Ozzy: la inmortalidad de un simple mortal Revisando el legado vivo de una leyenda Viernes, 24 de Junio de 2022 Ozzy es sinónimo de locura y rock and roll en su estado más puro; Una carta de presentación que con el paso del tiempo sigue siendo honesta y genuina. Más de 50 años de carrera abrazan al príncipe de las tinieblas, que junto a Black Sabbath y como solista, cimentaron una leyenda viviente y un legado que pareciera no morir con nada. Desde su austero nacimiento en 1948 hasta las locas andanzas por los peligrosos barrios de Birmingham, un joven John Osbourne tenía un futuro casi incierto, condenado prácticamente a ser un obrero en las fábricas de la ciudad o un pandillero que asalta casas para subsistir. 3 meses en prisión confirmaban el camino escogido por Osbourne. Su personalidad adictiva y desenfrenada lo hicieron tener su primer encuentro con las drogas, mezclando fármacos, alcohol, marihuana y LSD. Esto sería el inicio de una relación de amor y odio con los excesos que marcarían su vida. Hambre, éxito y fracasos Un aviso publicado por Osbourne en su pueblo natal, coincide en la búsqueda de nuevos talentos liderada por Tony Iommy y Bill Ward, otros jóvenes llenos de hambre del lado industrial de Inglaterra. Ozzy y Geezer se unieron al proyecto musical. Entre experimentos y la constante búsqueda, el terror de una película protagonizada por Boris Karloff llamada "Black Sabbath", hacía sentir en las personas lo que su sonido quería proyectar. El éxito no tardó, cultivando logro trás logro durante los 70, como también problemas para enfrentar la fama, refugiándose en el alcohol y las drogas. La inestabilidad emocional de Ozzy lo llevó al extremo, perdiendo interés en Sabbath y estar ebrio gran parte del tiempo. Su días estaban contados, dejándonos grandes himnos que cambiarían el rumbo de la música, creando un particular sonido llamado Heavy Metal y con él, un sinfín de bandas que se inspiraron en el cuarteto de Birmingham. La depresión trás la salida de Black Sabbath caló profundo en Osbourne, sumándo a eso el divorcio de su primer matrimonio; un cóctel de emociones fuertes que lo acorralaron al encierro y aislamiento total en un cuarto de hotel. Días oscuros vivía el madman, entre botellas de alcohol y drogas, sin ánimos de ver la luz. Así es como Sharon Arden, su futura esposa, fue en búsqueda de Ozzy para convencerlo de seguir adelante y desde ahí no se detendría más. Nuevo comienzo: luz, oscuridad y los 80 "Blizzard Of Ozz" es considerada como una pieza fundamental del Heavy Metal y un clásico dentro del rock. Disco debut que posicionó a Ozzy dentro de las listas inmediatamente y lo hizo competir a la par con los chicos de Sabbath. Contaba con una banda de lujo y una de las estrellas fugaces más prometedoras de los 80, que completaba sus filas: Randy Rhoads. Un nuevo comienzo para el príncipe de las tinieblas traería consigo muchas alegrías, como también grandes pérdidas. El azar es un misterio y la vida como tal, se encarga de jugar las piezas a su gusto, así es como en una prominente gira del segundo y exitoso álbum "Diary of a Madman", la banda pasaba el rato en Florida, donde un inofensivo y divertido paseo en avioneta terminaría en una estremecedora tragedia. Un choque con el bus que llevaba a la banda, terminó con la vida del joven Randy Rhoads y una maquilladora, en un vuelo que estaba destinado a disfrutar Osbourne. Otro gran golpe sufría Ozzy, arriba de este tren loco que se descarrilaba inesperadamente. "Fue una etapa depresiva en mi vida. Siempre que hablo sobre ello, la cinta comienza a reproducirse en mi cabeza. Fue horrible, una puta película de terror. La casa ardía, el autobús estaba chocado. Había gasolina. Todo estaba envuelto en llamas. Randy era un tipo genial, un caballero. Un hombre pequeño pero con un gran talento en su instrumento", relató hace unos meses, en una entrevista para GQ Magazine. Tras reponerse momentáneamente de esta pérdida, Ozzy entró nuevamente al estudio con nuevos ajustes en su banda, el más importante: Jake E. Lee en las 6 cuerdas. En este periodo, su carrera vió más luz que oscuridad con el lanzamiento de "Bark At the Moon", disco certificado como oro y un rotundo éxito comercial, gozando de producidos videoclips y una extensa gira, culminando en Rock In Rio en 1985, junto a bandas como Queen, AC/DC, Rob Stewart e Iron Maiden, entre otras. Una colosal participación y primera