Vision Divine: virtuosa reinvención

Sábado 29 de febrero - Blondie Discoteque
Santiago - Chile

Dicen que la paciencia es una de las virtudes más difíciles de trabajar, más aún cuando se trata de alguien tan apreciado. En este caso, y luego de trece años de espera, los fanáticos chilenos por fin pudieron volver ver a una de las bandas más queridas por estos lares, Vision Divine, que si bien ha sufrido bastantes cambios de formación dentro de su extensa carrera, nunca ha dejado de sorprender con un virtuosismo que los mantiene en lo más alto de la escena power metal mundial.

Bajo el mando de Olaf Thörsen, el sexteto regresó a nuestro país con la reciente incorporación de nada menos que Mike Terrana en la batería, un experimentado músico catalogado como uno de los mejores en su instrumento, además del fichaje de un vocalista que ha estado acaparando las miradas por su inigualable talento, Ivan Giannini. Sin embargo, los italianos no estarían solos, pues se hicieron acompañar de dos de las mejores bandas chilenas del estilo, H&H y Steel Rage, para completar un cartel que prometía ser de los más llamativos del último tiempo.

Si bien estaba agendado el inicio de la primera banda a las 19:00 horas, lo cierto es que hubo un pequeño retraso en la apertura de las puertas. Los pocos fanáticos que llegaron temprano hicieron tranquilo ingreso a la Blondie, para presenciar la potencia de unos talquinos que sorprendieron con media hora de intenso heavy metal. Las canciones de H&H hablaron por si solas, haciendo vitorear a quienes ya han podido escuchar sus tres producciones en Spotify, así como también a todos aquellos que encontraron en la banda chilena un nuevo grupo al cual seguir. El sonido fue el adecuado y -salvo algunas imperfecciones en la ejecución y algo de parsimonia sobre el escenario- el show dejó una grata impresión en un recinto que recibía el lento ingreso de los asistentes.

Tras algunos minutos de espera, el escenario volvió a vivir con la presencia de la que -para muchos- es la mejor banda power metal del país. Los comandados por Patricio Solar y Jaime Contreras subieron al escenario confirmando el tremendo momento que está viviendo Steel Rage, longeva agrupación que no suele quedarse en las clásicas composiciones, sino que siempre está buscando sorprender con canciones que no tienen reparos en distanciarse del metal. Si bien el sonido partió un poco débil en los dos primeros temas, lo cierto que es que ya para la mitad del show los chilenos estaban sonado perfectos, incluso dándose el lujo de mostrar una de las nuevas composiciones de un futuro álbum. Media hora de show donde todos se vieron disfrutando sobre el escenario, con una confianza y desplante que sólo te la pueden dar dos décadas en el ruedo. ¿El final? Nada menos que la mejor canción power metal que ha parido este país, ‘The Last Card’, en lo que fue una presentación que dejó con ganas de mucho, pero mucho más.

Si bien la fiesta estaba casi perfecta, lo cierto es que la convocatoria no fue la esperada. Tras la presentación de las bandas chilenas, la Blondie apenas llenaba la mitad de la pista, demostrando que pudo haber varios factores que menguaron la compra de tickets. Por un lado, estos meses están siendo de los más ricos en visitas de agrupaciones extranjeras, haciendo que muchos fanáticos deban priorizar la compra de sólo algunas entradas (no hay bolsillo que aguante). Además, hay que reconocer que el pasado de Vision Divine sigue pesando, por lo que -aunque a que los últimos álbumes mantienen la calidad de antaño- sigue siendo más llamativo escuchar las primeras producciones que los discos más modernos. En definitiva, la asistencia lamentablemente sólo llegó a alrededor de unas 300 personas.

Las luces se apagaron y la intro ‘Insurgent’ comenzó a sonar fuerte en medio de los aplausos, para darle la bienvenida a los italianos que de entrada dejaron boquiabiertos a los fanáticos que mantenían dudas de cómo sonaría esta formación en vivo. Los más “viejos” Olaf Thörsen y Federico Puleri en guitarras, así como Andrea Torricini en el bajo y Alessio Lucatti en los teclados, fueron la base de una banda que ejecutó a la perfección la primera canción del último álbum, ‘The 26th Machine’. Sin embargo, las miradas estaban puestas en los nuevos integrantes. Lo de Terrana fue sorprendente, mientras que la impresionante voz de Giannini fue superlativa, demostrando una exquisita técnica que a ratos hizo olvidar a los también increíbles Luppi y Lione.

El setlist fue avanzando con paso seguro por canciones de la nueva época, hasta que ‘The 25th Hour’ se instaló como uno de esos nuevos “clásicos”. El sonido estaba impecable, al igual que el desplante escénico de cada uno de los integrantes, quienes tras algunos temas y un increíble solo de Mike en su batería, ya comenzó a vivir su parte final en manos de la espectacular ‘The Perfect Machine’, ‘Were I God’ y el hit ‘The Miracle’, que marcó uno de los puntos más altos de la jornada. De este modo, y sin querer dejar el escenario, los italianos remataron con nada menos que ‘Send Me An Angel’ y ‘La Vitta Fugge’, en un setlist que claramente pudo haber guardado muchas más canciones de los primeros álbumes, pero que se enfocó más que nada en demostrar que Vision Divine sigue vivo gracias a su presente, más que a su pasado.

Uno de los buenos momentos que se vivió en la jornada fue el tributo que la banda hizo a Gustavo Henríquez, productor del evento. Hay muchas veces que personajes como él pasan desapercibidos para la mayoría, pero ya es tiempo que se reconozca su trabajo. Un hombre que se la ha jugado por traer a muchísimas bandas power metal, generando momentos que son guardados como tesoros por miles de fanáticos. No por nada toda la asistencia vitoreó su nombre, dándole un gran aplauso en agradecimiento por la notable gestión que ha hecho por tanto tiempo. Muchas gracias.

Más de una década tuvo que pasar para el retorno de Olaf y su banda. Según sus propias palabras, este fue el mejor show de Vision Divine en este país, pero lo cierto es que el recuerdo de las anteriores presentaciones contradice sus declaraciones. Eso sí, hay una cosa muy cierta, esta fue sin dudas la presentación más extraordinaria de una banda que se encuentra en un momento fenomenal (técnicamente hablando), con nuevas contrataciones que fueron ovacionadas hasta el cansancio por fanáticos que pudieron -al igual que las otras ocasiones- fotografiarse y saludar a los músicos al finalizar el show. De hecho, si tuviese que pasar otra década antes de volver a ver a Vision Divine en Chile, pues que así sea. No cabe duda que el tiempo no dejará que el lazo con los italianos se pierda, más aún cuando en este lado del mundo siempre estarán esperando a una de las bandas más fenomenales de la historia del power metal.

Rodrigo Bravo Bustos
Fotos cortesía: Javier Martínez

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