Corazón imperial

Viernes, 08 de Junio de 2018

2018. FAQ

Hablar de Piero Duhart es hablar de una de las voces más reconocibles del pop/rock chileno, gracias a su trabajo como líder, vocalista y guitarrista de De Saloon. En la actualidad, son uno de los grupos más consolidados de la escena nacional. Con esos antecedentes, el músico también tiene un costado solista, cuyo segundo título, "Corazón imperial", acaba de ver la luz.

El álbum abre rápido y furioso con Eternamente, una canción rockera en la que un distorsionado riff de guitarra, se roba el protagonismo. Le sigue Hola, la cual genera un brusco cambio en la intensidad. Es una balada que evoca a Gustavo Cerati en la manera de cantar y a Johnny Marr por la forma en el trato a la guitarra eléctrica, pero se asoma el sello distintivo del chileno. Dolor Domado repite la fórmula de su predecesora, y prepara el ambiente para El silencio del domingo, otra muestra de su factura personal. Se muestra cómodo y seguro en su zona de confort.

La homónima Corazón Imperial cierra la parte más débil del álbum en cuanto a nuevas propuestas sonoras. Sin embargo, es un bloque de canciones con coherencia. Me Quieres llega a renovar los aires, con toques de reggae y demostrando que Piero Duhart es más atractivo al atreverse con nuevos sonidos. La melancolía se siente nuevamente a flor de piel con Vendaval, canción que le quita fluidez al álbum. Destino y Sureño enseñan su impronta rockera, su voz luce más cómoda, con personalidad, en el que sus músicos se toman el protagonismo por primera vez, entregando una necesaria inyección de energía al disco. Providencia, cierra el álbum, pero sin convencer del todo. Si bien, tiene un coro simple, pero efectivo. Es acompañada por un synth, que logra dar un matiz dulce y suave a la canción, sin embargo, es opacada por la energía de los temas anteriores.

La nueva apuesta de Piero Duhart cumple con lo que se espera de él, canciones pop/rock y coros de estadios. Sin embargo, deja en evidencia a un compositor que intenta salir de las canciones de amor pero que al mismo tiempo no puede dejarlas.

Bastián Fernández