva épica de las calabazas resume todo lo que es Helloween en 12 minutos, con momentos heavy, veloces y épicos, que pasan a otros más contemplativos y acústicos, funcionando como homenaje a David Bowie posiblemente. Su larga duración está más que justificada, y el hecho de que tengamos a sus tres voces principales en ella, la sitúa entre las mejores composiciones extensas de la historia de los alemanes, posiblemente compartiendo el podio con las esenciales ‘Halloween’ y ‘Keeper of the Seven Keys’. Clásico inmediato. Es de esperar que se convierta en parte del setlist en una posterior gira, siendo uno de los que la banda tiene más considerados en el caso de que vuelvan los shows como los conocemos, aunque sin una mayor idea de qué otros cortes servirían para este cometido, como mencionaron después de la sesión.

 

 

No sería sencillo tras tantos años de carrera, menos tras una separación tan larga, pero Helloween ha superado las expectativas como muy pocos de sus pares. Su álbum homónimo cautivará al fan del sonido clásico, así como también a quienes prefieran la época marcada por Andi Deris, quien una vez más se luce y deja en silencio a cualquiera que lo mire en menos comparado con el regresado Michael Kiske. Aunque, ¿todavía seguirá esa discusión? A ellos no podría importarle menos, y en lugar de competir, hay una onda de pasarlo bien juntos que se envidia, sin que les importe una fanaticada alguna vez dividida. Las calabazas unidas están a la altura, si es que no más alto aún, por lo que cualquier fanático que lea esto puede esperar tranquilo, porque el álbum que tanto deseó ahí estará. Pesado, épico y emocionante. ¿Qué más queremos?

 

Luciano González