reunión junto a sus ex compañeros de Black Sabbath, se hacía presente en el estadio JFK de Filadelfia en pro del Live Aid de 1985. Ozzy extendía su carisma, imagen y locura más allá del mundo headbanger. Así lo demuestra su siguiente placa, "The Ultimate Sin", que en su momento fue la que le otorgó los puestos más altos en las listas y las giras más grandes durante los 80, siendo una vitrina para muchas bandas que disfrutaron y compartieron la locura del madman en carne propia como Metallica y Mötley Crüe. Incluso le valió participaciones en la pantalla grande como en la película de horror "Trick or Treat". (1986). Todas esas alegrías, se verían nuevamente empañadas por una polémica demanda. Cuando el heavy metal trascendió y se hizo masivo, los sectores más conservadores comenzaron a manifestarse en contra. Uno de los rostros visibles de esta ola tildada de "satanica" era Ozzy, quien fue demandado por incitar al suicidio de un joven, quien al quitarse la vida, su walkman reproducia 'Suicide Solution', canción de su album debut. A través de un polémico juicio, Osbourne logró salir airoso pero sin dejar de estar en el ojo público del sector conservador, convirtiéndose también en un acérrimo enemigo de la iglesia. Similar a lo ocurrido con sus pares Twisted Sister, Judas Priest e Iron Maiden. Pero no hay descanso para un loco, así prometía su próxima entrega, donde debutaba un virtuoso guitarrista, escudero y protector del príncipe de las tinieblas: Zakk Wylde. "No Rest For The Wicked", nos entregaba un sonido más pesado y avasallador, con guitarras más influenciadas por el country americano, pero con la suciedad y distorsión de un heavy metal más fresco y pulido. Una nueva alineación potenciaba el sonido, ya que Geezer Butler se unía al proyecto para complementar a un joven Randy Castillo en las líneas rítmicas en vivo. Un nuevo round contra la iglesia se hacía presente, esta vez contra el famoso televangelista Jimmy Swaggart, quien atacó una y otra vez a Osbourne en el pasado, manifestando que era una mala influencia para la juventud y un abierto servidor del demonio. La revancha la tuvo Ozzy, cuando el escándalo vivido por el predicador junto a una prostituta salió a la luz, Osbourne respondió de la mejor forma que podía, con su música, así toma forma el single: 'Miracle Man'. Una extensa gira por Norteamérica y Europa, le dieron presencia al nuevo trabajo de Osbourne, además de una participación en el documental "The Decline of Western Civilization Part II: The Metal Years", la cual mostraba registros en vivo y entrevistas inéditas de la escena musical. No fue hasta 1989, donde Osbourne fue invitado a participar de un evento con repercusión a nivel mundial: El Moscow Peace Festival, realizado en la Unión Soviética, donde compartió escenario con las bandas del momento como Bon Jovi, Mötley Crüe, Scorpions, Skid Row, entre otras. Entre tantas grandes hazañas durante esta década, las adicciones de Ozzy se hacían más fuertes y notorias, tanto en su vida como en el escenario, precisamente en las entrevistas, donde se puede ver a un John Michael Osbourne ido, divagando en su mente, totalmente perdido. Ese mismo año, un intento de homicidio por estrangulamiento contra Sharon, su esposa, llenaban los titulares de la prensa amarillista y exponían a un "descontrolado y demente" Ozzy Osbourne, quien probablemente de tanto abuso de sustancias, no sabía lo que ocurría a su alrededor y la oscuridad nuevamente lo hacía tocar fondo. "No tenía idea de quién estaba sentado frente a mí en el sofá, pero ese no era mi esposo. Estaba en un estado en el que tenía esa mirada en sus ojos, pero las persianas estaban cerradas y yo no conseguía verle bien. Y él simplemente dijo: 'Hemos tomado la decisión de que tienes que morir'", relataba Sharon en el documental "The Nine Lives of Ozzy Osbourne", de A&E Entertainment. Segundo aire: más vivo que nunca De las caídas, uno toma fuerzas para levantarse y dar lo mejor de sí mismo. Eso es lo que Ozzy Osbourne hizo al comenzar los años 90. Aprovechando su rol de padre, esposo y teniendo una vida agitada, decidió contemplarla con más calma. Así es como decide ponerse en forma, sentarse a componer y rodearse de grandes músicos para sacar su mayor potencial. Siendo la prueba viviente de este compromiso, ve la luz en 1991 "No More Tears", el sexto álbum de estudio que trazaba el camino que recorrería durante esta década. Alta