Hypocrisy

Nuclear Blast. 2021

 

Ya habían pasado unos cuantos años desde que Hypocrisy, una de las bandas más representativas del death metal melódico sueco, no nos sorprendía con nuevo material tras el aclamado “End of Disclosure” (2013) acompañado de la constante genialidad musical de Peter Tägtgren, quien comprometido con una serie de proyectos paralelos -Lindemann, Pain, etc.- se vieron dificultados los tiempos de la banda para producir hasta ahora. Es así que tras 8 años sale finalmente a la luz “Worship” (2021) para dejarnos en claro que están más vigentes que nunca. 

 

En esta oportunidad la propuesta de Hypocrisy es innegablemente sólida y coherente a su esencia; a grandes rasgos 50 minutos y 11 temas que abarcan líricas sobre lo paranormal, conspiraciones y humanidad. En los cuales se continua el lineamiento musical característico y distintivo de la banda, dominando la brutalidad, galopantes riffs, un evidentemente buen nivel de producción a la altura de lo esperado y probablemente uno de los álbumes más fuertes dentro de su trayectoria. 

 

Es así que “Worship” (2021) nos da la bienvenida con su tema homónimo, que con una apertura engañosa –opener estilo balada noventera- va incrementando su fuerza y velocidad hasta convertirse en un torbellino devastador de death metal clásico; elección que claramente que no fue al azar, un abridor perfecto que resume ese “controlable descontrol” reminiscente al thrash que define parte de su sonido. Del mismo modo ‘Chemical Whore’, primer single que dieron a conocer y con justa razón, destaca esa cadencia media y pesada que muestra esa parte más melódica de la escena escandinava inevitablemente pegadiza en los coros, funciona perfecta como una especie de himno relativo a la situación pandémica actual. 

 

Sobresalen asimismo ‘Children of The Gray’ y ‘Bug In the Net’, con tintes doom y vocales tendientes al death black, dejando claras sus influencias primarias y aquellos tiempos donde aún no pegaban el salto musical hacia lo melódico. Por otro lado, el toque violento siempre prevalece con estos suecos- influenciados por la escena de Florida- y tanto ‘Greedy Bastards’ como ‘Brotherhood Of The Serpent’ ejemplifican esa brutal solemnidad capaz de llevarte a oscuras atmosferas envolventes. Finalmente, el tema encargado de cerrar este aplastante discazo es ‘Gods of Underground’ bajo unos riffs demoledores que nos recuerdan por qué Hypocrisy sigue siendo una de las bandas más importantes en su género. Por otro lado, la calidad a grandes rasgos, es indiscutidamente de primer nivel; la versatilidad vocal de Tägtgren es absolutamente una locura con sus altos y bajos junto a sus incisivos riffs, además de la demoledora batería de Horgh que aporta con esa precisión e intensidad requerida.

 

Con una trayectoria de más de 30 años Hypocrisy al parecer se encuentra en un momento donde no siente la necesidad de probar nada a nadie, ya que su buen trabajo habla por ellos en todo sentido. Se trata de un álbum que no trae grandes novedades en cuanto a un “giro musical”, sino más bien la incorporación de pequeños nuevos elementos al sonido de siempre. Lo que rápidamente se puede interpretar como “jugar a la carta segura” habla más bien de una consistencia cimentada a través del tiempo, una lealtad hacia su propio sonido donde no existe una necesidad todavía de cambios drásticos: “Worship” (2021) es un disco que cumple las expectativas y uno de los mejores de su carrera. 

 

Francisca Tassara