Armored Saint

2020. Metal Blade

 

El viejo grupo de amigos de la secundaria, el santo con armadura, uno de los precursores del sonido ‘US Power Metal’ junto a otras agrupaciones insignes como Metal Church y Vicious Rumors, está de regreso con su octavo disco de estudio y siempre con su formación original intacta, donde el único cambio de integrante fue el ingreso del guitarrista Jeff Duncan (un amigo de la banda), en reemplazo del tristemente fallecido Dave Prichard producto de una leucemia, y de eso treinta años han pasado ya.

 

Fieles a su filosofía e integridad, donde dos de sus integrantes le dijeron que no a las ofertas de Metallica para que se unieran a ellos, los Saint sigue expandiendo los límites de su sonido característico, esta vez incorporando más elementos progresivos y una  cuota extra de melodía en sus canciones, siempre lideradas por la voz de otro planeta del enorme John Bush, probablemente uno de los mejores vocalistas de la historia del metal emergido en los Estados Unidos y que a sus 57 años sigue con un carisma y estado de forma realmente espectacular. La base rítmica del baterista Gonzo Sandoval y el enorme bajista Joey Vera, siguen construyendo bases graníticas sobre las cuales se explayan a gusto la dupla de guitarras de Jeff Duncan y Phil Sandoval, algo que se percibe de inmediato desde el arranque con ‘Standing On The Shoulders Of Giants’ que tras una introducción de corte celta nos sirve en bandeja un tema extenso y pletórico para confirmarnos que Armored Saint están de vuelta y sonando como en sus mejores tiempos. 

 

‘End Of The Attention Span’ llega para confirmar que la capacidad de atención de la gente es cada vez menor, pero no para quienes desde 1984 han seguido la carrera de una banda que exhibe una discografía sin puntos bajos y sin discos de los cuales avergonzarse o mirar para otro lado. Los riffs y melodías de guitarra de ‘My Jurisdiction’ no pierden vigencia y a pesar de que Armored Saint se mantienen fieles a su propuesta primigenia, su sonido está actualizado y puesto al día, gracias a la producción de lujo de la placa, de la que se encarga el propio Joey Vera junto a las acertadas mezclas de Jay Ruston (Anthrax). El ritmo tribal de ‘Do Wrong To None’ en la batería de Gonzo, aperturan unas de las canciones más duras del disco, con las guitarras sonando muy filosas y punzantes, creando un groove adictivo sobre el cual la voz de Bush encaja a la perfección. ‘Lone Wolf’ es otro de los temas destacados del disco, un medio tiempo que combina de gran forma melodía y agresión en partes iguales, mientras que ‘Missile To Gun’ nos recuerda a los santos de su gran disco debut, el enorme “March Of The Saint” de 1984, con toda la banda sonando pletórica. El álbum nos sigue entregando grandes canciones y ‘Fly In The Ointment’ es una nueva oportunidad para alucinar con la tremenda voz de John Bush, ¡qué sentimiento y potencia poseen esas poderosas cuerdas vocales! 

 

Tras una muy melódica y delicada ‘Unfair’, el disco nos deja un gran telón de cierre con la durísima y pesada ‘Never You Fret’ que trae a la mente el material súper contundente de discazos como “Delirious Nomad” (1985) y “Raising Fear” (1987), demostrando la variedad y diversidad de un álbum lleno de buenas canciones y muchos detalles en los arreglos y producción, que hacen que la experiencia auditiva vaya aumentando su grado de satisfacción con cada nueva escucha. Solo resta esperar que el maldito Coronavirus permita que el próximo año la banda pueda salir de gira a presentar este nuevo disco, y que tras cartón, tengamos nuevamente en Chile a Armored Saint dictando una verdadera cátedra de Heavy Metal.

 

Cristián Pavez