visibilidad tuvo este trabajo, gracias a las emisoras de radio como a MTV, que pasaba constantemente los videoclips de su homónimo, 'Mama I'm Coming Home' y 'Mr. Tinkertrain', entre otros. En este periodo, el madman se hizo de su primer Grammy como solista, en la categoría Mejor Interpretación de Metal con el tema 'I Don't Want to Change the World', dándole exposición a nivel mundial y posicionándolo como un gran artista del momento, siendo invitado a matinales, talks shows y compartiendo con celebridades de la época. Pero este éxito nuevamente se vería pausado, cuando un diagnóstico erróneo en su espalda, obligó a Osbourne a dejar los escenarios, hecho que fue comunicado y materializado en la gira No More Tours, siendo estos los últimos shows de Osbourne en vivo celebrados en San Diego, California, lugar que vió la segunda reunión de los miembros originales de Black Sabbath en un apoteósico evento que dejó como registro el visual y sonoramente poderoso "Live & Loud". "El retiro apesta", decía Osbourne en 1995, tras 2 años de aislamiento, donde aprovechó de ser padre, esposo y un simple mortal, luego de un nuevo diagnóstico que revelaba su perfecto estado de salud en su mejor forma, lo cual abría el estudio para un nuevo registro: "Ozzmosis". Inicialmente Osbourne lo pensó como un proyecto junto a Steve Vai, del cual solo quedó el corte 'My Little Man'. Wylde no tardó en regresar a poner su sello y al igual que en su predecesor, contó con la ayuda en las letras de su viejo amigo Lemmy Kilmister. Toques modernos, efectos vocales y guitarras en tonos más bajos, abrían el abanico sonoro de la banda, invitando a las nuevas generaciones a interesarse por la música del madman. Una gira llamada "The Retirement Sucks", ponía en el mapa a un joven Joe Holmes, que acompañaba a Osbourne en su primera visita a Chile en 1995, en el marco del ‘Monsters Of Rock’. En 1996, cuando los organizadores del reciente Lollapalooza le negaron la participación a Ozzy, este junto a su esposa crearon el suyo propio: Ozzfest, un festival que exhibía las nuevas caras del metal mundial, una fábrica de bandas como Deftones, Korn, System Of A Down, Mudvayne, Pantera, Rob Zombie, Marilyn Manson entre muchas más. Dado el éxito, se transformó en un fenómeno anual, donde repetidamente fue cerrado por Black Sabbath. La Ozzmosis comenzaba a traspasar generaciones. Nuevo milenio: de sobreviviente a ícono pop La llegada de los 2000s, fue un momento decisivo para Osbourne, ya que el mundo estaba cambiando y la gente también. El entretenimiento tomaba fuerza en los medios junto a las polémicas de las estrellas pop, el consumo de telerrealidad y la música, como tal. Es así como Ozzy nuevamente entra al estudio, para desarrollar su primer álbum del nuevo milenio: "Down To Earth", el octavo de su carrera. Muy esperado desde 1996, que rescata esos sonidos modernos, breakdowns potentes y guitarras mucho más afiladas cortesía de Zakk Wylde. Si bien no es el trabajo preferido por los fanáticos de la vieja escuela, le permitió abordar a la juventud que se interesaba en el trabajo de este hombre de mediana edad que seguía rockeando. Así mismo, el estreno del reality "The Osbournes", le dió la vitrina que necesitaba para cumplir ese objetivo. Amado y criticado, el precursor de los realitys de celebridades, cambió la forma de hacer entretenimiento, transformando a Ozzy en un icono de la cultura pop, valiéndole invitaciones a importantes eventos, como cenar con el ex presidente George W. Bush o la oportunidad de tocar frente a la realeza de Reino Unido, compartiendo con la Reina Isabell II. En este periodo, nuevamente zafó de la muerte, trás un accidente de cuatrimoto en medio de las grabaciones de la serie. Si hay un Iron Man, es Ozzy. Una exitosa gira, acompañado de una presentación en Budokan, mantenían ocupado a Osbourne, para posteriormente lanzar un álbum que versionaba grandes canciones que influenciaron su carrera: "Under Cover". Pero no será hasta "Black Rain" del 2007, que las adicciones de Osbourne llegarían a su fin, donde públicamente declaró "Ser el primer álbum que hizo sobrio". Esta entrega cuenta con tracks aceptables, pero alejados del éxito de sus trabajos anteriores. Su segunda visita a nuestro país vendría con esta gira, celebrada en la Pista Atlética del Estadio Nacional, acompañado de Korn y Black Label Society. Una leyenda viviente, incansable e inmortal Ya