Bring Me the Horizon: un regreso de lujo

Lunes 12 de diciembre, 2022
Teatro Caupolicán

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Hace no más de 11 años que Bring Me The Horizon pisaba suelo nacional por primera vez, marcando un hito en su historia con el público chileno que con el paso de los años ha ido fortaleciendo sus lazos. Poco tiempo después, específicamente el 2016, nos volvimos a encontrar con los ingleses en un Teatro Caupolicán a tope para luego repetirnos el plato tres años más tarde en Lollapalooza 2019. Pero con lo de anoche simplemente fuimos testigos de otra majestuosa presentación donde los de Sheffield demostraron una vez más por qué son una de las bandas más queridas en nuestro país.

La jornada partió con la sólida y arrasadora presentación de Trivium, banda que también estuvo presente en el Knotfest y que con su propuesta, donde predomina el metalcore, volvieron a dejar locos a un público que fácilmente podría haber pasado por exclusivamente propio. Y es que apenas pisaron el escenario se adueñaron del lugar contagiando de una euforia colectiva a los allí presentes, lo que los llevó a mantener una energía efervescente durante todo su show que estuvo cargado de temas que cumplieron la tarea de revisar por completo su trayectoria, desde lo más nuevo de su disco “In The Court Of The Dragon” de 2021, hasta clásicos como las poderosas ‘In Waves’ y ‘Until The World Goes Cold’.

Si bien ellos eran los encargados de abrir este esperado sideshow de Bring Me The Horizon, mantuvieron al público entretenido y expectante canción tras canción, situación que se veía reflejada en la sonrisa que cada uno de los asistentes mantenía dibujada en su rostro. Sin duda una jornada en donde a cada uno de los allí presentes, tanto arriba como abajo del escenario, los unía una sola cosa, el amor y la pasión por la música en un show que no dio su brazo a torcer en cuanto a calidad. Por ello la banda se tomaba su espacio para cada cierto rato agradecer el cariño y recepción que estaban viviendo en aquel momento. “You’re so fucking perfecto” y “muchas gracias mis amigos” eran algunas de las palabras de agradecimiento que el frontman, Matt Heafy, soltaba de vez en cuando hacia el eufórico público que con tanto cariño les vitoreaba. Siempre se mantuvo una cercanía con quienes los recibieron, una vez más, con los brazos abiertos. Y así lo recordaba el vocalista, comentando que hace 10 años se presentaron en el mismo lugar y que no podían creer el recibimiento que estaban viviendo.

 

Luego de apropiarse del escenario por 10 canciones, la banda se despedía de un encuentro que se aprovechó de principio a fin. El carisma que tanto los destaca simplemente hizo que su show se sintiera completo, genuino y de total entrega a su música, un momento que seguramente muchos de los presentes van a recordar como uno de los mejores pasos de Trivium por nuestro país.

Unos minutos más tarde, con el precalentamiento hecho y los ánimos por las nubes, a eso de las 22:05 hrs arrancaba el show estelar, Bring Me The Horizon. Era su momento de sorprender al público con una presencia en el escenario que desde el primer minuto dejó a todos sin aliento. Y esto no solo por una puesta en escena que es digna de destacar, en donde cada espacio del escenario sirvió de plataforma para que alguno de los integrantes de la banda dejara su marca allí, si no porque la energía que expelen se contagia fácilmente y es imposible mantenerse quieto en el mismo lugar, hay que saltar, hay que cabecear, hay que ser parte de los múltiples mosh pit que se armaban en cada canción y que son tan del gusto de Oli Sykes.

Así vivimos un show que estuvo repleto de grandes éxitos con los infaltables ‘Shadow Moses’, ‘Can You Feel My Heart’, ‘Throne’ y ‘Drown’, junto a los recientes singles ‘Die4U’, ‘sTraNgeRs’ y ‘Parasite Eve’. Sin embargo, uno de los momentos a destacar de la velada fue que después de varios años volvieron a tocar ‘Sleepwalking’, canción que el público pidió a través de unos carteles que se desplegaban desde la platea, y ese es otro punto a favor de los ingleses, el hecho de que no se casan con una sola localidad dentro del recinto, siempre estuvieron pendientes de todo su público, desde la primera fila, hasta aquellos que estaban al fondo o a los costados del escenario. Luego, en una inesperada pero necesaria baja de revoluciones, fue turno de otra imperdible, ‘Follow You’, que esta vez pudimos escuchar en una emocionante versión acústica que simplemente era de erizar la piel en una mezcla sonora con la voz de todos los presentes cantando a coro. Estos dos momentos separaron de manera importante este show con su presentación el día anterior en Knotfest, convirtiéndolo claramente en un show más cercano, íntimo, y se podría decir que hasta personalizado. Dos momentos que además quedarán en la memoria colectiva de los asistentes, ya que ambas canciones no formaban parte de su setlist original pero esta vez, y para el público chileno, Sykes y compañía quisieron hacer de esta una noche aún más especial.

 

"Sé exactamente quien quieres ser" es uno de los lemas actuales de la banda, frase que tomó un sentido mucho más literal a lo largo de la noche cuando Oliver agradecía el apoyo que le han entregado en estos 18 años de trayectoria. "Ustedes han hecho más que mi terapeuta" y "no saben las veces que me han salvado la vida" decía emocionado entre canciones. Y es que esa es una de las cualidades de esta escena, donde los seguidores llegan a ser cómplices de sus bandas favoritas y los une un lazo difícil de romper, uno en que a través de la música muchas veces llegan esas palabras necesarias para continuar.

Durante el concierto se mantuvo esa emocionalidad que a ratos se mezclaba con una energía palpable en el aire. Y es que la puesta en escena también contribuía con la atmósfera, sumado a la imponente presencia de Oliver en el escenario, las proyecciones gráficas a pantalla gigante a sus espaldas iluminaba el Caupolicán a cada minuto al ritmo frenético de cada una de las piezas que interpretaban. Esto fue algo que pudimos ver a modo de adelanto los que asistimos a Knotfest, pero como su presentación fue en plena luz del día, no era posible alcanzar a apreciar todo lo que tenían por ofrecernos. Sin duda es un show hecho para este tipo de recintos cerrados, o en su defecto presentaciones nocturnas, y es que es allí donde se puede disfrutar toda esta parafernalia en su máxima expresión, desde el sonido, los juegos de luces, el contenido gráfico, hasta el confetti que voló por los aires en unas cuantas canciones.

Finalmente este fue un show que, como se ha dicho anteriormente, va a quedar impregnado en lo más profundo de nuestra corteza cerebral como uno de los mejores que ha entregado Bring Me The Horizon en nuestro país. Incluso la propia banda opina eso, y así lo expresaron tanto en el mismo recinto como en sus redes sociales posterior a lo vivido anoche. Por ahora no queda más que aferrarnos a estas vivencias y mantener fresco este recuerdo hasta poder reencontrarnos con estas dos tremendas bandas que quizás jamás pensamos podríamos ver en el mismo show, y mantenernos expectantes a un nuevo anuncio de alguna pronta gira que los traiga de vuelta por estas tierras, porque ver un show como este es sin duda algo que se le recomienda a cualquier fanático del metal en todas sus variantes, de los shows en vivo y de la música en general.

Fernanda Hein
Fotos: Thomas Moraga