Helmet

2016. earMUSIC

Desde que Helmet volvió, Page Hamilton busca métodos para reconectar con el pasado del grupo, mientras al mismo introduce novedades a su conocida fórmula. Un ejemplo bastante representativo: coprodujo "Monochrome", su disco del 2006, junto a Wharton Tiers, el ingeniero responsable de los esenciales "Strap it on" y "Meantime", pero a la vez intentaba adaptar la vieja receta a una garganta cuarentona que, simplemente, no podía seguir desgastándose como antes. De forma paulatina, además, Hamilton fue puliendo el sonido del proyecto, alejándose del estilo cáustico que cultivó en los noventa para aproximarse a algo que, si bien nunca será pop de frentón, parece radial al lado de los viejos Helmet. Para los que no soportan ver suavizarse a una leyenda del rock duro, malas noticias: "Dead to the world" es el disco de mayor búsqueda melódica en la historia del grupo, con pasajes que le sacarán ronchas a los fundamentalistas quejumbrosos de siempre.

Imposible escuchar 'Bad news', texturada a más no poder, sin pensar en los Beatles de "Revolver". ¡Los Beatles! Ése es el nivel de distancia entre lo que se espera y lo que finalmente entrega una banda que iluminó el camino del metal para varias generaciones. Hamilton llegó a ese momento en que ya no tiene nada que demostrarle a nadie, así que elige una canción del mismísimo Elvis Costello para cubrirla. 'Green shirt', aparte de inesperada, suena como un intento deliberado de rayar la cancha y hacer que los menos aventureros se queden al otro lado. Se cuadra con la faceta madura de Hamilton, que, consultado sobre las canciones que le hubiese gustado escribir, seleccionó cortes de rock clásico pertenecientes a Costello, junto a otros como The Beatles (de la era "Revolver", precisamente), David Bowie o Pink Floyd, entre otros.

Tampoco da para espantarse. Como todas las bandas que han dado nueva vida al metal, Helmet siempre ha mantenido una cuota de eclecticismo. No sólo vivía de crudos guitarrazos angulados, sino de influencias avant garde y jazzeras. Acá hay cuerdas, en 'Dead to the World' y 'Expect the World', en roles protagónicos. Y también un tema que roba una página del libro de Deftones, 'Look Alive', y por ende de la escuela noventera de Champagne, Illinois; una devolución de mano, a final de cuentas, si consideramos que los propios Deftones son una de las tantas bandas inspiradas por Helmet. Por chocante que resulte a ratos, "Dead to the world", muestra sus credenciales para entrar al cánon del grupo en canciones como 'I <3 my guru', que retoma el desprecio de Hamilton hacia la espiritualidad barata, y especialmente 'Red scare' y 'Die alone', que contienen la mala saña característica de los Helmet clásicos. No es que las objeciones se borren automáticamente cuando entra un solo de guitarra, pero se olvidan por el tiempo suficiente para convencerse de que no todo está mal.

Andrés Panes