Rata Blanca

(Publicado originalmente en 2010)

 

1990. Polygram

Al hablar de Rata Blanca es imposible dejar de lado dos canciones que han traspasado la barrera del tiempo e incluso las fronteras estilísticas, pues más allá de que sea una banda que se pasea indistintamente por el rock más duro y el metal, ‘Mujer amante’ y ‘La leyenda del Hada y el mago’ son canciones que cruzan transversalmente a todo tipo de público.

Y ambas canciones están presentes en “Magos, Espadas y Rosas”, por lo que catapultan de forma automática a este largaduración a la categoría de clásico. Sí, aunque a gusto personal creo que “Guerrero del Arcoiris”, de 1992 es, como conjunto, un mejor disco, la placa de 1990 tiene estos dos temas inalcanzables, sobre todo en popularidad, por ningún otro corte del grupo.

Este disco marcó el debut en las voces del carismático y reconocible Adrián Barilari, quien le dio el sello definitorio al grupo con una voz muy particular y una puesta en escena envidiable. Barilari se incorporó en esta placa y el avance del grupo fue superlativo. Y no es que la voz de Saúl Blanch (el cantante que registró la primera placa) no encajara o algo parecido, pero, sin duda, que la voz de Barilari le dio el toque que el grupo necesitaba y, asimismo, se convirtió en el partner ideal para el siempre omnipresente Walter Giardino, autor exclusivo de casi todos los temas de la placa.

Recordemos que por estos años, Rata Blanca era un sexteto que incluía, además de Giardino y Barilari, al tecladista Hugo Bistolfi, el bajista Guillermo Sánchez (quienes se mantienen en la actualidad), Gustavo Rowek en batería y Sergio Berdichevsky en guitarra rítmica bajo. Así, constituido el sexteto que seguiría en los siguientes años y con una placa debut que alcanzaba rápidamente el disco de oro, “Magos, espadas y rosas” llegaba a las disquerías.

Todo parte con un combo directo al mentón, pues ‘La leyenda del Hada y el mago’ y ‘Mujer amante’ dan el inicio al disco. Qué se puede decir de estos tracks, son dos verdaderos temazos. En plan acelerado y speed el primero y en tono de balada el segundo, son un resumen casi perfecto de lo que es el grupo y los géneros que seguirían explotando en el futuro. Ambas canciones, junto a otro puñado de clásicos, son los emblemas que la banda jamás puede dejar de tocar en un acto en vivo.

Hay que reconocer, eso sí, que el inicio es tan matador que, luego, es difícil que algo equipare lo ya escuchado. El lado más rápido sigue en ‘El beso de la bruja’, otro de los buenos momentos de la placa, pero que se ve mermado por el gran comienzo del álbum y en ‘Haz tu jugada’, de corte muy similar al anterior donde, sin duda, destacan los monumentales solos de Giardino.

La extensa ‘El camino del sol’ tiene ese aire a Ritchie Blackmore que Walter Giardino siempre ha reconocido en su música. Mientras, ‘Días duros’ (otro de los singles) es, a mi juicio, el tema que completa la tripleta perfecta junto a ‘La leyenda…’ y ‘Mujer amante’, pues tiene un aire más rockero y esas temáticas clásicas del grupo en la línea de ‘reponerse frente a la adversidad’ o ‘seguir luchando’… temazo. Y ‘Porque es tan difícil amar’ es un track instrumental que nos muestra a un Giardino inspirado, con más feeling que rapidez. ‘Preludio obsesivo’ y ‘Otoño medieval’ aparecieron en su disco debut, pero aquí suenan a modo de bonus y son uno de los pocos créditos que se comparten con músicos ajenos a la banda.

Este disco fue un éxito para Rata Blanca, marcó el ingreso del vocalista Adrián Barilari al grupo y selló definitivamente el paso del, en ese entonces, sexteto a los clásicos del rock latinoamericano con dos canciones que no olvidaremos jamás. Más allá de cualquier recelo que se pueda tener frente a las temáticas del grupo o el extremo protagonismo de Giardino, la voz de Barilari o cualquiera de los argumentos que siempre se señalan en torno a la música del conjunto, este disco es fundamental en la historia de Rata Blanca y en la historia del rock a nivel latinoamericano… imperdible.

Rodrigo Carvajal U.