Pestilence y Sinister: Testimonio memorable

Centro de Eventos Blondie - Sábado 31 de Marzo - 2018
Santiago - Chile

La noche del sábado no sólo fuimos testigos de una gran jornada de Death Metal, sino de una epopeya musical que nos transportó hacía una época que muchas veces vemos lejana, pero que la dupla holandesa se encargó de recrear en un entorno perfecto para ello.

El cartel prometía y vaya que no decepcionó, incluso desde las bandas chilenas que se entregaron por completo y con su mejor arsenal del más alto nivel. Por un lado, los porteños de Soulrot dando lo mejor de sí con un sonido bastante peculiar para el medio, death metal sueco directo al hueso, presentado algunos temas de su sobresaliente producción “Nameless Hideous Manifestations” el cual no solo los catapultó como la gran promesa del metal chileno, sino que elevó el estándar para las producciones de Death Metal nacional. Por otro lado, Inferis que hizo gala de su gran nivel en la actualidad, un clásico death metal muy brutal y con una trayectoria de más años que sus predecesores, junto a una tremenda puesta en escena que anticipaba que las cosas sólo estaban por mejorar, tremendas agrupaciones nacionales con un lugar más que merecido en este épico evento.

Sinister, una leyenda holandesa que visitaba por segunda vez el país se plantaba en el escenario pretendiendo ser la estrella de la noche, porque argumentos para ello tiene de sobra, además de una importante cantidad de seguidores que poco a poco se agolpaban a los primeros lugares del recinto. Si bien su set list omitiría temas del “Hate”, algo totalmente descabellado para muchos, su presentación estuvo impecable, temas como ‘Blood Ecstasy’, la monumental ‘Afterburner’ o la aplastante ‘Convulsion of Christ’ y ‘The Canonical Rights’ presentando lo que es su última producción “Syncretism”, demuestran que Sinister está a un nivel musical superlativo, pero que a la vez no pierde esa esencia tan pura y primitiva en su sonido. ‘Sadistic Intent’ y ‘Epoch of Denial’ nos transportaron a la mejor época de la banda, probablemente el momento donde esperábamos algo más de ese repertorio, no obstante, la banda decide volver a presentar un set list más variado y que recorre sus distintas épocas. Cuando se anunciaba ‘The Carnage Ending’, parecía ser el cierre perfecto para un show redondo, pero nos quedaría un pequeño resabio más con ‘The Grey Massacre’ que sería el broche definitivo y que nos mantenía a la expectativa para el número final.

Lo que vendría con Pestilence tiene ribetes de convertirse en el concierto del año y en uno de los más emblemáticos de death metal que ha pisado nuestras tierras, sencillamente porque tuvo todos los ingredientes que esperábamos; impecable sonido, una perfomance perfecta, pero por sobre todo una seguidilla de su mejor repertorio, paseándose básicamente por sus 3 obras emblemáticas. Si bien el inicio con ‘Non Physical Existent’, de su última producción “Hadeon”, hacía pensar que su set list sería más bien variado, ¡pero no!, el anuncio de Patrick Mamelli de que vendría algo del “Malleus Maleficarum” con nada menos que ‘Antropomorphia’ presagió lo mejor; puesto que a ello le siguieron ‘Subordinate to the Domination’ y ‘Commandments’, del mismo álbum. Simplemente “Malleus Maleficarum”, “Consuming Impulse” y “Testimony of the ancients” fueron las obras escogidas para el deleite de todos los presentes. ‘The Secrecies Of Horror’ tuvo ese juego con el público que demostraba la compenetración con el cuarteto holandés. Por satanás, pero que manera de aniquilar cabezas con esa exquisita forma de interpretar, tanta sutileza reunida para crear un macabro y oscuro death metal que solo Pestilence puede lograr, encontrando esa sincronía perfecta entre brutalidad primitiva y depurada técnica. ‘Twisted Truth’, ‘Land of Tears’, ‘Prophetic Revelations’, ‘Presence of the Dead’ no daban respiro a un público embelesado con tan magnánima presentación, sumado a ese sonido envolvente que atrapaba hasta el más recóndito lugar. Mameli si bien partió algo parco, poco a poco esbozaba una sonrisa que denotaba que el tipo estaba extasiado con la respuesta de Chile; con una blondie repleta, un mosh infernal que aglutinaba a las primeras filas, Pestilence -sin contemplación- entregaba un clásico tras otro. Ya en la parte final, suena ‘Mind Reflections’, único tema de “Spheres”, su disco más experimental, la que cerraría la noche, no sin antes el clásico amague de retirada de la banda, para volver con todo y acabar con ‘Out of the Body’ que simplemente devastó el local.

Una presentación perfecta, una banda icónica que esperábamos hace mucho tiempo en Santiago y un show que respetó los tiempos, con una producción sobresaliente y un sonido muy logrado, a diferencia de los últimos conciertos en el mismo recinto, sencillamente una jornada que no se olvidará fácilmente y que pasó a la historia como una de las mejores que nos ha tocado presenciar en los últimos años.  

Maximiliano Sánchez
Fotos: Sergio Mella

Tags

#