Metallica Metallica Sábado, 12 de Agosto de 2023 1991. Elektra/Vertigo Con mucha sensatez, muchos de ustedes, fans a ultranza del Metallica clásico de los ‘80, se preguntan qué diablos hace el “álbum negro” en los clásicos. Las razones son sencillas. Primero: esta entrega marca un punto de inflexión perfecto en la discografía de Metallica si se la mira desde el presente. Está intacto el poder de siempre, pero la velocidad desenfrenada da paso a arreglos más rockeros y, si se quiere, digeribles y “comerciales”. Segundo: cuando escuchan este disco, por favor paren la oreja y hagan hincapié en la inmaculada producción y el enorme sonido. ¿Se imaginan cómo habría sido el “Master Of Puppets” si la batería de Ulrich sonara como acá –pese a que no es tanta la diferencia-? ¿O cómo sonaría el “Justice” si el bajo tuviera la presencia que tiene aquí? La voz de James Hetfield está en su mejor momento en este disco. Tercero: independiente del estilo, o si es más o menos thrash que en el período clásico, debemos reconocer que es una redonda colección de canciones. A mediados de 1990, tras terminar la gira de “...And Justice For All” y un breve tiempo de vacaciones, los entonces cuatro maníacos de San Francisco se encerraron por meses con el reputado productor de bandas hard rock como Mötley Crüe y Bon Jovi, Bob Rock. Él los convenció de trabajar juntos, prometiéndoles a James Hetfield y Lars Ulrich el disco de Metallica más aplastante y cercano a su sonido en vivo que pudieran concebir. Pero también los chicos suponían que había que evolucionar el estilo, y decidieron irse por un camino más directo, sencillo y “ganchero” que el desafío casi de thrash-progresivo que significó “Justice”. En primer lugar, no sería tan necesario meter acelerador a full como se hizo en el pasado. Pero muy importante –y es aquí donde entra el factor Sabbath- era mantenerse igualmente poderosos y pesados. Para eso, se hizo un trabajo de joyería en el estudio, usando los amplificadores predilectos de los muchachos, experimentando con modelos de guitarra más tradicionales y ajenos al mundo del metal radicalizado (Telecasters, Gibson doble mástil, guitarras de cuerpo grueso ideales para blues o jazz) y dando con el sonido de batería más demoledor que hubiesen logrado hasta la fecha. ‘Enter Sandman’ da la partida con un arpegio sencillo y limpio que en cierta forma continúa la tradición de las intros de ‘Fight Fire With Fire’, ‘Battery’ y ‘Blackened’. Pero desde que entra la batería junto al bajo y luego llega el relámpago de la guitarra se advierte que la dirección es más rockera y simple: el riff es tan ganchero que para muchos fue el ‘Smoke On The Water’ de los ’90, mientras que el desarrollo del tema es sólido, potente y oscuro en momentos –la parte posterior al solo de guitarra-, pero sin perder el groove ni cambiar tanto los tiempos. Efectivamente se trata de un clásico instantáneo, quizás el gran responsable del enorme suceso comercial que fue este álbum en su momento. La forma de seguir a ‘Sandman’ llega en ‘Sad But True’, un medio tiempo aplastante y pesadísimo, pero también muy oreja, donde la afinación más baja teje un puente con ‘The Thing That Should Not Be’ y prefigura en cierta forma lo que una banda como Pantera haría en los cortes más lentos y pesados de “Vulgar Display Of Power”. Los solos de guitarra de Kirk Hammett son más melódicos y con feeling más clásico –el segundo es casi un solo de blues- , en desmedro de la ametralladora furiosa de notas que fue su psicótica marca de la casa en los ’80. La tercera pista es ‘Holier Than Thou’, un tema donde Metallica busca la sonoridad más veloz de sus discos anteriores y la matiza con la dirección más ganchera del momento, acompañando a una letra que invita gentilmente a los críticos de sus pasos para irse al demonio. En ‘The Unforgiven’ la banda se juega una carta épica en el que quizás es uno de los mejores cortes del disco. Utilizando una estructura de acordes robada al clásico ‘Fade To Black’ para la melodía central. El solo de Hammett es ENORME, así como también lo es la inteligencia para plantear un sonido más melódico sin renunciar al peso, y también lo es el trabajo vocal de Hetfield, que se atreve a mostrar un registro más suave, inédito hasta entonces y casi irreconocible, pero logradísimo. ‘Wherever I May Roam’, el corte siguiente, también debe figurar sin dudas entre lo más alto que se logró para este álbum. Con una introducción orientaloide en sitar, que luego se usa tal cual bajo la forma de un pesadísimo riff, es el himno de los cuatro horsemen a la carretera y al espíritu nómade y viajero. Un tema redondo, emotivo y maduro, donde la protagonista absoluta –al menos desde que irrumpe con toda su fuerza- es la guitarra de Kirk Hammett, una vez más. Por Dios qué buenos solos se sacó este tipo para este disco. Para la pista 6, sin embargo, quedó el espacio para la controversia. Escuchar ‘Don’t Tread On Me’ –algo así como una versión gringa de nuestro ‘Por la Razón o la Fuerza’- puede ser una experiencia para nada grata contextualizando la situación política internacional de hoy. Redneck a más no poder, alegoriza en su letra el