entendiendo el negocio del entretenimiento y la posición que tiene su figura en los medios, un nuevo álbum de estudio salía al mercado, titulado "Scream", donde el single 'Let Me Hear You Scream' fue lanzado en un capítulo de "CSI:NY". El disco tuvo buena recepción, incluyendo a Gus G como reemplazo de Wylde en la guitarra, Blasco de Rob Zombie tomaba el bajo y Tommy Clufetos la batería. Una nueva alineación pretendía darle un aire fresco al disco. Su tercera visita a Chile fue celebrada en el Movistar Arena. Por otro lado, el éxito de su biografía "I'm Ozzy" o cómo también fue publicada "Confieso que he bebido", tuvo gran repercusión en los medios, ganando premios como Éxito Literario, otorgado por los ‘Guy Choice Awards’ y posicionado como número #2 en los Best Sellers de la categoría "No ciencia ficción" del New York Times. Ozzy pasaba de ser un icono pop a una leyenda por mérito propio. Para concretar el punto anterior, se publica una noticia que paraliza el mundo del rock: un nuevo disco de Black Sabbath vería la luz, el cual reunió a la banda original, dejando a Bill Ward fuera porque su estado físico no lo acompañaba para la extensa gira que se aproximaba. El éxito de "13" fue inmediato y la gira que acompañaba este disco, se transformó en un imperdible. Desde Birmingham, tierra natal a tocar en Lollapalooza Chicago, Sabbath hizo una potente gira, visitando dos veces nuestro país, acompañados de Megadeth en su primera visita en el Estadio Monumental y acompañados de Rival Sons en su última presentación en el Estadio Nacional bajo el nombre "The End". No hay palabras para describir los shows. Los años pasan y las consecuencias de una vida alocada se hacen presentes. Así lo vivió nuevamente Ozzy desde el 2015, quien entre bronquitis, caídas, lesiones, infecciones y problemas de salud, tuvo que pausar conciertos y giras. Nada pintaba bien para su carrera. El ojo público nuevamente lo tuvo en la palestra, al filtrarse una supuesta infidelidad, la cual soportó los más de 30 años de matrimonio junto a Sharon. La única forma de canalizar esta incierta racha, era nuevamente componer. Así es como de todas las que había zafado anteriormente, y desde una mirada más introspectiva de lo que había sido su alocada vida, lanza ‘Ordinary Man’ en 2020. Una placa que cuenta con la participación de diferentes amigos del músico, como Elton John, Duff Mackaggan de los Guns N’ Roses y Chad Smith de los Red Hot Chili Peppers. Es un álbum que tiene un aura más pasiva, pareciera que nos invita a recorrer sus andanzas, desde un punto de vista más centrado y maduro, sin perder la chispa, como pudimos ver en la colaboración con el artista urbano Post Malone, en el tema ‘Take What You Want’, que no tardó en traspasar los géneros musicales e invitando a Osbourne a los tiempos modernos. Lo mismo se puede apreciar en temas como el single ‘Under The Graveyard’, que relata su época más oscura. ‘Ordinary Man’ fue un disco que sorprendió y para muchos, tenía tintes de despedida, más aún cuando un complejo cuadro de parkinson, ponía en duda su continuidad. Pero como dijo una vez el mismísimo padrino del heavy metal, el retiro apesta. Ni los estudios realizados por científicos de la Universidad de Indiana, pueden explicar cómo Ozzy Osbourne sigue con vida, siendo catalogado como portador de un gen mutante. Para otros, simplemente es el mismísimo príncipe de las tinieblas, lo más cierto dentro de cualquier teoría, es que no hay descanso para un loco y así lo confirman los medios, y recientemente el matrimonio Osbourne, quienes reafirman una próxima entrega de estudio para septiembre de este año. Actualmente, Ozzy festeja su vigencia con el flamante 'Patient Number 9', adelanto de su próximo trabajo de estudio, del mismo nombre y del que se acompañó de una verdadera corte de estrellas (Chad Smith, Jeff Beck, Eric Clapton, Robert Trujillo, Duff McKagan, por nombrar algunos). A los 73 años, Ozzy se niega a colgar las botas. Porque la inmortalidad no sólo se ve reflejada en cuantas veces zafamos de la muerte, si no del legado que dejamos en esta vida, un lugar que Ozzy Osbourne dejó reservado hace décadas y nadie se lo puede arrebatar. ¡Que la locura comience y por favor que nunca acabe! Diego Salazar Tags #Ozzy Osbourne #Ozzy #Black Sabbath #Zakk Wylde #Randy Rhoads Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. 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