Venom en Chile: Tridente infernal

Domingo, 22 de Octubre de 2017

Venom - Nervosa - Dekapited
21 de octubre de 2017 - Teatro Teletón
Santiago - Chile

Casi ocho años y dos cancelaciones (ambas en el marco del desaparecido The Metal Fest) pasaron para que Venom volviera a pisar tierras chilenas. En su gira promocional de From the Very Dephts, su último trabajo lanzado en 2015, los ingleses se presentaron en un Teatro Teletón prácticamente lleno, además de contar con la presencia de dos agrupaciones invitadas que funcionaron muy bien para la antesala del oscuro show.

Los locales Dekapited dieron inicio a la jornada teniendo a lo largo de una media hora de show, un sonido saturado y poco claro, pero que no mermó en sus ganas y energía sobre el escenario, mostrando que el poder del thrash local está presente tanto en nombres de mayor trayectoria como también en aquellos que mantienen vigente el estilo en esta generación. La banda ha ganado un merecido reconocimiento por sus lanzamientos en estudio -siendo el más reciente el EP Sin Misericordia- como por su alta acogida en vivo, reflejada especialmente al ser elegidos por el público para ser la banda invitada al show de Slayer en mayo pasado. Los liderados por Camilo Pierattini brindaron una presentación sólida y con actitud, pero que con un sonido que no pudo estar a la altura de su precisa actuación.

El thrash metal siguió presente con las brasileñas de Nervosa. Con un sonido un poco menos potente pero muy claro y entendible, el trío femenino abrió su set con Hipocrisy, parte de su más reciente placa Agony, aparecida el año pasado. El regreso de las provenientes de Sao Paulo fue marcado también por el debut en nuestro país de su nueva baterista Luana Dametto, quien reemplazó a Pitchu Ferraz este año. Material de su primer álbum como la homónima Victim of Yourself o Death, así como también del Agony, Intolerance Means War o Surrounded by Serpents fue lo que dio forma a una presentación que, al igual que la de sus pares chilenos, estuvo llena de energía y actitud thrasher, especialmente de su bajista y vocalista Fernanda Lira, quien animaba a los presentes en cada instante, mostrándose cercana a sus fans al momento de dirigirse a ellos en un correcto español para presentar cada tema, pero fue ahí donde se dio el gran contratiempo de la jornada.

En medio de una de esas pausas, un miembro del staff del escenario se acerca a la líder, quien tras un breve diálogo, anuncia que su show llegaba a su fin, aludiendo a ese tipo por cortar una presentación a la que según ella le quedaban unos 15 minutos más. ¿La razón de este repentino e irrespetuoso corte? Posiblemente se debió al atraso en la hora establecida con anterioridad, teniendo que salir el plato de fondo a la hora pactada, pero ni siquiera eso justificó dicha acción de finalizar tan abruptamente una presentación de alrededor de 45 minutos que tuvo una muy buena recepción. La banda se retiró en medio de aplausos mientras muchos asistentes coreaban su nombre en rechazo a la medida, pero por más que el trío se mostrara agradecido, se notaba un dejo de decepción en sus rostros, sobre todo en Fernanda.

Puntual a la hora agendada, Venom comenzaba su segunda presentación en tierras locales tras una larga espera. El sonido estuvo de su lado desde el comienzo con una dupla de su más reciente álbum: Long Haired Punks sucedida por The Death of Rock n Roll. Fue con el clásico que es Bloodlust que el público terminó de despertar, desatando la euforia total de los fans que, por más que los nuevos álbumes no hayan tenido una aprobación unánime, disfrutaron de lo que se les ofrecía sin problemas. El longevo Conrad Cronos Lant saludó breve a su extasiado público, mencionando el largo tiempo que pasó para que pudieran volver, asegurando que no pasará tanto para un nuevo regreso. Tras esto, Pedal to the Metal de Fallen Angels (2011) fue lo que prosiguió con el oscuro ataque del siempre influyente tridente británico. Un escenario sencillo fue la característica de la puesta en escena, al haber solamente un telón con aquel emblemático dibujo de la portada de Black Metal.

Si algo faltó en el setlist fueron clásicos. Los ingleses prefirieron centrarse tanto en From the Very Depths como en su material de años recientes, a diferencia de su debut en 2009, en donde hubo una mayor cantidad de temas de sus primeros álbumes. A las ya mencionadas canciones del último disco se sumaron otras como Grinding Teeth y Rise, siendo esta última la que marcó el fin de la primera etapa del show para luego pasar al encore. Otras muestras de canciones del nuevo milenio fueron Fallen Angels y Pandemonium, la cual inició inmediatamente tras Buried Alive, que si bien significó una baja en la velocidad que se vivía hasta ese momento, fue una de las mejores recibidas al ser coreada a más no poder por fans que levantaban sus puños y movían su cabeza mientras sonaba. Dicho todo esto, hubo espacio para indispensables dentro de la carrera de los británicos, como fue Welcome to Hell, marcada por ser una versión notablemente más lenta respecto a lo que se conoce, y Countess Bathory, todas estas consideradas puntos altos del show. A pesar de todo, hay que reconocer que mostrar lo reciente sin caer en la nostalgia -como sucede con tantas agrupaciones longevas- es algo que de alguna forma se agradece, por más que no tengan el peso de las placas que les dieron reconocimiento o por no ser precisamente grandes obras para la posteridad, ya que muestra que son nombres que se niegan a morir.

Solo Cronos es quien queda de la formación original de la banda, siendo el encargado de mantenerla viva después de la salida de Abaddon y Mantas, quienes actualmente tienen su propia versión llamada Venom Inc. Si bien Rage (Guitarra) y Dante (Batería) no están a la altura de los mencionados ex miembros, cumplen con su deber de forma enérgica y llena de actitud, ya sea moviéndose por todo el escenario y haciendo headbanging mientras recorren todo, golpeando fuertemente la batería. En cuanto al líder, su voz, que sin ser grandiosa es marca registrada de ese sonido tan influyente hasta el día de hoy, se mantiene prácticamente intacta, sin mayores cambios tras más de 35 años de carrera. Incluso esos característicos gruñidos que dieron paso a Warhead sonaron bastante cercanos como si hubiesen sido ejecutados en algún antiguo registro en vivo de la primera época de la banda como The 7th Date of Hell Live at Hammersmith Odeon.

El show fue feroz, sin interrupciones y directo. El cierre llegó de la mano de la eternamente emblemática Black Metal, siendo un poco más alargada que su versión de estudio, seguida de Witching Hour, terminando así, poco más una hora y cinco minutos de oscuro metal. ¿Corto? Para una banda con semejante trayectoria siempre faltarán momentos para recorrer de mejor manera su discografía reciente o antigua, pero la impronta actual de los de Newcastle es básicamente eso: Tocar con fiereza y de manera directa sin transar con nada ni nadie.

La poca duración o falta de clásicos no empañaron una presentación potente de un emblema del género, no así la falta de respeto hacia Nervosa, quienes al momento de tener que salir del escenario tenían más que ganado a sus seguidores y estaban con esas ganas de querer hacer aún más. Más allá de esto, se obtuvo tal cual lo que ofrecían tanto una leyenda del metal más oscuro y sus bandas invitadas, al presentar las tres sus propuestas ante un público que demostró su fanatismo y apoyo incondicional, por más que faltara aquella canción que cada quien esperaba debido a lo preciso y novedoso del setlist. Un tridente del infierno.

Luciano González
Fotos: Sergio Mella