espíritu patriótico yanqui desde el comienzo, cuando la guitarra toca esa melodía de ‘America’ del musical “West Side Story”. Como detallito trivial, la serpiente enroscada que ilustra la negra portada de este disco está sacada de la bandera que Christopher Gadsden propuso en 1775 para simbolizar el espíritu libertario de los nacientes Estados Unidos de América. ¿El lema? ‘Don’t Tread On Me’. Se da vuelta el cassette, se cambia de disco en la tornamesa, o derechamente se deja correr el CD, para toparse con la fiereza de ‘Through The Never’, el corte más thrashero que nos trae este trabajo. Riffs vertiginosos, un solo que es pura demencia, batería machacante y efectiva, y un bajo que golpea desde el subsuelo, además de una oscurísima sección post solo, ayudan a tejer un nexo inmediato con el Metallica más maníaco de los ’80. A esa incursión en la profundidad del abismo metalero, sigue la balada ‘Nothing Else Matters’ el tema que les hace hervir la sangre a todos quienes acusaron a la banda de “vendidos”, “traidores” y “enemigos”. Llegó a transformarse en clásico del rock, en parte por ese sencillo arpegio inicial que todo quien haya aprendido a tocar guitarra desde 1992 intentó reproducir, pero lo cierto es que éste es uno de los cortes más controversiales en la historia de Metallica. Por lo rudo que fue, para quienes los siguieron desde los comienzos, encontrarse con un tema a su juicio “tan mamón”. Observación a la que las ornamentadas orquestaciones de Michael Kamen terminan de dar fuerza. Pero a los nuevos adeptos que llegaron con el éxito de este disco, poco les importó lo sutil de esta balada, y siguieron adelante, adentrándose en el universo Metallica. Quizás muchos de esos fans fundamentalistas apretaron stop para no escuchar más en ‘Nothing Else Matters’. El punto es que quienes lo hicieron, se perdieron el retorno al poder inconmensurable en la excelente y subvalorada ‘Of Wolf And Man’, un corte redondo de principio a fin: ganchero, vacilón, pero también pesadísimo y potente, lleno de detalles sutiles que no se advierten a primera escucha –ésos tienen que descubrirlos ustedes-. ‘The God That Failed’ pasa algo más desapercibida, pero es también un muy buen tema, con un groove de medio tiempo intenso y –siempre- pesado. Es poco lo que se habla de Jason Newsted. Al ex frontman de Flotsam and Jetsam, que llegó para calzarse los zapatos del legendario e irremplazable fallecido Cliff Burton, sus compañeros siempre lo relegaron a un segundo plano y nunca lo dejaron contribuir a la composición como quizás él hubiese deseado. No obstante, la todopoderosa dupla Hetfield-Ulrich le dejó aportar un sencillo y sugerente solo de bajo, que sirvió como intro al que a mi juicio es otro de los puntos más altos del disco, ‘My Friend Of Misery’. Este tema vale una pasada por su excelente desarrollo instrumental, la sólida interpretación vocal de Hetfield, la implacable batería y sobre todo –ya estoy siendo majadero- por su solo de guitarra: primero, sobre la misma idea inicial del bajo, Hammett juega con el pedal del volumen de un modo muy elegante; luego, tras un breve interludio melódico, entra con todo poder y utilizando un armonizador para realzar la melodía de sus frases. Y para terminar, un desmadre a todo wah que te deja peinado para atrás. Y ojo que esa es la primera parte, porque después de una repetición del coro, el guitarrista vuelve a atacar con todo, hasta que Ulrich pone el freno y el tema se acaba a los seis minutos 47 segundos, pudiendo perfectamente aguantar uno o dos minutos más. Y el suspiro final queda para una ‘Struggle Within’ que se va casi tan rápido como rápido es el tema. Tras repasar a oído atento estas doce canciones uno se da cuenta del valor del álbum negro dentro de la banda. Ese valor, a la luz del paso del tiempo, ha sabido ser apreciado por los fans, que frente a “decepciones” como “Load”, “Reload” o “St. Anger”, ya quisieran que Metallica saliera de nuevo con un disco tan sólido y rompedor como éste. Merecido “clásico” por su popularidad, vigencia, resistencia al tiempo y solidez musical, no es para nada despropósito señalar que en cierta forma este disco le pavimentó algo de camino a la revolución que desencadenaría Nirvana en la industria, pocos meses más tarde, con “Nevermind”. Pedro Ogrodnik C. Tags #Metallica # Black Album # 1991 # Thrash Metal # Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. Ultimos Contenidos Metal Noticias The Metal Fest confirma el cartel para sus dos días Martes, 26 de Septiembre de 2023 Metal Noticias Concurso: Gana una entrada doble para el show de Narnia en Chile Lunes, 25 de Septiembre de 2023 Metal Discos TesseracT Lunes, 25 de Septiembre de 2023 Metal Noticias Concurso cerrado: No te pierdas el regreso de Manowar a Chile Lunes, 25 de Septiembre de 2023 Metal Clásicos Megadeth Domingo, 24 de Septiembre de 2023 Metal Entrevistas Anneke van Giersbergen: Bajo cielos brillantes Viernes, 22 de Septiembre de 2023 Metal Noticias Visions of Atlantis en Chile: detalles de meet & greet Viernes, 22 de Septiembre de 2023 Metal Noticias Vio-Lence regresa a Chile junto a Exhorder Viernes, 22 de Septiembre de 2023